Los gemidos salen sin control por parte de ambos. El choque de las caderas resuena con fuerza con cada estocada seca, el lubricante haciendo bien su trabajo. La misma acción se ha repetido noche tras noche durante las últimas semanas... y aunque no hay una relación, no hay amor en el acto... se siente bien. Realmente me ayuda a sentirme en control, a desahogar tensiones también... y está esa otra parte, esa parte que ha despertado recientemente en mi. No se si es culpa de la modificación corporal que me hicieron o naturalmente sería así de necesitado pero... disfruto del sexo. Desde la primera noche tan solo la idea de hacerlo es... todo mi cuerpo se siente listo, preparado y dispuesto.
Agarro las piernas de Cooper, apoyándome en la parte trasera de sus rodillas para empujarlas contra su pecho, haciendo el acople de nuestros cuerpos más profundo, más duro, más intenso. Siento mi culminación cerca y las estocadas se vuelven las erráticas, mas descoordinadas, mas fuertes, casi descontroladas. Un intenso gemido acompaña a mi orgasmo, percatándome entonces del semen que ya adorna el pecho de Cooper.
Me aparto de él al instante siguiente, mi cuerpo completamente relajado, aunque sudoroso y vivo por el reciente ejercicio. Camino desnudo hasta el baño de la habitación, mojando una toalla de mano y lanzandosela a la cara para que se limpie, dándome yo una ducha rápida. Sé que Coop no se levantará a ducharse, sino que cuando dentro de cinco minutos me meta en la cama estará dormido, dormido y sucio si no me encargo de darle algo con lo que limpiarse.
No me importa dormir desnudo con Cooper, pero desnudo con un Cooper pringado en su propia corrida no me resulta nada agradable.
Para mi sorpresa, cuando salgo del baño con la toalla atada a mi cintura, lo encuentro todavía despierto, la toalla húmeda con la que se ha limpiado tirada a los pies de la cama. Con un bufido de fastidio la lanzo al cubo de la ropa sucia, mi puntería haciendo su parte del trabajo. Termino de secarme y dejo mi toalla sobre una silla, entrando en la cama de nuevo, cubriendo la mitad de mi cuerpo con la sábana.
Siento su mano acariciando mi cintura y sonrío levemente, mirándole curioso. Normalmente Coop es mas de caer dormido nada mas terminar. -¿Ocurre algo? - Niega con la cabeza y sonríe levemente, acomodándose bien la almohada. - Huele a sexo aquí... se te da bien esto. - Me encojo de hombros, notando el color en mis mejillas. Odio sonrojarme así.
Antes de Cooper nunca había estado con nadie. Demasiado tímido como para acercarme a ningún chico, demasiado cobarde como para atreverme a nada. Ahora, ironías de la vida, las circunstancias me obligan a dejar de ser alguien débil si no quiero acabar siendo tratado como el esclavo que soy para el mundo.
-¿Siempre has sido pasivo con los hombres que has estado? - Se que Coop ha tenido otras experiencias antes de llegar yo. Al principio, él mismo presumía de ellas, pero nunca nos daba detalles. Quizá porque Blaine solía hacerlo callar cuando empezaba a hablar de sexo. Blaine me recuerda tanto a mi a su edad...
-Al principio creí que no sería capaz... tu sabes. Empecé a interesarme por el sexo siendo muy joven, en mis primeros años de instituto... no tenía las mejores compañías y muchos de mis amigos eran mayores que yo... eras el mejor del mundo si conseguías llevarte por delante a algunas chicas y supongo que ser yo me dio ciertas ventajas... apenas tenía doce años y acababa de empezar a tener erecciones unos meses atrás, pero antes de la epidemia logré acostarme con un par de docenas de chicas. Cuando ellas se fueron solo... no fue lo mismo. Lo intenté con algunos chicos, tu sabes... entre amigos. Aquella época de negación donde los heterosexuales seguíamos pensando que follar con otro hombre era pura necesidad biológica, el hombre necesita el sexo, desfogarse... y si no hay mujeres, bueno, un agujero es un agujero. -Suspira, girandose hasta quedar recostado de espaldas en la cama, mirando el techo de la habitación. -No lo fue para mi. El primer hombre con el que estuve fue el hijo de un compañero de negocios de mi padre. Me convenció para intentarlo, antes de eso habíamos sobrevivido con pajas en grupo y esas cosas... No se, Alec... no te ofendas, pero el culo no está hecho para ser follado. No tiene comparación es como... no se. Las mujeres era otro mundo... yo no logro sentir lo mismo... Sin embargo si soy el pasivo no tengo con qué comparar. Y joder, contigo es realmente bueno, amigo. -Río sin poder evitarlo, negando con la cabeza antes de estirar la sábana hasta cubrir también mis hombros. -Buenas noches, Cooper.
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Unas semanas mas tarde salgo del sótano tras terminar mi rutina de ejercicios diaria cuando, subiendo las escaleras, me encuentro con Blaine descendiendolas. Lleva semanas sin ser el mismo de siempre, mas reservado y casi evitando toparse conmigo, pero hoy parece contento. -Justo iba a buscarte, Alec. Mi padre y Cooper te esperan en su despacho. Ha pasado algo.
Alzo una ceja completamente desconcertado pero asiento y subo el resto de escalones que me faltan hasta el piso superior, caminando hasta la puerta del despacho y llamando a esta dos veces con los nudillos hasta que oigo al señor Anderson dándome paso. -¿Quería verme?
-Pasa, Alec, por favor toma asiento. - Lo hago, notando la tensión de Cooper a mi lado. Las novedades nunca son buenas. Odio los cambios y presiento que se acerca uno.
El señor Anderson arrastra por el escritorio una carta doblada sobre su respectivo sobre, dejandola frente a mi. -Acaba de llegar esto hace unos minutos. Es un aviso preventivo sobre tu requisación. - Parpadeo confuso, mirando a Cooper a mi lado. -¿Requisación?¿Por qué?
-Por incumplimiento de condiciones, por supuesto. Tu sensor de uso no se ha activado, y como casi se han cumplido tres meses desde tu último cambio de dueño van a venir a buscarte para devolverte al centro.
Miro alternativa de Cooper al señor Anderson. ¿Sensor de uso? Claro, de alguna forma tienen que confirmar si los esclavos son o no usados. Que idiota eres, Alec.
-No creí que se podía ser tan inútil, Cooper. Solo tenías que follartelo, ¡maldita sea! No es tan difícil. Si llego a saber que todo el jaleo que montáis es porque te dejas dar por el culo como una maricona te habría mandado a convertirte en uno de ellos. - Abro la boca alucinado. Nunca había visto al señor Anderson perder los nervios o levantar la voz, mucho menos ser despectivo. ¡Su propio hijo pequeño es gay, maldita sea! Todos los hombres hoy en día están obligados a serlo. Y sobre convertirlo en un esclavo, igual que mi padre hizo conmigo... no hay tantas diferencias al fin y al cabo entre ellos.
-¡No puedes darselo a Blaine!¡Sigue soñando con flores y corazones! - Alzo las cejas, de nuevo viendo el partido de tenis mientras ambos hombres se gritan el uno al otro cada vez de forma mas alta. ¿Así que ese es el plan?¿Cambiar de nuevo de dueño?¿A Blaine?
-No hay mas que hablar, Cooper. Si no vas a follartelo puedes vivir de visitas a esos sitios de alterne que tanto te gustan. Para que te revienten el culo no necesitas gastar tanto dinero, hay cientos de hombres ahí fuera que estarán encantados de darte lo que quieres. Ahora, firma los dichosos papeles.
Una vez mas no tengo voz ni voto, y veo, como si fuese el cambio de nombre de un coche o una propiedad, como Cooper firma los papeles que, a espera de confirmarse en un registro oficial, me hacen de pronto propiedad del mas joven de los Anderson.
El señor Anderson se levanta y se abotona la chaqueta de su traje, cogiendo los papeles para entregarselos a su abogado en ese mismo instante, deteniendose un momento en la puerta antes de salir - Ah y, Cooper... nada de seguir teniendo sexo con el esclavo de tu hermano. Le pertenece exclusivamente a él.
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Una duda que tengo, ¿os aclaráis bien con el tipo de planteamiento de los capítulos o preferís que ponga en los títulos algún indicativo de cuando hablo del tiempo pasado de Alec? Tarde o temprano esta clase de capítulos terminarán y será solo MALEC, pero por el momento si alguien se lía puedo plantear alguna forma de diferenciarlos.
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I dreamed a dream
FanfictionEn un mundo donde los esclavos son tan comunes como las mascotas, los hombres están obligados a reproducirse para evitar la extinción. ¿Por qué demonios has comprado un esclavo, Magnus? MALEC. M-PREG. AU. #10 en Malec 24/05/2018