I dreamed a dream

Una nueva vida

La semana pasa rápido entre visitas médicas de los nuevos integrantes de nuestra familia. Los niños nunca antes habían visto un médico, sólo los pocos enfermeros que a veces aparecían entre los esclavos... y Charles y Eric no están en mejor situación. Los reproductores necesitan revisiones periódicas y Mark apenas tocaba a ningún esclavo. Pasé casi un año ahí dentro y quitando los intentos de inseminación y los test de embarazo, nunca se me hizo una revisión. 

Los niños van primero, los mayores el primer día y los pequeños al siguiente, uno de sus padres acompañando a Magnus en las visitas mientras el otro se queda en casa conmigo y los restantes. Aprovecho a ponerme al día, los niños pronto acogiendo a Rafa como uno más. 

-Entonces... el esclavo que no quería tener hijos.. mírate. - Sonrío levemente, notando el sonrojo acudiendo a mis mejillas. Ya les conté la historia, el inicio... como pasé también por una subasta, como ellos. Como Magnus acabó comprandome, nuestras condiciones extremas... que Magnus es un buen amo, que lo ha sido siempre. 

-Lo amas, ¿cierto? - el sonrojo se hace mas intenso, pero asiento sin dudarlo ni un solo segundo. 

-Con cada célula de mi cuerpo - afirmo - siempre ha sido paciente y cariñoso conmigo... tiene unos valores que cuesta encontrar hoy en día... -me encojo de hombros, sonriendo con cariño al recordar a Magnus. - Creo que si lo hubiese conocido sin la esclavitud de por medio... me habría enamorado de él perdidamente. Se habría dado en otras condiciones, por supuesto... pero no dudo de que habríamos acabado de la misma forma. 

No puedo evitar que mi mirada se dirija a Rafa, el resultado de nosotros. De la esclavitud, de nuestros esfuerzos... de nuestra unión. De nuestro amor. 

Charles sigue mi mirada, sonriendo cuando ve a donde va dirigida. -Es un niño maravilloso... tan vivaracho y despierto... Libre. 

Cojo su mano entre las mías, la comida que estamos preparando olvidada de pronto. -Tus hijos también lo son ahora, Charles... no permitiremos que sean vendidos a nadie. Pueden ir al colegio como todos los niños si así lo queréis... hacer vida normal. En cuanto sepamos que están todos bien Magnus planea una salida, ahora que empieza a mejorar el tiempo. -Sonríe un instante, cerrando los ojos unos segundos antes de mirarme, apretando el agarre de nuestras manos. -Seguro que eso les va a encantar... el búnker es todo lo que han conocido... estoy deseando mostrarles el mundo.

Cuando la puerta se abre cerca del mediodía, Eric, Magnus y los dos pequeños de la familia entran con los rostros rojos. -Menudo frío ha vuelto de golpe... - Magnus se acerca enseguida a mi, un beso en mis labios ya hecho costumbre. -Huele de maravilla. - Su piel está fría, clara muestra del frío real que vuelve a azotar las calles. 

Comemos todos juntos, el apartamento mucho mas ruidoso de lo habitual, sin llegar a ser para nada molesto. No puedo evitar mirar a Magnus, la pregunta de Eric todavía rondando en mi cabeza desde el día anterior. ¿Cual es nuestro límite para tener otro bebé? 

Dos bebés es el mínimo de cualquier reproductor. Se pueden tener mas, pero no menos a no ser que haya un riesgo en la salud del reproductor. Normalmente los tiempos son dos bebés en los primeros tres años, pero yo ya he rebasado ese tiempo con creces, hace casi cinco que soy un reproductor, siete meses desde que nació Rafa... 

Suelen darse 15 meses desde un nacimiento hasta requerir un nuevo embarazo, para dejar descansar el cuerpo del reproductor. Al fin y al cabo, el procedimiento, aunque cada vez con mejores resultados, no deja de ser un implante externo a nuestro cuerpo, no es natural. No nacen niños reproductores. ¿Será el mismo tiempo para mi? No tuvimos el mismo tiempo para Rafa, sino mucho menos... pero Magnus parece tan tranquilo...¿habrá siquiera pensado en la posibilidad?