Capítulo 3: Mía

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Las palabras de Zayn hicieron que mi ansiedad y mi angustia empeorasen, sé que mi cara se puso pálida. Zayn iba a lo suyo, ya no me importa el dolor, quería morirme en este momento. Miré hacia la cámara y una lágrima cayó por mi mejilla, mi padre vería esto y se sentiría el peor padre de la historia.

Zayn tembló encima de mí, llegando a el éxtasis extremo y luego se paró. Yo no hablaba ni decía nada, ya ni si quiera lloraba. Se dejó caer a mi lado de la cama, respirando pesadamente. Me quede estática solo mirando a la pared, sentía que ardía y sentía un dolor muy grande en mi cuerpo.

–Ahora queda que tú padre vea esto– Me dió un beso en la mejilla, aprovecho para desatar las cuerdas de mis muñecas y se levantó enrollando una sabana en su cintura.

Me posicione un poco pero sentía mucho dolor. Miré completamente la cama, y el corazón me empezó a palpitar fuertemente, la sábana estaba manchada de sangre. Miré a Zayn que apagaba la cámara y luego empecé a sollozar.

–¡Joder cállate de una puta vez!– Me miró.

–¿Que coño me has hecho, animal?– Miré mis muslos que también estaban manchados.

–Oh, eras virgen– Río.– Lo siento pequeña.

–¡Pequeña tú polla!– Grité irritada.

–Ya has visto que no tiene nada de pequeña–.

–Para de hacerme daño hijo de puta– Lloré.

–Es normal que sangres zorra, cierra tú maldita boca– Gruñó.

–Te odio–.

–Me voy amor tengo que mandarle algo a Bruce– Me enseña la cámara, se va hacia la puerta y sale.

Voy hacia la puerta corriendo pero este cierra, la golpeó y luego me caigo a el suelo de rodillas, hago puños mis manos y lloró.

Levanto mi vista y veo la puerta que creo que es el baño medio abierta. Entró y efectivamente compruebo que es el baño. Lleno la bañera y me meto ahí, relajando las partes el cuerpo que todavía siento.

Después de unos diez minutos sigo en la bañera mirando solamente enfrente y tocando mis hombros, abrazándome a mi misma. Siento como se abre la puerta inmediatamente mi cuerpo se pone en alerta, pero me relajo al ver una de las criadas de Zayn con ropa en su mano.

–Zeina, el señor Zayn me dijo que te llevará algo de ropa– Pone el montón de ropa encima de él gran mueble de el lavabo.

–Mi nombre no es Zeina– Le digo.

–Ya sé es Bella pero Zayn nos ha ordenado que te llamemos Zeina–.

–No entiendo ese nombre– Digo.

–Yo tampoco cariño pero lo quiere así y tenemos que obedecerle– La mujer que tendrá unos cuarenta y cinco años me mira sonriendo como una madre.

–¿Como te llamas?– Medio sonrió.

–Noah– Contesta y se acerca a mí. –Cariño se te ve buena chica, no se el porque estás aquí pero acabo de ver la sábana, lo siento–.

–¿Me ayudarías a escapar?– Abre los ojos y niega. –¿Por que no?–.

–Fácil, yo acabaría muerta por desobedecer​ a el Señor y a ti te volverían a traer de vuelta–.

–Pero yo te protegería, nada te pasaría piensa en mi padre estará destrozado– Agarré sus manos.

–¡No!– Me grito.–No puedo Zeina, se acabo–Agaché mi mirada.–Dale una oportunidad a el Señor Zayn no es tan malo como aparece, conócelo–.

Secuestro | Z.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora