Narrador omnisciente.
Mientras que el chico abrazaba a su inconsciente prometida manchado de sangre. El padre se tiró a el suelo de rodillas, sin saber que hacer, que decir ni si quiera en lo que pensar. Le había pegado un tiro a su hija y ahora su preciosa hija se debatía entre la vida y la muerte y no solo ella si no también la pequeña bebé que traía en su interior.
Bruce se arrodilló frente a su pequeña e indefensa hija y empezó a abrazarla fuertemente diciéndole una y otra vez que despertara. Pero la pálida Bella no lo hacía. Zayn ya había avisado a su médico privado que por suerte vivía cerca de la mansión de Zayn.
Bruce se separó de el cuerpo de su casi muerta hija y cogió el arma con la que el mismo había disparado a Bella. La cargo y se la puso en la cabeza. Sus lágrimas no dejaban de descender por las mejillas y no era para menos.
Zayn se percató de esto y con toda la rabia de el mundo, se acercó a él, le quito el arma de una patada y rápidamente le pegó un tremendo golpe a Bruce en la cara dejándole inconsciente en el momento. Porque merecería vivir con el recuerdo de que mató a su única hija.
Zayn volvió a llorar abrazando a el amor de su vida, a la madre de su hija, y le dio un tierno beso en su boca. Para después separarse. Una lágrima de él calló en el rostro de ella y entonces cuando la vio que Bella estaba luchando por mantenerse viva porque todavía la sentía respirar muy despacio pudo reaccionar.
–También te amo Bella– Susurró.
Se quitó la camiseta y se la ató con muchísima fuerza a Bella para que la sangre cesase. Y en ese momento entro Ethan con muchos enfermeros y varios de los mejores médicos. Separaron a Zayn de el cuerpo de la hermosa Bella y le hicieron una cesárea de urgencia. Mientras que los otros médicos intentaban salvarla de esa jodida bala, la misma que seguramente le habría costado la vida.
Bella.
Sentí un brote en mi cuerpo y desperté buscando aire. Sentí los pitidos de las máquinas y miré hacia todos los lados. Me sentía débil, cansada y con dolor en todo el cuerpo.
–¿Zayn?– Susurré.
Las manos un poco arrugadas por la edad, de mi padre envolvieron mi cuerpo. Lo miré y era como un espejismo no creía estar viéndolo.
–Cielo soy papá, tienes que descansar– Intento acostarme pero me deshice de su agarre.
Miré todo mi cuerpo y estaba apunto de darme un ataque de pánico. Empecé a recordar, ¿que habría pasado con Zayn y con mi hija?.
–¿Donde está mi hija?– Respiraba pesadamente.
–Cariño– Suspiró mi padre.– No pudieron hacer nada, la has perdido–.
Empecé a negar y a llorar otra vez, quería levantarme pero mi padre me lo impedía y no podía hacer nada con su fuerza y menos ahora que estaba más débil.
–¡Enfermera!– Gritó y enseguida entró una.
–¡No!– Grité yo. –¿¡Te das cuenta de lo que has hecho!?. ¡Era mi hija!–.
La enferma me inyectó algo en el brazo y mi cuerpo se fue relajando y mis ojos cerrando. Y ojalá me quedara así por mucho tiempo ya que había perdido a Zayn y a mi pequeña hija.
–Te odio papá, te odio– Susurré con gran pesar.
Zayn.
Esperaba fuera de la clínica privada con dos de los putos gorilas de Bruce a mi lado. Bruce salió envolviendo a mi hija y la de Bella en una manta. Me la dio sin ninguna delicadeza, aunque por suerte la pequeña bebé en mis brazos se mantuvo tranquila.
La miré y sentí que debía cuidarla y protegerla en estos años sin ver a Bella. Hasta que volviera a ver a mi pequeña Bella. La miré y sentí tanto amor que me fue no imposible que una lágrima no resbalase por mi mejilla y a la vez sonriera al tener a esta preciosa conmigo.
–Toma tú estúpida hija y vete Malik y no vuelvas o si no me encargaré de borrarte de el mapa–.
Sentí mi rabia correr por todo mi cuerpo pero me digne a tranquilizarme, esto se iba a resolver más pronto de lo que parecía pero de momento me tendría que alejar para que mi hija y la de Bella no sufriera ningún daño.
–No quiero que te vuelvas a acercar a mi hija o si no te mataré desgraciado–.
–Créeme esto solo acaba de empezar Bruce– Reí y me fui con mi pequeña hija en mis brazos.
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Secuestro | Z.M
FanfictionDecía que me quería, pero no lo decía cuando me pegaba, me violaba, ni cuando me raptó. Decía que le tenía que obedecer en todo lo que él quisiese, que tenía que cumplir todas sus duras reglas, pero al final decía que me quería. ¿Esto era amor, odio...