Capítulo 5: Belleza

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Zayn.

Llegué a casa y abrí la vaya que me permitía entrar a mi mansión con el mando correspondiente. Una vez dentro volví a cerrar la puerta y dejé el coche aparcado justo enfrente de la casa. Me bajé y mi teléfono comenzó a  sonar, lo cogí.

Llamada entrante: Desconocido

Responder.

–¿Quien es?–.

–Me voy a volver loco, devuélveme a mi hija– Se escuchaba su llanto a el otro lado de la línea y eso me encantaba.

–Es mía Bruce, mala suerte–.

–Si quieres matame a mí, pero a ella déjala–.

–¿Sabes que pasa viejo?, que ahora la quiero a ella y toda para mí–.

–¿Te acuerdas de tu madre?– Mi sonrisa se me borró de la cara.

–No sigas o será peor te lo juro–.

–Tu madre era preciosa, que mal ese día que esos ladrones la mataron–.

–¡Tambien estás detrás de todo eso!. Mi madre no te quería ¿por que ella?–.

–Ahora te digo yo, ¿por que mi Bella?– No sabía que responder.

La vas a oír gritar tanto de dolor que te dolerá incluso a ti también y será por tu puta culpa–.

Abrí rápidamente la gran puerta y subí corriendo a mi habitación. La abrí y una ligera música de ballet, llegó a mis oídos. Abrí la puerta de el balcón y miré un poco, ella estaba bailando perfectamente ballet ahí. Me quedé estático y sentí las súplicas de Bruce por el teléfono pero no logré hacerle caso hasta que se calló. Su sonrisa reapareció y sus hoyuelos se marcaron un poco haciendo que así se viera jodidamente adorable. Me volví a poner el teléfono en mi oreja.

–¿No has podido verdad?– Suspiró– Esa canción siempre la bailaba cuando se sentía triste y luego después siempre se lograba alegrar.

–Cállate de una puta vez, Wilson–.

–Su belleza es indescriptible, es tan guapa como su madre, siempre ha sido igual que ella–.

Miraba a Bella mientras bailaba perfectamente, todavía no se había percatado que estaba ahí, observándola. La miraba y volvía a mirar eran tan, tan... perfecta que yo mismo me asombraba. Y es verdad, su belleza es indescriptible.

Y no me vas a dejar verla nunca más, aunque eso no va a pasar la traeré cueste lo que cueste– Cuelgo.

Metí el móvil en mi bolsillo y ella paró de bailar y se asomó a el gran balcón. Apoyo sus manos en la madera y hecho su cabeza hacia delante, sus sollozos se escuchaban por toda la casa. Froté mis ojos y luego suspiré.

–Bailas increíble princesa– Aparece la vieja sirvienta que entes no me había obedecido.

–No es para tanto, el problema es que nunca mi padre volverá a verme hacerlo– Volvió a llorar más.

–Tranquila Zeina todo saldrá bien– Le abrazó por detrás y en ese momento llegué yo.

Bella.

Nada iba a salir bien como Noah decía. Había vuelto a bailar y no baila desde que me secuestraron. El problema es que ahora mi padre no me daba la rosa que me daba siempre después de hacerlo, él decía que era la mejor bailarina del mundo yo siempre decía que exageraba y siempre hacía el mismo chocolate y comíamos los dos juntos viendo la televisión o contando anécdotas que nos han pasado a lo largo de la vida, qué pena que ya nunca más será así porque ya he perdido todas las esperanzas y yo no puedo continuar con tantas palizas, con tanto sufrimiento. Los brazos de Noah se apretaban a mí siendo reconfortantes y sonreí hacia aquel acto. Pero toda la sonrisa se me borró de la cara cuando escuché su voz.

–Tú– Inmediatamente nos giramos y vimos como señalaba a Noah.– Fuera de aquí.

Ella se fue asustada por mí, pero le hice un gesto como si no se preocupase pero no iba a ir nada bien, siempre que Zayn llegaba encontraba alguna forma de hacerme daño. Lo miré y este se acercó a mí y me cogió de las caderas y me apego a él.

–Zeina– Olió mi cabello.– No sabía que bailabas así de bien.

No me había dado cuenta de que estaba ahí, de todos modos no me importa. Ahora mismo tengo miedo de sufrir otra violación por lo que me callé.

–¿No piensas hablarme?– Tragué en seco.– Me encanta el body que llevas puesto, pero me gustaría verte mejor sin él.

Sus manos se apretaron en mi cintura y luego en mi pecho izquierdo. Empezó a darme besos por el cuello y yo empecé a llorar más. ¡Siempre estaba llorando joder!. Me puse ese body porque Noah lo trajo de mi armario, necesitaba bailar con algo cómodo.

–Vamos a la habitación– Se separó de mí, cogió mi mano pero yo me quedé en mi sitio sin moverme.– ¿Quieres que lo hagamos a mi manera?.

Negué entonces volvió a andar y yo ahora sí lo seguí. Entró a su enorme habitación y se sentó en un pequeño sofá que tenía allí.

–Desnúdate, quiero verte– Una sonrisa creció en su boca y yo negué.

–No pienso hacer eso–.

–Te vuelvo a hacer la misma pregunta, ¿lo hacemos a mi manera?– Permanecí callada.– Pues yo lo haré.

Se acercó a mí y cerré mis ojos fuertemente. Lo sentí enfrente de mí y entonces empecé a retroceder pero el me seguía. No quería desnudarme no quería nada que él quisiese. Sentí algo en mis pies y luego me caí encima de la cama. Zayn se puso encima de mí y empezó a quitarme despacio el body. Cuando sentí sus dedos por mi parte íntima, mi corazón se acelero y respiré pesadamente pero de miedo. Quitó todo mi body blanco y después se dispuso a quitar mi sujetador.

–No se acabó Zayn, déjame– Me removí incómoda.

Sus ojos se abrieron y me sonrieron, mis pechos estaban descubiertos y yo intentaba taparlos pero Zayn me sujeto las manos. Después rompió mis bragas y ya estaba desnuda frente a él. Empezó a besar todo mi cuerpo y gemir ante eso.

–Eres mía, ¿verdad Zeina?– No respondí y me pegó un bocado.– ¡Dilo!

–S-si– Tartamudeo.

Después de un rato haciendo lo que él quería conmigo se quitó de encima de mí y se puso boca arriba.

–Ahora hazme una buena mamada–.

Secuestro | Z.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora