Capítulo 23: Confesión

13.2K 523 72
                                    

–Pues qué manera más rara tiene de querer– Rodé los ojos.– ¿Donde está?–.

–No tengo ni idea, salió temprano con Adam y no han vuelto aún–.

–¿Por que nadie me despertó?–.

–Necesitabas descansar– Sonríe.

–¿Puedo ir a la biblioteca?– Pregunto.

–Cariño puedes ir a donde tú quieras, está es tu casa– No lo creo, pienso.

Me dirijo hacia la biblioteca que está en el primer piso y me adentro a esta. Hay tantos libros que gozo solo de mirarlos, me muevo un poco y cojo uno al azar "Orgullo y Perjuicio". Me siento en una mesa que tengo enfrente y empiezo a leer.

Pasado un largo rato, la puerta de la biblioteca se abre y entra un sonriente Adam.

–Hola baby–.

–¡Adam!– Exclamó sonriente.

–¿Estás leyendo?– Me quitó el libro.

–Estaba, pero me has quitado el libro– Intenté cogerlo pero no me dejó.

–Hay más cosas que hacer y más divertidas– Tira el libro hacia atrás y esté impacta contra el suelo.

–¿Ha si?– Asiente y yo me cruzo de brazos.– ¿Cómo qué?, no puedo salir de aquí–.

–Anda ven conmigo– Me coge de la mano.

Me conduce hacia la parte que más arriba ahí de esta gran casa. Hace que me asomé a la azotea, respiro el aire fresco y me tapan los ojos. Me rio, se de quién se trata. Atrapó mis manos con las suyas y las acaricio.

–Adam, quita– Digo simpática.

Él lentamente quita las manos de mis ojos, me giro y mi sonrisa se me borra de la cara y pongo una de asombro. Es Zayn, intento hablar pero no me salen las palabras. Él sin decir nada me da un grandísimo ramo de rosas rojas, las más rojas y más bonitas que he podido ver en mi vida. La acepto y veo la tarjeta, la cojo con cuidado y la saco de el sobre. La abro y la leo: Perdóname, te quiero Bella.

Abro mis ojos y muchísimos globos rosas y blancos empiezan a ser soltados y caen desde arriba. Miro hacia arriba y veo como Adam los tira todos desde una pequeña y extraña caseta. Adam me saca el pulgar y yo sonrío. Miro a Zayn y este se encuentra nervioso, bastante nervioso.

–Zayn– Hago una pausa.– La verdad es que me has dejado sin palabras–.

–Bella– Me coge de los brazos.– Siento mucho todo lo que ha pasado y no te quiero perder–.

–Pero..– Me corta.

–Esto es una confesión, te quiero y me he enamorado de ti–.

–¿Entonces porque me haces estas cosas?–.

–Nolose Bella, aparte de toda la historia que ya sabes que hay detrás de tu padre y mi familia, me gusta que seas tan desobediente pero a la vez no porque me das juego, me enfrentas, haces cosas que nadie se ha atrevido a hacer y eso me gusta pero también me asusta y me jode. Por eso te he tratado así pero no quería ver la jodida realidad y esque tú te has ganado mi frío y destrozado corazón y no te quiero perder, no podría vivir sin ti– Acarició mi cabello.

–Esto es muy extraño para mí– Confesé.– No puedo ser feliz si no soy libre, no he visto a mi padre por meses, me has hecho cosas muy desagradables y ahora me sueltas que estás enamorado de mí, ¿que quieres que diga Zayn? ¿que quieres que sienta hacia tí?–.

–No lo sé Bella, pero tú has hecho que ese vacío que tenia al perder a mis padres y a Zoe ya no esté, cuando te miro, me hablas o incluso me gritas, siento que me enamoro más y que no estoy tan solo. Te prometo que seré mejor de ahora en adelante, dame una oportunidad– El aire fresco removió mi pelo y ahora Zayn agarro mi mano.

–Siempre me han dicho que las promesas que se hacen y son para siempre se acaban rompiendo y nolose Zayn, el daño sigue muy adentro–.

–¿Que te piensas que a mi no me jode haberme enamorado de la hija de mi enemigo?. Tengo que aceptar lo que es real y lo real es que estoy jodidamente enamorado de ti–.

Me separé de él y me encamine a irme pero cuando estaba a la mitad, su voz hizo que parase y lo escuchara.

–¿Tú no sientes nada por mí?– Abrí mis ojos y lo miré.– Bella dime, después de todo ¿sientes algo por mí?–.

Volví mi vista y me fui de esa azotea, podría perdonarlo pero ¿ser su novia o algo por el estilo? ¡ni loca!. No he podido contestar a su pregunta mi cabeza sabe que no siento nada, pero cuando me mira o me besa lentamente mi corazón y mi cuerpo reacciona sintiendo nuevas sensaciones ¿será que tengo síndrome de estocolmo?.

Bajé todas las escaleras y me metí en la cocina, por suerte Abel ya no se encontraba en el salón, ni tampoco en la cocina. Le di el ramo de rosas a una de las empleadas y le dije que lo metiese en agua y lo dejase en mi habitación.

–Pequeña, ¿que ha pasado?– Entró Adam y no dudé en abrazar a mi amigo o mejor dicho ya a mi mejor y único amigo.

–Adam, no puedo hacer esto, ¿cómo voy a quererlo o alguna cosa así?, tengo algo que me dice que no– Me separé de él.

Me senté en la gran mesa parecida a una barra de un bar y Adam me puso un vaso de agua en un vaso rojo. Bebí un poco y luego él se puso enfrente de mí.

–Bella nadie está obligado a querer a otra persona, eso sale de dentro. Si no lo quieres da igual son tus sentimientos y tú eres dueña de ellos. Pero perdona a Zayn, está muy arrepentido–.

–Si perdonar yo lo perdono, pero Adam ¿cómo puede venir después de todo lo que me ha hecho a decirme que se ha enamorado de mí? ¡casi me mato para salir de aquí!–.

–Se ha dado cuenta ahora, no lo quería aceptar y mira ahí lo tienes declarándose con un ramo de rosas rojas–.

–Tengo un lío muy grande en mi cabeza– Adam abrió sus ojos.

–Un momento, ¿¡eso es que estás dudando?!– Medio gritó y lo hice callar.

–¡Calla!– Exclamé y me reí mostrando mis dientes– No se, ahora mismo nose nada–.

–Aclárate y luego me cuentas– Se levantó de la silla.– ¿Has odio hablar de él síndrome de estocolmo?– Lo miré.

–Hace unos momentos he pensado que tenía eso– Reí y el abrió sus ojos.

–Chica yo creo que también lo tienes– Pegó una carcajada y yo rodé mis ojos para después reírme de nuevo.

–Y por cierto si hay que celebrar una fiesta por el noviazgo, cuenta conmigo, mejor amiga– Alzó sus manos y me volví a reír, después salió de la cocina, algo alarmado y feliz.

¿Y ahora yo que hacía?. Y lo más importante, ¿que me estaba pasando?.

Secuestro | Z.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora