Bella.
Los recuerdos seguían erosionando mi mente, me miraba en el espejo y me imaginaba que él vendría por detrás a abrazarme por la cintura como solía hacer, pero nunca pasaba. Cinco años, me parecen pocos porque todavía sigo esperándolo. Todavía sigo esperando el día que venga a por mi, pase de odiarlo a amarlo. Pase de decirle una y otra vez que me llevase de vuelta con papá a no querer otra cosa que volviese a por mi.
Levanté mi camiseta y sentí un ligero cosquilleo, mi piel se erizo. Tenía una intuición una intuición de que mi pequeña podría haberse salvado. Me tiré de mi pelo, mientras me refugiaba en los recuerdos del único hombre al que he amado, Zayn.
Zayn tan sólo su nombre hace que algo en mí se vuelva a despertar, esas emociones que solo podía despertar él en mí. Rebeldía, amor, odio, todo. A estas alturas sé que no volverá y que en mi mente y corazón ahora solo existirá, no me encargaré de borrarlo pero algo tengo por seguro y es que como lo he amado a él nunca jamás volveré a amar a nadie. Tengo que cerrar una etapa en la que me estoy engañando pensando que volverá.
Las lágrimas caían mientras iba a mi mesita donde tenía escondido el anillo de compromiso que me regaló, me lo ponía a escondidas de papá de vez en cuando para que mi esperanza no se terminase de ir, pero creo que ya se ha ido. Lo deslicé por mi dedo anular y sonreí al recordar cuando estábamos preparando nuestra boda. Cuando...
Cristales rompiéndose, el sonido de las pistolas, todos gritando , hicieron que saliese de mi trance y me quedase en blanco, nerviosa, sin saber que hacer.
–¡Bella no salgas!– Logré escuchar a papá gritar a todo pulmón.
Los golpes en mi puerta se empezaron a notar, cada vez más fuertes y persistentes. Me asusté, me asusté mucho. ¿Y si era presa de otro secuestro?. Entonces reaccioné, fui a mi escritorio y cogí una pistola, la cargué. Otra cosa aprendida gracias a él.
La puerta se abrió, un hombre entró con un pasamontañas puesto, lo apunté. Iba entero de negro, tenía una pistola en la mano y noté como me miró entera, después su pistola se cayó de sus manos. Di un mini salto en mi lugar. Se acercó a mi solo un poco y alzó su mirada, entonces mire sus ojos, no, no, no. Esos ojos. Esos ojos. No puede ser. Y se quitó el pasamontañas.
Mi pistola se cayó de mis manos, y después de cinco jodidos años lo vi. Él estaba aquí, el amor de mi vida, volvió, volvió, yo sabía que lo haría. No sabía cómo reaccionar, era como si me hubiese quedado pequeña, no me esperaba este reencuentro para nada y menos hoy que ya lo había dado por descartado.
–Pequeña– Dice.
Entonces los dos nos acercamos y nos abrazamos, fuerte muy fuerte. He echado tanto de menos sentir sus brazos en mí, sentir su presencia. Sentirme protegía entre él. Después de un buen rato donde sus lágrimas y las mías descendían al volvernos a ver, nos separamos un poco. Mire su cara seguía estando muy guapo, seguía siendo él mismo.
–Volví pequeña, volví a por ti– Acarició mi pelo. Pero entonces sentí algo crecer en mi, sentí la necesidad de exigirle el no volver a por mí antes, y así lo hice.
–¿Por que no volviste antes? ¿por que me abandonaste?– Me separé de él y me miró con una mirada algo triste.–¿!Por que?!–.
–Todo fue por un motivo, el mismo motivo que vas a entender y te vas a alegrar– Noté su sonrisa.
–¿¡Sabes como lo he pasado?! ¡Sentía que te habías olvidado de mí! ¡Estuve día y noche llorando, recordándote!– Mis lágrimas bajaron por mis mejillas.
–¿¡Y tú sabes las noches que he estado llorando yo en mi puta cama?!. ¿¡Sabes todos los planes que tuve que organizar cuando tuve la oportunidad para traer de vuelta a la única mujer que he amado?!, ¡no fuiste la única que lo pasaste mal Bella!– Ahora sus lágrimas resbalaron por su mejillas.
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Secuestro | Z.M
FanfictionDecía que me quería, pero no lo decía cuando me pegaba, me violaba, ni cuando me raptó. Decía que le tenía que obedecer en todo lo que él quisiese, que tenía que cumplir todas sus duras reglas, pero al final decía que me quería. ¿Esto era amor, odio...