Secuestro | Z.M

Capítulo 18: El pasado

–Tranquilo Zayn, tienes que aprender a olvidar y perdonar. Has sufrido mucho por Zoe ya lo sé entonces ¿por qué me haces sufrir a mí?. Imagínate a mi padre como deberá estar. Mi padre dirá lo mismo que tú, que que hago recibiendo una venganza que no me corresponde a mí si no a él, esta en tu misma situación así que ponte en su lugar también. Bueno ahora ese no es el caso, lo que quiero decirte que olvides ya todo lo malo y seas feliz de una vez por todas, deja de guardar todo ese odio–.

–Bella no es fácil–.

–Pero tampoco imposible– Zayn suspiro.– Olvídalo todo Zayn, olvídalo todo–.

Zayn se abalanzo hacia a mí y me beso, me beso lentamente, con amor. Con mis pequeñas manos le pegue un mini empujón y lo separé de mí, porque que me besara así de repente me extrañaba.

–Gracias– Dice y yo solo asiento.

Tenía una sensación rara en todo mi cuerpo, sentía unas náuseas y unas mariposas por mi barriga. ¿Que me estaba pasando?.

[...]

3 días después.

Me levanté muy pensativa, era un día jodidamente extraño para mí. Parecía todo pasar tan deprisa pero a la vez muy lento. Toda la mañana y la tarde consistió en lo mismo, Zayn peleándose con Abel, entrando saliendo, comer, salir a la piscina, tener a Zayn casi todo el día detrás de mi, gritándome, besándome haciendo una mezcla rara de sentimientos y al final del día una ducha y a la cama, lo típico. Nada me podía quitar de mis pensamientos ya que he estado todo el día en mi cabeza sin importar lo que pasara a alrededor​.

Me encontraba en la cama, sentada, mirando el reloj digital que marcaba las once y media. Este día iba a terminar y toda mi vida me iba a acordar de lo que no pude hacer como cada año.

–Bella, ¿que ocurre?. Has estado todo el día en las putas nubes– Me dice Zayn a mis espaldas.

–Zayn– Me giro y lo miró, está en boxers apunto de meterse en la cama.– Hoy es el cumpleaños de mi padre–.

La mirada de Zayn se abre y su cara se torna en una cara entre pena y culpabilidad. Suspira y rasca sus ojos en señal de desesperación.

–El día está apunto de terminar y no voy a poder felicitarlo como todos los años– Siento el nudo en mi garganta pero me aguanto las ganas de llorar.

–Lo siento– Me dice. Dejo de mirarlo y vuelvo a mi posición inicial.

Mis manos se hacen puños en mis muslos y algunas lágrimas se escapan ya de mis ojos. Siento el cuerpo de Zayn ponerse a mi lado, lentamente levanta su mano y me hace entrega de algo. Levantó mi mirada y veo cómo me ofrece su iPhone.

–¿Q-que?– Tartamudeo y él me hace callar.

–Son ya las doce menos cuarto, felicita a tu padre antes de que sea demasiado tarde– Me sonríe.

Me tiro en plancha a sus brazos y lo abrazo dándole las gracias por lo menos me deja que lo llame. Después me separo y cojo el móvil, marco el número y al tercer tono la voz ronca de mi padre contesta.

Llamada: Bruce.

–¿Si?– Su voz suena cansada y apagada.

–Feliz cumpleaños papá, no te creas que me podía olvidar de algo tan importante–.

–Mi pequeña Bella, tenía algo en mi mente y corazón que me decía que harías lo que fuese por felicitarme–.

–Papá el año pasado me hubiera presentado en tu habitación con un enorme pastel y te hubiera cantando cumpleaños feliz a el oído para despertarte, pero esta vez no ha sido así lo siento, todo ha cambiado pero no te preocupes todo está bien papá. No te sientas nunca mal eres el mejor papá de el mundo y yo lo sé. Tú pequeña Bella va a estar contigo siempre, en tu corazón. Mi día también es duro al no poder estar contigo pero siente mis brazos rodeándote como yo siento los tuyos protegerme en la distancia. Felices cuarenta y ocho años mi viejo. Te amo muchísimo–.

Las lágrimas tanto mías como suyas se sentían al otro lado de la línea. Miré a Zayn y sonrió con ternura por lo que le acababa de decir a mi papá.

–Niña mía, te encontraré aunque sea lo último que haga. Eres lo único que me importa en esta vida, llevo días sin dormir por buscarte, noches y días trabajando y recorriendo todo, me voy a volver loco–.

–Prométeme que esta noche dormirás, porque como ya te he dicho yo estoy contigo pese a la distancia que nos separa–.

–Eres tan buena como tú madre. Te lo prometo hija mía y muchas gracias mi Bella, te quiero mucho– Su llanto era incontrolable.

–Adiós papá, te quiero– Cuelgo.

Le entrego el móvil de nuevo a Zayn, este lo coje y me da un abrazo acariciando mi espalda con ligeros toques. Ya sabía el porque no me devolvía a los brazos de mi padre, se había enamorado de mí o algo parecido escuché cuando hablaba con Abel. Pero tengo la esperanza aún de poder ver a mi padre aunque solo fuese un momento lo extraño muchísimo.

Ya no tengo esa espina clavada en mi corazón porque lo he podido felicitar como todos los años, no de la misma manera pero algo es algo. Zayn se separa de mí y se acuesta sin decir ni una palabra, él es tan misterioso que me sorprende.