Capítulo 37: No podemos tenerlo

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Desde que volvimos de la consulta Zayn se había mostrado sin ningún sentimiento de alegría o tristeza, en cambio yo estaba aterrada no tengo edad de estar embarazada, estoy secuestrada, con mi padre buscándome, sin saber qué puede pasar de un momento a otro y ahora esto. A Abel y Adam hemos o más bien he decidido no decirles nada. E intentado a hablar con Zayn pero se ha negado y ahora que estamos en casa, en nuestra habitación y apunto de meternos en la cama no puedo evitar el silencio que está creando por lo que intento hablar con él.

Zayn sale de el baño dispuesto a meterse en la cama, ignorándome por completo pero lo evito interponiéndome en su paso. Él bufa enfadado.

–Zayn debemos de hablar–.

–No quiero hablar ahora quizás mañana– Intenta apartarme pero lo vuelvo a evitar.

–No, vamos a hablar ya– Suspiró.

–No te preocupes mañana te llevaré a que abortes y problema solucionado– Abrí mis ojos de par en par.

–¿Que te hace pensar que yo quiera eso?–.

–Haber Bella somos demasiado jóvenes y sabes que ahora mismo tenemos esta situación– Ruedo los ojos.–No podemos encargarnos de un niño, que nos despierte todas las noches, que tengamos que estar siempre pendiente de él, tenemos que vivir la vida– Me cruce de brazos y abrí mi boca.

–Zayn pero ahora es nuestra responsabilidad–Intenté cogerle de las manos pero se negó.

–Además Ethan nos ha dicho que estás embarazada de dos semanas ¿quien me asegura que ese bebé es mío y no de Roderick?–.

¿Cómo se atreve a tan si quiera pensarlo?. Después de lo mal que lo he pasado y lo estoy pasando me recuerda un intento de violación que sabe que no logró a cumplirse por suerte. Mis ojos se volvieron llorosos y tiré de mi pelo frustrada.

–¿¡Te das cuenta de lo que estás diciendo?!– Grité.– Sabes perfectamente que por suerte Roderick no llegó a violarme–.

–Estabas drogada no sabes muy bien que paso–.

–¡Lo sé, si que lo sé Roderick no me violó!–Grité de nuevo.– Este hijo es tuyo Zayn– Señalé mi barriga.

Me miró e intento acercarse a mí pero me lo aparte de un empujón de mi lado. Lo miré con odio por solo dudar de mi palabra, ¿acaso no se acuerda de lo que pasó la noche anterior de venirnos de Alemania?. Ahí fue donde quedé embarazada, las fechas encajan perfectamente.

–No quiero que te vuelvas a acercar a mí, te guste o no te guste estoy embarazada y no voy a renunciar a él. ¿Te acuerdas de la noche de Alemania?– Abrió sus ojos.

–Bella pequeña– Intentó de nuevo acercarse a mí pero me moví hacia atrás.

–He dicho que no te acerques a mí y que menos me toques. Eres tan hombre de follar pero, ¿para aceptar las responsabilidades no?–.

–Bella hablemos de nuevo–.

–No Zayn ya hemos hablado bastante, hoy no voy a dormir contigo porque no quiero estar donde tú estés, algo irónico porque sigo secuestrada y encerrada por tu culpa. Pero no te preocupes cuando el bebé nazca ya me habré escapado de aquí–.

–No te dejaré por nada del mundo y no digas eso por favor, lo siento he sido un idiota– Tiró de su pelo.

–Y lo seguirás siendo pero ya estoy cansada de tus lo siento para luego acabar como siempre–.

Sin dejarlo hablar me fui de la habitación y él me siguió pero con mi mano le hice un gesto para que se quedase donde estaba y lo hizo. Sentí un terrible golpe seguramente le hubiese dado un puñetazo a la pared. Me giré, mis amenazas eran ciertas, su puño ya chorreaba un poco de sangre y sus nudillos comenzaban a tener un color morado. Correría hacia él para ayudarlo, curarlo y abrazarlo pero está vez no sería todo tan fácil para él después de lo que me había dicho y hecho. Cerré mis ojos, me volví y mis lagrimas aparecieron. Después corrí a encerrarme en la primera habitación vacía que encontré.

Secuestro | Z.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora