Secuestro | Z.M

Capítulo 39: ¿Qué haces aquí?

Sus ojos tan azules me miraban de arriba abajo y sonrió al pararse en mi barriga. Sus brazos estaban cruzados en su espalda y rió mostrando sus dientes esa sonrisa de obsesionado que tenía.

–Roderick– Pause.– ¿Que haces aquí?. Tienes que irte– Miré hacia la puerta pero la veía bastante lejos y tenía miedo de que si me moviese me hiciese daño.

–Allison, no te iba a dejar escapar tan fácilmente, ya te perdí una vez y no pienso perderte otra– Se acercó pero retrocedí y su ceño se frunció ligeramente.

–Debes irte– Decía con miedo.

–Siento que no eres la misma, a pasado tiempo y lo sé pero he vuelto por nosotros para que cuidemos a nuestro bebé– Acaricio suavemente mi barriga.

–Este no es tu hijo. El padre es Za...– De su espalda sacó un arma, una pistola bastante buena diría yo y me apunto con ella y después se dirigió hacia mi barriga haciendo un poco de presión.

Mi corazón empezó a bombear sangre a todo mi cuerpo y el sudor se hizo presente en mi frente. Abrí mis ojos y negué con mi cabeza.

–Este bebé es mío ¿verdad?– No conteste– ¿¡Verdad?!– Gritó.

Mi cuerpo daba ligeros espasmos debido a el miedo que estaba sintiendo en este momento joder ¿dónde está la gente en esta casa cuando se le necesita?.

–Es tuyo– Mentí y bajo el arma sonriendo.

–Volvamos a Alemania seremos felices y cuidaremos de nuestro hijo–.

Mis ojos iban derramando sus primeras lágrimas, tenía tanto miedo. Se había quedado tan loco por la muerte de mi madre que hasta me daba pena y él se creía que yo era Allison pero no era así y eso lo estaba volviendo más loco.

Aunque se me acababa de ocurrir una idea, una brillante idea si Roderick se creía que yo era mi difunta madre lo seria.

–Roderick– Le alce una mano para que la cogiese y lo hizo.– Me descubriste soy Allison–.

La cara de el oji-azul se sorprendió y me miró fijamente para después acariciar mi cara. Entrelazó su mano con la mía.

–Yo lo sabía mi amor, sabía que eras tú– Metió un mechón de mi pelo detrás de mi oreja.

–Dame el arma estás asustándome– Me solté de su agarre y le hice una señal para que me la diese.

El asintió y me la dio sin ningún pero. Y pude respirar tranquila y en paz por lo menos ahora no estaba armado.

–Allison ¿me sigues queriendo?– Lo miré y guardé silencio.

–Sí– Miento después de unos segundos.

–Huyamos lejos– Me cogió de la cintura y me apego a él de manera floja.

Ponía mis palmas en su cuerpo evitando que se acercase más pero no sirvió para nada ya que él tenía más fuerza que yo. Y de un momento a otro tenía sus labios estampados contra los míos.

Lo empujé lejos de mi sin que se notase mucho porque tenía que seguir fingiendo para que no me pasase nada a mi y nada a él bebé.

–Larguémonos ya Allison, no tenemos tiempo que perder– Se separó de mí y me dio la espalda mirando toda la habitación.

La puerta sonó haciendo eco en todo el lugar y mi rostro se iluminó.

–Bella ábreme tenemos que hablar– Escuche a Zayn.

Si antes había dicho que no quería volver a verlo no podía estar más contenta de escucharlo ahora. Corrí hacia la puerta pero Roderick me paró. A sí que reaccione, por el miedo no me había acordado que tenía la pistola de Roderick, a sí que la cogí de mis espaldas y lo apunté.