Capítulo 14: Abel

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Sentía la ansiedad correr por mi cuerpo activando todo mi sistema nervioso. No podía estar quieta, quería pegarle, morderle, matarlo pero no tenía ninguna oportunidad. Clave mis uñas en mis palmas y mordí mi labio, Zayn me estaba dando una paliza.

–Y ahora que ya no tienes a Abel para que te defienda, ¿que vas a hacer?– Lloré, mientras él me pegó una patada en el estómago.

–Eres una mierda, no te pareces nada a él, ojalá estuviera casada con él– Me reí, sentí el líquido caliente bajar por mi nariz, sangre.

–¡Puta!– Me insulta.– Eres mi mujer y tienes que cumplir tus obligaciones–.

–Soy tu mujer por una traición por tu parte– Me levanté y grité, corrí hacia él, me enganché como un koala y le pegue un bocado en su cuello.

–¡Para zorra!– Gritó. Después me tiro a la cama.– No te vas a librar de esta–.

Arranco mi camiseta y mi pantalón. Y el se quitó la camiseta. Me miró y se rió, me cogió de la muñeca y me obligó a levantarme, me dio la vuelta quedando ahora de espaldas y me empujó de nuevo a la cama, cuando iba a volver a darme la vuelta sentí una gran palmada en el culo, cosa que dolió. Después sentí los correazos ser dados una y otra vez en mi espalda, no podía parar de gemir por el dolor causante, siempre he sido muy pálida y con la piel blanca y las marcas se me iban a notar muchísimo.

–¡Me duele, déjame!– No podía hablar bien a causa de mi llanto.

–Pídeme perdón–.

–Perdón, perdón, perdón– Los correazos pararon.

Me dió la vuelta y arranco la poca ropa que me quedaba para después el quitarse la suya, no, no quiero ser de nuevo violada. Abrió mis piernas y entro en mi de una forma tan violenta que creo que como siga así me romperá, literalmente. Sus embestidas eran fuertes, sus gemidos grandes. Tocaba mi cuerpo, mi cintura, todo.

–Si te hubieses portado bien, nada de esto hubiese pasado– De nuevo otra embestida.

Yo me movía de arriba abajo sintiendo todo mi mundo derrumbarse.

–¿Como me tengo que comportar según tú?– Las lágrimas eran incontrolables.

–Me harás caso en todo, porque eres mía ¿verdad?– Dió besos por toda mi cara.– Dilo–.

–Si– Mentí.

–Eso es– Gemía.

Encima de mí, Zayn tembló dando a entender de qué había llegado al mayor punto de placer. Entonces se derrumbó en la cama. Volvió a girar mi cara y me beso, siendo feroz y con ganas pero sin nada de delicadeza. Su lengua entro en mi boca y el beso era rápido. Con mis pequeñas manos lo heche para atrás y Zayn paro. Me miró y cerré mis ojos porque sabía que se había enfadado, pero no dijo nada solo se dio la vuelta y se durmió. ¿Como podía dormir después de lo que me había hecho?. Cien porcien asegurado Zayn no era bueno, ni tenía buen corazón como decían.

A la mañana siguiente, sentí mi cuerpo cansado, como si pesara el doble. Abrí mis ojos y miré el reloj digital que marcaba las 7:00 am. Restregué mis ojos, suspiré y me giré. Me asusté al ver a Abel en el otro lado de la cama, de pie observándome.

–¡Me has asustado, no hagas eso más!– Amenace.

–Perdona Bella, estabas tan profundamente dormida que me daba pena despertarte– Se rió.

–¿Y por eso me tienes que observar de esa forma?– Contesté borde.

–Hoy no es tu día por lo que veo, ¿te paso algo?– Giré mi cara. Y él me cogió de la barbilla para obligarme a mirarlo.– Tienes los ojos hinchados y una marca en tu mejilla– Si tan solo fuera la mejilla.

–No es nada– El cuerpo me dió un vuelco y empecé a llorar. Abel de inmediato se sentó en la cama y cogió mis manos.

–¿Que ha pasado, Bella?– Levanté mi mirada, y negué.– ¿Por que niegas? ¿es Zayn? ¿te ha hecho algo?–.

–Me encuentro mal solamente– Mentí y el miró mis ojos.

–Zayn te ha pegado– Afirmó y lo miré con los ojos abiertos.

–N-No– Tartamudeo y Abel abre sus ojos.– Vale sí, pero fue una cosa sin importancia–.

–¿Pegarte? ¿por una cosa sin importancia?, no lo voy a permitir. Iré a hablar con él– Se levantó pero lo retuve.

–No Abel da igual– Si Abel le da su merecido me importa muy poco a si Zayn aprenderá pero lo que me preocupa esque luego Zayn me pegue más fuerte.

–No Bella no da igual, no mereces estar señalada por ningún lado, te tiene que respetar– Lo miré, a Abel solo con mirarlo a los ojos se le veía lo bueno y la bondad que tenía en cambio a Zayn solo el odio.

–¿Por que está preocupación por mi?. Quiero decir Zayn es tu sobrino y yo solamente para tí, una desconocida–.

–No eres eso, ahora eres la mujer de Zayn y como tal eres mi sobrina, una parte de la familia– Intenté sonreír pero me salió una mueca.– Voy a hablar con Zayn–.

Se soltó de mi agarre y se encaminó hacia la puerta y salió. Cuando mi cuerpo se dignó a responder, me levanté y busqué mi ropa pero todo estaba roto, me dirigí hacia el baño y me puse un albornoz que había allí blanco. Salí de nuevo hacia la habitación y salí disparada escaleras abajo, pero me pare en seco al escuchar los gritos provenientes de una habitación. Entré a esta, era un despacho grande. Vi a Abel y a Zayn cara a cara, Abel lo amenazaba con el dedo y Zayn lo escuchaba atentamente.

–Bella fuera– Dice Zayn.

–Yo esque, aver, yo– No sabía que decir.

–He dicho que fuera– Me señaló la puerta Zayn, entonces agaché mi cabeza y me giré.

–¡Quieta Bella!– Gritó Abel y me pare en seco.– Este tema va sobre tí a si que tienes todo el derecho de quedarte–.

–Pero tío– Empezó Zayn a poner excusas.

–He dicho que se queda– Zayn asintió y yo me acerque a el lado de Abel. Zayn me miró con odio.

–Yo no quiero causar problemas– Digo.

–Pues los causas– Me contesta Zayn.

–El único que causa problemas eres tú. Aver explícame porque le pegaste ayer–.

Secuestro | Z.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora