Secuestro | Z.M

Capítulo 20: El hijo de Abel

Después de el incidente en la playa en el que ya ha pasado tres días, no se volvió a sacar el tema, dado a lo bien que al final lo pasamos todos. Lo de "ya hablaremos en casa" se quedó en nada porque al final no hablamos nada cosa que me alegro, aunque ese chico si que me había caído bien. Ahora mismo estoy viendo la televisión tranquilamente con Abel en cambio él lee un libro, desde ayer lo noto un poco extraño. El timbre es tocado una y otra vez sin dejar tiempo a abrir la puerta.

–Ya está aquí– Abel se rasca la cara en señal de desespero y yo lo miró extrañada.

Ese sonido ya empieza a ser irritante y uno de los muchos criados habré la maldita puerta. Me levanto y salgo a la puerta de el salón. Veo a un chico de unos diecinueve años entrando con maletas, es castaño y con los ojos marrones, alto y algo fuerte.

–Mis maletas– Las deja en el recibidor y se acerca a nosotros.

Se acerca a donde estoy y me mira de arriba abajo, después se centra en la parte de dentro y localiza a Abel, este chico sonríe y se aproxima hacia él.

–¡Hola papá!– Abre sus manos y yo abro mis ojos. ¿Abel tiene un hijo?.

–Hola Adam– Contesta Abel ahora mirándolo.

–¿Estas contento de tenerme de vuelta?– Le da un abrazo y después se separa de él.

–Mas o menos– Adam no le hace ningún caso.

–De todos modos no me importa– Se ríe y Abel rueda sus ojos yo por mi parte me río.

Ahora tengo toda su atención, viene hacia donde estoy. Me coge de la mano y me deja un beso en ella.

–Soy Adam– Medio sonrío.

–Bella–.

–Vaya que nombre más bien puesto– Alza sus cejas. ¡Que chico tan simpático!.

Me coge de la mano y me conduce hacia mas adentro de el salón justamente enfrente de Abel.

–Cuidado Adam es la mujer de Zayn y le pone enfermo que alguien se le acerque– Adam me mira frunciendo el ceño.

–¿No se le puede acercar nadie? ¿ha salido de un museo? ¡que gilipollez!– Exclama.– Chica siento mucho que seas la mujer de él famoso "Estás es mi casa por lo cual mis normas"–.

Puso la misma voz y hizo el mismo gesto de Zayn y pegué una carcajada. Oh dios este Adam si que sabía cómo era Zayn.

–No te preocupes ya estoy acostumbrada– Le contesto.

–¡Menos gracias Adam, Zayn puede llegar en cualquier momento!– Exclamó.

–Estoy aquí– Se acerca Zayn y se pone enfrente nuestra.

–Disculpe escelencia– Hizo una reverencia y no pude evitar reírme.

–Te odio Adam– Contesta Zayn.

–¡Gracias!, estaba esperando que lo dijieses– Hecha su pelo hacia atrás y le guiña un ojo a Zayn.

No se porque pero me da que Adam va a ser el alma de esta casa y que ya no estaré tan sola.

–Todavía no me has explicado que haces aquí– Dice Abel y él abre su boca asombrado y su mano va hacia el lado de su corazón como si le acabasen de dar la peor noticia de su vida.

–Osea que no quieres aquí a tu único hijo, el ser angelical que trajiste a el mundo– Abel y Zayn se miraron y ambos rodaron los ojos.– No te preocupes llamaré a el hotel más cercano para reservar habitación–.

De su bolsillo de atrás de sus vaqueros, cogió su iPhone y empezó a marcar unos números. Abel le tiró el libro que anteriormente estaba leyendo y paró de teclear el móvil.

–¡Oye!– Grita Adam.

–Niñato explícanos que haces aquí de una vez– Se mete Zayn y yo ruedo los ojos.

–¿No tienes otro insulto mejor?. Lo de niñato ya me aburre– Abel lo miró y alzó sus cejas.– Vale ya lo explico. Resulta que mamá se ha hechado novio, se han ido de viaje a Italia y claro me sentía solo en esa casa tan grande y he dicho voy a ver a papá ya que hace tiempo no lo veo– Sonríe y Abel asiente.

–Bueno tenemos uno más en casa–.

–Espero que no sea por mucho tiempo– Escucho a Zayn y tanto yo como Adam rodamos los ojos.

–¡Que pesado!– Maldice Adam.– Créeme si tuviera donde irme, me iría para no verte la cara–.

–Zayn, es el hijo de Abel tiene derecho a quedarse– Interrumpo.

–Bella sabes que odio que te metas en conversaciones ajenas– Me mira amenazante. Me espera una buena después.

–¿Disculpa?, tú eres el que se ha metido desde el primer momento en esta conversación–.

–Basta de discutir– Abel pone orden.– Coge la habitación que quieras Adam–.

Adam hace palmas con sus manos y sube escaleras arriba para elegir una habitación. Abel restriega sus ojos y se levanta, ¿por que estará así?, quiero decir acaba de llegar su hijo que hace tiempo que no lo ve y parece preocupado y triste ¿le pasará algo?.

Ahora observo a Zayn, me mira y se acerca a mí. Me coge de la cintura y yo apoyo mi mano en su hombro. Aprieta fuerte mi cadera y hago un gemido de dolor.

–Que sea la primera y la última vez que me contradices frente a mi tío y mi primo o frente a cualquier otro, yo soy el rey de esta puta casa y exijo respeto–.

–Me haces daño, suelta– No me hizo caso y no aguantaba más.– ¡Que me sueltes!– Grité.

Zayn me soltó mordiendo su labio de rabia, bueno más bien me empujó separándome de él. Tal fue la fuerza que ejerció que acabé tirada en el suelo y con un golpe de uno de los muchos muebles que allí se encontraban.

Empecé a llorar y Zayn se tiró de su pelo, no aguantaba más esta situación y no iba a continuar más soportando esto. Zayn como un loco se fue a alguna parte de la gran mansión. Yo por mi parte con la rabia todavía acomulada me levanté y corrí escaleras hacia arriba, encerrandome en la habitación que por desgracia compartíamos Zayn y yo. Me tiré a la cama y lloré abrazándome a el cojín.

[...]

Después de pensar detenidamente y de reunir el coraje y el valor suficiente, salí de la habitación. Habían pasado unos veinte minutos. Al salir miré hacia los dos lados y visualice a un empleado. Aclaré mi garganta y lo llamé.

–Disculpe– Inmediatamente se giró.

–Dígame señorita Bella–.

–¿Podrías porfavor traerme unos relajantes en pastillas?– Sonreí.

–Oh– Su cara cambio.–¿No preferiría una tila?–.

–Se lo iba a pedir a Zayn pero ha salido– Mentí en toda la frase.

–Bueno, claro enseguida estoy aquí– Sonríe y se va.

Esto va a acabar de una vez por todas y va a ser hoy mismo.