Secuestro | Z.M

Capítulo 2: Violación

Mis manos sudaban, mi respiración estaba algo acelerada. Zayn me miraba con una sonrisa de psicópata en la cara, tragué saliva en seco. Observé la puerta abierta, miré a Zayn y luego de nuevo a la puerta.

–Oh Bella, te has puesto pálida– Pegó una carcajada.

Me quedé en silencio, le pegue una patada a Zayn con todas mis fuerzas, salté de la cama, abrí la puerta del todo y salí corriendo. Había muchas puertas, no sabía en cual meterme no había salido ninguna vez de esa habitación y estaba muy muy pérdida. Me decanté por una puerta de madera algo grande. Miré hacia atrás por si Zayn me seguía.

–¡Pequeña zorra te vas a enterar!– Gritó.

Giré la manija de la puerta y entré corriendo provocando que así me cayera contra el pavimento. Cerré la puerta de una patada. Me levanté y vi el gran despacho donde estaba y luego mi vista se localizó en otra puerta que había alejada al lado del escritorio. Escuché los pasos de Zayn pasando por delante de la puerta y sin apenas pensarlo me metí por aquella puerta. Era una especie de gran vestidor entré y me escondí tras la ropa, temblando y muerta de miedo.

Ya habían pasado unos veinte minutos. Me confíe y salí de aquel montón de ropa cara. No había nadie en el vestidor asi que ahora salí a el despacho y tampoco había nadie, mi plan era ahora irme escondiendo de habitación en habitación hasta escapar de aquí. Los gritos de Zayn pararon hace unos cinco minutos, le gritabas a sus empleados y guardias para que me buscasen pero nadie me había encontrado, por suerte. No sentí nada en el pasillo por lo que abrí la puerta lentamente y salí. Cerré la puerta lentamente y luego me giré.

Grité cuando vi a dos de sus guardias parados en la puerta. Intenté volver a correr pero me agarraron con sus fuertes brazos, patalee y grité. Los tenía a los dos a ambos de mis lados agarrando mis brazos y un recuerdo de mi secuestro aparece en mi mente, salvo que esta vez no me van a dormir. Ellos hablaban en ruso y no entendía una mierda, pero eso no me paró para decirle un par de insultos.

–¡Soltarme guardias de mierda!– Grito y me forcejeo​.– ¡Cabrones hijos de puta lo vais pagar por todo!

Volvieron a hablar en ruso y me pararon enfrente de una puerta más grande que la de el despacho en la que había entrado. Tocaron y escuché un "pase" de esa horrible voz que tanto detestaba. Los gorilas de guardias que Zayn tenía me soltaron y yo le pegue un manotazo a uno de ellos para después alejarme lo más posible. Zayn hizo un gesto para que se fueran y estos obedecieron. Me miró y yo aparte mi mirada y me abrace a mi misma.

–Parece que tú papá no te ha enseñado modales– Se acercó a mí.

–Deja de hablar de mi padre, estúpido. Cuando se entere de esto te va a matar lo sé–.

Su mano impactó contra mi mejilla y me caí a el suelo por segunda vez en este día. Puse mi mano en la parte donde me había propinado el tortazo y luego lo miré con mis ojos rojos aguados.

–Estas jodidamente buena, nena– ¿Y ahora esto a que venía?.

–¡Eres un puto bipolar de mierda!– Le grité, esto provocó que me pegara una patada en el estómago.

Me quedé sin respiración y lleve ahora mis manos a mi estómago, era un maldito animal, lo era. Luego me cogió de el pelo y me puso enfrente de una cámara que al entrar no había visto. Donde estábamos era una habitación para dormir grandísima, supuse que era la de Zayn. El dolor que sentía ahora en mi cuerpo era incontrolable.

–Dile algo a tu papá, vamos Bella, ¡díselo!– Me sacudió.

–Pa-papá, y-yo– Me cogió de el pelo y me tiró hacia atrás y luego hacia delante provocando que me doliera y estuviese un poco mareada.

–¡Más deprisa!– Gemí de dolor.

–No te sientas m-mal papá por verme así, te quiero mucho– Sonreí.

Zayn me soltó y impacte contra el suelo, mis lágrimas volvieron a salir, me estaba haciendo mucho daño. Después me levantó como si fuese una especie de pluma y me tiró a la cama. No tenía nada de fuerzas para siquiera levantar un dedo, así que me quede en la cómoda cama. Hasta que Zayn se puso encima mía.

Negué un par de veces y luego empezó a romper lo único que me quedaba puesto, ya que mi otra ropa la había roto también él anteriormente.

–¡No!– Grité con todas las fuerzas que mi garganta tenía.– ¡Por favor!– Lloré.

–¿Has escuchado eso Bruce?– Miró hacía la parte donde estaba la cámara.– Tú pequeña, inocente y preciosa hija, suplicando ¡¿cuantas veces te han suplicado a tí y has matado a la gente?!.

Sus ojos se volvieron oscuros y me miró con odio. Me agarró las manos y las puso arriba de mi cabeza, después besó todo mi cuello y cuerpo, no podía parar de llorar, no quería que hiciese esto.

–Ey Bruce te felicito has hecho a la hija más bonita y más buena que he podido ver, ahora va a ser mi puta privada– Empezó a reírse, estaba loco.

–¡Papá, por favor ayúdame!– Grité ahogada con mis propias lágrimas.

Tocó uno de mis pechos y gimió, luego empezó a desnudarse. Aprovecho que se levantó para coger una cuerda y amarrarme a el cabecero para que no pudiera moverme. Una vez así, quito toda su ropa. Zayn tenía unos veinticinco años, era moreno, con el pelo negro y está bueno la verdad, pero es un jodido loco y un psicópata. Se posicionó entre mí y yo junte las piernas todo lo que pude.

–¡Abre las putas piernas!– Negué. Zayn bufó y me las abrió con fuerza, haciéndome daño.

–Tranquila esto no te va a doler– Río.

–Ya veo la tienes pequeña– Mentí y esto provocó que su puño me diera justamente a la cara.

Luego se posicionó entre ellas y me penetró, cerré los ojos y gemí de dolor, era el dolor más malo y desagradable de el mundo, me estaba violando. El gemía y yo lloraba.

–¿Y que la tengo pequeña?– Me embestía cada vez más fuerte.

–¡No, déjame!–.

–¿Por que me desafias? ¡sabes lo mal que te puede ir!– Me gritó.

–Ya que nadie lo hace lo hago yo– Digo sin apenas voz.

Mi cuerpo subía y bajaba, tan solo quería que acabará lo que estaba haciendo y también quería morirme ya. Tres días aquí contando con hoy y me está haciendo el mayor daño de mi vida, ¿y que esperaba estando secuestrada? ¡que estuviera en un hotel de cinco estrellas!, me pego mentalmente por ser tan jodidamente boba.

–¡Joder, eres solo mía nena!. Cada vez me perteneces más ¿lo sabías?– Gemía.

–Pensé que solo era una venganza–.

–No es solo eso, ahora me perteneces y tendrás que cumplir todo lo que yo te diga–.