Capítulo 31: Alemania

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La puerta es blanca y dudo si llamar o no, dudo mucho porque hay cosas que quiero saber pero no estoy lo suficientemente preparada. Respiro dos veces y siento la mano de Zayn en mi cintura intentado tranquilizarme, le sonrío y llamo a la puerta.

Una mujer con el pelo negro y los ojos azules intensos abre la puerta. Me mira y abre su boca, noto como sus ojos se tornan de lágrimas y me abraza con mucha fuerza.

–Allison, mi pequeña. Sabía que estabas viva yo lo sabía, Bruce se atrevió a decirnos que habías muerto– Apoyo mis manos en su espalda.

Pasan a si unos segundos, no me atrevo a decirle que soy su nieta y que Allison verdaderamente está muerta.

–Te veo tan joven– Suspira.

–No soy Allison– Al fin digo y mi abuela se separa de mí.

Me quedo unos instantes observándola. En definitiva todos mis genes son de esta familia ya que parece que estoy mirando mi reflejo de dentro de unos años.

–¿Quien eres?– Me analiza.

–Bella– Me asombro por poder aguantar las lágrimas.

–¿I-Isabella?– Tartamudea y asiento.

–Hola abuela–.

Ella se vuelve a abalanzar a mí y moja mi camiseta de mis lágrimas y ya me es imposible no llorar yo también.

–Tu padre no quería que te conociésemos–.

–Lo siento– Musito.

–Abie ¿que ocurre?– Un hombre de mediana edad se coloca al lado de mi abuela.

Es bastante alto, delgado, con los ojos color avellana y el pelo castaño y muy pálido más que mi abuela. Me alegra saber que no soy la única con la piel tan blanca y justamente de mi abuelo la heredé.

Mi abuelo me mira, abre su boca y sus ojos. Esta confundido lo sé él también piensa que soy mi madre pero no.

–Roger ella es Isabella, nuestra nieta–.

Mi abuelo abre los ojos y se acerca a mí, coge mi mano y deja un beso en ella. Sus ojos brillan y los míos ya están derramando lágrimas.

–Eres igualita a ella– Acaricia un mechón de mi pelo y después se separa de mí.

–Isabella ¿quien es él?– Señala a Zayn.

–Ah, es él...– Zayn me corta.

–Alan Masen su novio– Estrecho su mano con la de mi abuelo y después con la de mi abuela.

¿Por que mintió?, lo miré pidiendo explicaciones y él subió sus cejas también mirándome. Después miré a mis abuelos y sonreí.

–Encantado Alan– Contesta mi abuelo.

–Pasad chicos– Se hace un lado Abie.

Zayn y yo entramos. Observo la humilde casa que tiene bastantes fotos de mi madre y no puedo evitar mirarlas. Roger me conduce hacia el salón y entramos. Cuando mis abuelos también entran, Zayn y yo nos decidimos por sentarnos en el sofá mientras que mis abuelos se ponen justamente enfrente y en sillas.

–¿Queréis tomar algo?– Negamos.– Está bien– Sonríe mi abuela.

–Roderick no se va a creer esto– Me mira mi abuelo.

–Estoy deseando conocerlo–.

–Estará a el llegar– Abie mira su reloj.

–A-Abuelos– Tartamudeo y ellos me miran con sus ojos llenos de emoción.– Necesito respuestas a mis preguntas–.

Ambos asienten para que continúe. Zayn apoya su mano en mi muslo siendo reconfortante.

–¿Por que vendisteis a mamá?– Abren sus ojos.

–Veras Bella eso es algo difícil de explicar–.

–Podré soportarlo– Digo.

–Veras cielo– Empezó mi abuela.– Nosotros estábamos hasta arriba de deudas, nos iban a embargar la casa, nos íbamos a quedar sin nada, en la calle y con dos hijos. Entonces Bruce apareció, hablo con Allison que por aquel entonces tenía dieciséis años. Tú padre se quedó tan cegado por su belleza que le pidió salir y conocerse, Allison se negó y ahí fue donde hablo con nosotros–.

Mi abuela agachó su cabeza, le estaba costando contarme esto, por eso mi abuelo siguió.

–Esa misma noche Bruce entró a casa con dos de sus gorilas. Traía consigo un maletín. Sabía las deudas que teníamos, lo sabía perfectamente bien en un chasquido de dedos con lo poderoso que es podría arruinarnos más la vida. Asique nos ofreció una cantidad indecente de dinero por Allison, al principio nos negamos pero nos dijo que lo estaba intentando hacer por las buenas. Con gran pesar aceptamos y esa misma noche Allison se fue con él, conteniendo el rencor que sentía por nosotros al haberle hecho esto. Bruce nos dijo que no nos preocupamos que ahora no era cosa nuestra. Pero a día de hoy seguimos haciéndolo, a día de hoy seguimos arrepentidos y a día de hoy seguimos pensando que nuestra hija no hubiese muerto si hubiera estado con nosotros–.

Los ojos avellanas de mi abuelo se tornaron de lágrimas y mi abuela se levantó a abrazarlo. Miré a Zayn con una gran pena y este me cogió de la mano haciéndome así saber que iba a estar conmigo para todo.

–Abuelos siento mucho por lo pasasteis y por lo que mi madre pasó. Yo me acuerdo que ella era feliz, que quería a papá, que me quería a mí. Al final se enamoró de mi padre y por extrañas circunstancias de la vida ya no está aquí en el mundo pero si lo está en nuestros pensamientos–.

–Hablas igual que ella, parece que la tuviésemos delante– Mi abuela me abrazó y le correspondí.

Cuando nos separamos escuchamos la puerta abrirse y cerrarse, eso significaba que alguien había llegado. Se adentro a el salón sonriente, dejo sus llaves y nos observó. Cuando su vista me captó toda sonrisa se le había borrado de la cara, abrió sus ojos azules claro intenso y me señaló con su dedo.

Roderick tendría unos casi treinta años, era alto, con el pelo negro, ojos muy muy azules, fuerte y pálido.

–¿Allison?– Dice un tanto asustado.

Secuestro | Z.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora