Capítulo 25: Alguien nuevo

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BELLA.

–¿Así está bien de agua?– Pregunté a el simpático jardinero, llamado Cody.

–Sí, perfecto– Sonríe.

Cojo la regadera y vierto el agua por todo los rosales, llevo aquí cerca de unas casi dos horas y sí me está sirviendo para entretenerme, pero la pregunta vuelve rondar en mi cabeza, haga lo que haga, decida lo que decidía ¿estará bien?, ¿que pensará mi padre?, aunque que tontería si no lo volveré a ver. ¿Por que estaré dudando? ¿que es lo que me pasa? ¡tendría que odiarlo!.

–Mi adorable Bella– Sonreí sin mirar, sabía de quién se trataba.

–Ey Adam ¿que pasa?– Saludé y dejé la regadera en el suelo para mirarlo.

–Te veo ser una buena jardinera– Reí.– Tienes que acompañarme–.

Cogió mi mano y me saco de el jardín, caminó a paso ligero hasta de nuevo la mansión y lo hice parar.

–Para Adam ¿que es lo que pasa?, odio cuando me sacas así de los sitios–.

–Merece la pena– Volvió a cogerme de la mano.

Me llevo hasta la habitación mía y de Zayn, que porcierto es raro no haberle visto en estas dos horas. Abre las puertas de la habitación y me empuja para que entre.

Veo la habitación completa, nada que no haya visto antes ¿merece la pena, correr y sacarme de los jardines para ver el cuarto que estoy arta de ver todos los días?, yo diría que no.

–¿Que hay de interesante en esto?– Lo miré.

–Bueno a veces hay que mirar las cosas dos veces para darte cuenta de lo que tienes delante– Me señaló hacia mi atrás y me giré.

Zayn me entregaba una caja rosa con un gran lazo. Estaba toda llena de agujeros y extrañamente algo se movía un poco. Sentí la puerta detrás de mí cerrarse, me giré y Adam se había ido.

–Bella, sé que te sientes sola por eso este regalo–.

Lo dejé en el suelo y me lié a abrirlo con un poco de dificultad. Cuando abrí la tapa de el regalo abrí mi boca en señal de emoción. Zayn me había regalado un perro un yorsike marrón y algo negro. Es una hembra. Me encanta este regalo, no me lo esperaba. Cogí a el cachorro en mis brazos que no era ni muy grande ni muy pequeño y miré a Zayn.

–Gracias Zayn, no me esperaba esto– Mi voz se notaba la emoción.

–No quiero agobiarte y se que necesitas distraerte pero porfavor piensa la respuesta, no puedo aguantar más– Me cogió de las manos con cuidado.

–Zayn no es fácil para mí– Zayn asintió.

–Lo entiendo, dicen que la espera merece la pena y espero que la merezca–.

Soltó mis manos, acarició mi mejilla y se aproximó hacia la puerta. Tenía que decirle ya una respuesta, lo que me saliese. Creo que está arrepentido y las segundas oportunidades existen, esa irritante voz llamada consciencia estaba otra vez jodiendome, pero él me ha hecho sufrir mucho conteste, toda la gente puede cambiar y él lo está haciendo volvió a decir. ¡Agh! que estrés.

–Zayn– Digo y el de inmediato se gira.

–Dime Bella– Quería decirle lo que sentía, quería darle una respuesta pero la boca se me cerró. Él esperaba una contestación.

Acaricie el cachorro en mis manos mientras mi frente ya estaba manchada de sudor, de sudor de nervios. Abrí mi boca y la cerré ¿que me pasa?.

–Que gracias por el regalo– Fue lo que salió.

El rostro de Zayn momentos atrás se había iluminado pero ahora se le había quitado todo rastro de esperanza. No se porque mi cuerpo, mi mente y mis sentimientos han reaccionado así.

–Denada– Contestó. Sonreía pero en sus ojos se podía ver el brillo que te sale antes de hecharte a llorar y no me puedo sentir peor.

¡Se acabo!. Ahora mismo voy a tomar una decisión y si mi mente y mi boca no actúa, haré lo que sienta con hechos. Dejé a el pequeño cachorro encima de la cama, me aproximé hacia Zayn y lo giré cogiéndole de el brazo.

Sus ojos se conectaron con los míos, mi boca no podía emitir ningún sonido pero si podía hacer otras cosas. Asique me puse de puntillas porque él era obviamente más alto que yo y lo besé. Le costó seguirme el beso pero al final lo hizo, su lengua recorrió mi boca y ya la respiración se me agitaba, esto es lo que sentía y sí tendré síndrome de Estocolmo pero por lo menos seré feliz haciendo lo que mi corazón manda.

Secuestro | Z.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora