Capítulo 13

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Amber.

«No puede ser cierto, mierda»

Miro sin pronunciar palabra, como Aaron entra por la pequeña puerta de la cafetería.

Puedo detectar el asombro en sus ojos y como hace una rara mueca de desconcierto, como si me estuviera preguntando ¿Que diablos estas haciendo aca?

Se acerca cauteloso y yo solo quiero desaparecer por donde entré.

—Hola Rosss—Aaron la abraza y luego la saluda con un beso en la mejilla.

—Hola Chiquito—Intento no reirme mientras observo como la señora de edad avanzada agarra sus mejillas y las estruja. —Mira, ella es la nueva camarera.

A decir verdad si me reiría, si no fuera porque mi cara estaba entumecida y una "o" se formaba en mis labios, impidiéndome hacer cualquier cosa con esta.

          Aaron se da la vuelta.

—Hola morocha—pronuncia mientras me mira.

Ahora él es el que se encuentra en shock, puedo notarlo por su tono de voz y por su rostro de asombro.

«¿Acaso no me había reconocido cuando entro o su cerebro capta mucho después de que pasan, las cosas?»

Obviamente asombrado, o no, sigue su terrible tono arrogante presente.

   «Oh, si Aaron, no vine solo por un café»

Eso había sonado raro, estupida conciencia.

—Hola Aaron—digo lo mas amable que puedo.

Por dios, no puedo tratarlo mal delante de su abuela, que por supuesto ahora es mi jefa .

    —¿Se conocen?—Rosa pregunta agarrando a Aaron y a mi del brazo, sonriendo.

       «Por desgracia...»

—Si, somos grandes amigos—dice Aaron con sarcasmo.

   Sarcasmo que Rosa no detecta, ya que su sonrisa se ensancha aún mas.

—¡Oh, genial!—habla ella, dandole pequeñas palmadas a su nieto en la espalda—Ven Amber, te quiero enseñar el lugar—dice mientras me hace señas con su mano.

—Claro—respondo en un susurro esquivando a Aaron.

Llegamos a una pequeña cocina, donde se encontraba un señor con un gorro extraño, color blanco.

—Charli—Rosa llama al señor, mientras me indica que me acerque—Ella es la nueva camarera, Amber—dice presentándolo.
Puedo notar por su apariencia, que es bastante mayor.
Tendrá unos 50 años, diría yo.

—Mucho gusto, Amber—dice el señor mientras se saca los guantes y estrecha mi mano.

—Gracias, igualmente—Respondo amable.

—Bueno nos vemos Charli, voy a seguirle mostrando la cafetería—habla Rosa gritando mientras nos alejamos.

[...]

Una hora después, había terminando de ver totalmente la cafetería, junto a Rosa, por supuesto..

—Amber, los días que tu vienes, también trabajará otra chica, llamada Olivia—dice sonriente Rosa.—Hoy no vino porque estaba enferma, pero estoy segura que mañana si—Termina.

Las complicaciones de enamorarte © |Completa| (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora