Capítulo 2

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Amber.

Me levanto de lo mas entusiasmada, y como es de costumbre, desayuno con papá.
Luego de media hora, reviso mi celular para ver si me llegan mensajes de Nath, ya que tendría que estar acá o llegaremos tarde.
Luego de revisarlo una y otra vez, me frustro al no recibir nada, así que decido ir a la escuela caminando, total lo veré allá.
Por supuesto, no es su obligación llevarme, pero si no me va a llevar, por lo menos que me avise antes.

Miro a mi papá.

—Papá, me iré caminando— digo simple.

—¿No quieres que te lleve? Ya sabes... no es ningún problema, hija— dice mientras deja su taza de café en la mesa.

—No, iré sola...¡Gracias igual!— grito mientras estoy en la puerta ya saliendo.

Empiezo a caminar hacia el instituto.

En el camino, voy escuchando música para relajarme y apagar ese mal presentimiento que de alguna manera, apareció cuando me desperté. Siempre he sido de lo mas intuitiva, creo que es algo que herede de papá.

En fin, cuando me quiero dar cuenta, me encuentro en la entrada, y sé que he llegado tarde; así que no me preocupo mucho.

Camino lentamente y con tranquilidad hasta que entro al instituto.
La sola idea de que Nathan esté enfermo o algo por el estilo, hace que mi emoción por nuestro aniversario, decaiga; porque estaría todo arruinado.
Cuando entro, me quedo sentada al lado de la clase, que obviamente, ya empezó. Agarro un cuaderno, un lápiz y empiezo a dibujar.
Dibujo lo primero que se me ocurre, mientras los minutos pasan y pasan esperando a que mi tercera hora para entrar al salón, se cumplan.

[....]

Estoy tan absorta en mi mundo que ni siquiera escucho el timbre; de pronto una balancha de estudiantes empiezan a llenar el corredor y me empujan como si quisieran pasar por encima mío.
Me levanto de golpe y busco a Nathan entre la multitud, lo encuentro apoyado en la pared, super relajado y hablando con los chicos del equipo y con las porristas, que se devoran a todos con la mirada.

Corro hasta él, y sin importarme que este rodeado de sus amigos, lo rodeo con mis brazos mientras doy un saltito para darle un beso.

—¡Feliz aniversario, amor!— chillo mientras me bajo de él, ahora mas tranquila.

La cara de desconcierto que pone, hace que mi emoción se esfume y el malestar ocupa ese lugar.

«Él no se acordó.»

Aclara su garganta.

—Feliz aniversario, Amb— dice ahora mientras me da un simple beso en la frente.

El no actuaba así, nunca era indiferente conmigo, siempre estaba encima mío o molestándome de alguna manera, no sé que ha cambiado en él.

—¿Hoy a que hora sales de los entrenamientos, Nath?— pregunto mientras nos alejamos de su grupo, tratando de ignorar el pequeño malhumor que me apareció de repente.

—Eh..—duda mientras se rasca la nuca— A las ocho de la noche—¿Por qué tan tarde? Uf.

—Bueno, entonces ¿Mañana podemos salir, no?— me hago la disimulada para que no sospeche nada y le sonrío angelicalmente.

Las complicaciones de enamorarte © |Completa| (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora