Las complicaciones de enamorarte © |Completa| (editando)

Capítulo 27

Amber.

Voy a mi segunda clase debido que, por el pequeño percance, no me han dejado pasar a la primera.

Entro y me siento como de costumbre en el ultimo banco dejando mi mochila arriba de el pequeño pupitre frente a mi.
De pronto, la puerta se abre bruscamente y solo me queda mirar para adelante, por el susto.

Aaron me mira y puedo notar enojo en su rostro.

Carajo.

Ni siquiera puedo sostenerle la mirada, cuando clava sus faroles verdes de esa manera tan fría y indiferente como si ayer no me hubiera insinuado que le gustaba.

El profesor interrumpe el murmullo de veinte alumnos y se sienta en su escritorio.

   —Bueno, alumnos— nos mira a todos con una gran sonrisa.— Espero que hayan estudiado para el examen— miro a mis compañeros con cara de horror y estos parecen bastante tranquilos.

«Mierda, ¿Cuándo avisó?»

   —Señorita Wills, ¿Algún problema?— si, supongo que ha visto mi cara de "me estoy apunto de hiperventilar y morirme justo frente a usted".

Niego y le sonrío intranquila.

  —Bueno—asiente, no muy seguro—Entonces, empezemos— se adelanta a repartir las hojas y como parece ser, el examen será corto.

Cuando pone su hoja encima de mi pupitre mis nervios aumentan.

¿Qué mierda son todos estos signos raros?
«Son números, Amber»

  Todos parecen concentrados escribiendo y lo único que puedo hacer es tratar de hacer algo.

Nada, mi mente esta en blanco como la hoja frente a mi, y el lápiz en mi mano está apunto de que romperse debido a la intensidad con la cual lo estoy apretándolo.

Apoyo mi cabeza en el pequeño banco de madera y veo como pasa la hora.

Si tan solo no habría faltado a las clases pasadas...dios.

La hora pasa y pasa, y se acaba el tiempo.

Hay que entregar la hoja.

Todos nos tenemos que acercar al escritorio y yo estoy decidida a entregar mi prueba ultima, total no he hecho nada.

Cuando veo que faltan pocos para entregar, una persona pasa por al lado mío dejando su fotocopia totalmente resuelta.

Miro a mi héroe y veo a Aaron saliendo de la clase.

Mierda, él me ha dado su prueba.

Una sonrisa se dibuja en mi cara, pero cuando voy a entregarla, algo me detiene.

No puedo hacerle esto, él si se merece aprobar.

Borro el nombre que Aaron le había puesto, mejor dicho, borro mi nombre; y escribo el de él.

Dejo la hoja en el escritorio del profesor y salgo disparada en busca de Aaron.

  Voy caminando por los pasillos, pero no lo veo por ningún lado y me estoy empezando a desesperar.

Un chico aparece en mi visión y interrumpe mi búsqueda.

Alzo la vista con la esperanza de que sea a quien busco, pero me encuentro con Jason.

    —¿Pasa algo?— ups, eso sonó demasiado descortés.

Jason me mira con una ceja alzada pero veo diversión en sus ojos.