Las complicaciones de enamorarte © |Completa| (editando)

Capítulo 39

Aaron.

¿Saben?

Siempre creí en el amor.

La diferencia es que pensaba que este no era para mi.

Pensaba en lo difícil que tendría que ser complacer a una misma persona todos los días sin aburrirte.

Comprender sus enojos, sus tristezas, conocer su pasado.

Todo, absolutamente todo.

Pero yo sabia que después de tropezar con la morocha que me volvía loco, nada podría terminar bien.

De hecho... mi hermana esta enojada por eso.
Pase por encima de ella, por encima de todo mi mundo, por que Lizzi lo fue por muchos años.

Pero cuando vi esos ojos azules y me olvide hasta de como me llamaba.
Trate de mirar para otro lado, no quería que alguien se convirtiera en lo mas importante de mi vida.

Soy un chico que se lo que es estar malditamente solo, sin una persona que pueda escuchar mis problemas o simplemente que me preguntara como me había ido en el día.

Amber había puesto su lugar en mi corazón, había empujado las basura y el rencor hacia ella, para convertirlo en pura adoración.

¿Estaré yendo muy rápido?

Por supuesto! ¡Lo estaba!  Estaba yendo extremadamente rápido.

Apenas la conocía, apenas conocía su vida, no sabia de su pasado pero a estas alturas solo quería saber su futuro, mas bien, construir su futuro.

Me había hechizado.
¿Cuándo pase a ser el chico que mas la odiaba a pasar a ser el chico detrás de ella? No lo se.

La habitación estaba en silencio.

Lizabeth nos había dejado sin su presencia pero en su lugar dejo un tenso ambiente.
Amber no decía nada, lo que había dicho mi hermana la había descolocado.

No podía alejarme de Amber.
¿Necesidad?
Si, pura y exclusivamente la necesitaba de tenerla a ella.

   —Amber, deja de darle vueltas al asusto—me mira y su mirada es de confusión total.

   —¿Es cierto? ¿Me romperás el corazón?— sus palabras me hacen desviar la mirada pero aun así contesto.

   —No—musito, cansado, con culpa.

   —Confió en ti Aaron, ya me tienes, esto soy todo lo que soy, me estoy permitiendo sentir cosas por ti como nunca sentí por nadie, no hagas que me arrepienta— asiento.

   —Yo también siento cosas por ti como no siento por ninguna persona, nunca te haré daño, se que somos jóvenes, se que a nuestra edad no pensamos en el amor verdadero, pero tienes que saber algo...— me acerco para quedar a escasos centímetros de ella.— Te quiero, supongo que desde el primer momento que cruzó mi mirada con la tuya, lo mas estupido y el mas maravilloso error fue que te cayeras en mis brazos; porque en vez de poner mis manos para sujetarte puse mi corazón Amber wills, y ahora te pertenece— mis palabras logran sacarle alguna que otras lagrimas.

Puedo ver que aunque las pequeñas muecas de dolor que hace por la jaqueca, sonríe.

No se permite pensar mucho.