Capítulo 34

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Aaron.

Estaba jodidamente estupefacto cuando vi a Jason acercase hacia nuestra mesa.
Por otro lado, la morocha que a estado volviéndome loco en estos últimos días, se desplaza por los asientos para salir y plantarle un beso en la mejilla.

¿Soy yo o Jason se ve mas irritable que de costumbre?

Claro, seguro serán esos estupidos pantalones color celeste chillón que tiene.
Si, estoy seguro de que será eso...

Sabia lo que Amber intentaba hacer, quería darme celos.

¿Razón? Pues que prácticamente insinúe que estaba saliendo con Ryan, y aunque eso fuese falso, me moría de risa al ver como la cara de Amber era un manojo de celos enredados

Igual su estado no era totalmente mi culpa.

De alguna manera, que ella sintiera celos de verme con otra persona hacia que mi corazón fuera abrazado por un calor que jamas había sentido.

Era como si ella prácticamente me estaría dejando ver sus sentimientos, para que yo me hiciera cargo de ellos.

Y eso producía la segunda sensación rara experimentada por mi cuerpo; Miedo.

Miedo a enamorarme totalmente de ella y después perderla por simples y estupidas razones, sabia que en cuento admitiera que estaba enamorado de Amber ese seria mi fin.

Mi vida estaría colgada de la punta de su dedo chiquito con un fino hilo, capaz de romperse ante el mínimo temblor.

Ella se convertiría en algo vital y en algo que con necesidad, tendría que ver a cada rato.

Que no aceptara mi sentimientos hacia ella seria prácticamente lo mismo.

Pero con un proceso mas lento.

Me iría dando cuenta que tan importante podría llegar a ser esa pequeña chica de ojos azules y que tanta cordura estaba dispuesto a perder, después de probar sus labios tantas veces como el tiempo del día me lo permitiera.

En fin.

Eran muchas cosas malas las que conllevaban enamorarme de Amber.

Y no lo digo por como es Amber, no, claro que no.

Ella es prácticamente la perfección en persona sin importar las mierdas de su pasado, sin importarme nada.

Toda ella representaba una maravilla creada solo para mi, como mi propio perfume, creado solamente para que yo lo utilizara; para que yo lo portara.
Sus ojos eran realmente de un color maravilloso y aunque podía ver reflejado en ellos unas incontables preguntas sobre por que de un día para el otro, yo la tratara diferente; todavía no podía decírselo, no estaba en mis planes.


Ella había creado cierta necesidad hermosamente retorcida hacia ella.
Los celos, esa palabra con tan solo cinco letras eran las que me torturaban cuando la veía hablando con cualquier hombre, cualquier mujer, cualquier ser viviente que robara un poco del tiempo que ella tendría que estar conmigo.

Si, sonaba enfermizo, y para mi mismo era una locura.

Ella era una total locura.
Una locura irrevocablemente hermosa y inocente.
Una locura de la que sin duda alguna vez me arrepentiría por no alejarme a tiempo.

Salgo de mis repentinos pensamientos cuando veo como las dos chicas, Mia y Amber, se levantan después de anunciar que irán al baño.

Por otro lado, Amanda sigue asiendo círculos con su pelo enrrollandoselo de una manera que la hacia lucir en vez de sexi, imbecil.

Las complicaciones de enamorarte © |Completa| (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora