Las complicaciones de enamorarte © |Completa| (editando)

Capítulo 20

Amber.

Mientras veo como Aaron sale de la habitación, me dispongo a darme vuelta para agarra la muda de ropa que espero se encuentre en la cama.

Fiel a lo que dijo, está justo donde me indico, lo que me lleva a soltar un gran suspiro de alivio.

Agarro el bóxer que a mi seguramente me quedara holgado y me lo quedo mirando imaginando como le quedara a su dueño.

«¡¿Qué carajo, Amber?!»

Sacudo mi cabeza ante mi repentino pensamiento pervertido.

«Mierda, juntarme con Aaron si que me esta haciendo mal.»

Con cuidado, me apoyo en la cama y prosigo a quitarme la falda, que encarnada a mi, parece no querer salirse a no ser que corte mis piernas.
Después de que prácticamente arranque la fina tela que cubría mi ropa interior, de mi cuerpo; la dejo caer al piso.

Me pongo el bóxer y suspiro cansada, apoyo mis manos en mis rodillas y hundo mi cabeza en ellas.

Todo me da vueltas.
Aaron después de estos días, parece ser una persona completamente diferente y me agrada más de lo que debería.

Su cercanía hace que mi vellos se ericen y mi respiración haga acto de presencia acelerándose al punto de querer hiperventilarme.

Mi pecho se oprime y en mi estomago ocurren pequeños vuelcos, que me hacen odiar esta sensación.

Cuando me contó lo que había pasado con su familia, me sorprendí a mi misma queriendo saber más sobre él.

  Lo que me lleva a pensar ¿Quién es realmente Aaron en mi vida? ¿Por qué despierta ese sentimiento de querer conocerlo mas, que lo que ninguna persona lo ha hecho?

¿Qué diablos esta pasando conmigo?

No sé, pero sé que no esta bien.

Cuando desentierro mi rostro de mis manos,
Me permito mirar con detenimiento su habitación.

Me levanto y camino por la misma, observando algo que nunca creí ver en una habitación de alguien como Aaron.
Música clásica se encuentra perfectamente ordenada en álbumes, sobre un estante y al costado una linda guitarra blanca.

Mi sonrisa se ensancha al fijarme que entre sus álbumes, se encuentra mi canción favorita.

    The Lark Ascending, de Ralph Williams

  Paso las yemas de mis dedos por el instrumento que tengo ahora enfrente, y toco con suavidad las cuerdas que están tensas en el mismo.

Un horrible sonido sale y me río suave ante mi intento fallido de tocarlo.

Ahora mi vista se centra en fotografías y algunos premios que se encuentran sobre un mueble.

   La que más me llama la atención, es una fotografía donde esta Aaron abrazado a una hermosa nena, con los ojos mas verdes que he visto en mi vida.

Los dos sonríen de una manera inexplicable y se demuestran cariño abrazándose fielmente mirando hacia el frente.

La pequeña chica lleva una enorme sonrisa en su rostro y el chico, al que identifico como Aaron de pequeño, parece tener la mismísima cara que refleja la total felicidad.