Las complicaciones de enamorarte © |Completa| (editando)

Capítulo 24

Aaron.

La besé.
La besé porque esos labios habían estado   
tentándome durante toda el día.

Ese olor a vainilla que transmitía cada partícula de su piel, combinado a ese maldito gusto dulce que poseía sus labios, terminaron de confirmarme lo que ya sabia.

Amber era diferente.

Sabia que era así, lo entendía, no era estupido.

Sé que no era una chica fácil y que su carácter no era el mejor.

Pero ... ¿Qué tenia de diferente?

Había visto chicas lindas y puedo jurar que he visto mejores cuerpos que el de ella; su pelo siempre estaba desaliñado y su ropa parecía ser de la más barata que consiguió y no sólo eso, si no que no era de su talla.

Y lo peor es que escondía un lindo cuerpo detrás de toda esa tela horrenda.

  Lo pude comprobar cuando saque su ropa toda manchada con alcohol.Tuve un gran autocontrol para no tocar un centímetro más de lo debido.

Sin embargo, ella tenia algo que la diferenciaba de las demás y era que es ella misma; no finge.

No le importaba lo que pensaras de ella y le tomaba el pelo a cualquiera que se quiera venir a creer mejor y a menospreciarla.

La había observado, sabia como era; detrás de todo eso había una chica dulce y cariñosa, no una chica sarcástica y gruñona.

Pero ese carácter la hacia a ella ser tan... Ella.

Me separo porque ambos necesitábamos tomar aire.

Ella no dice nada y solo se dedica a mirarme por un momento; para luego caminar de nuevo, pero esta vez se desvía hacia donde hay un increíble bosque.

Decido seguirla porque es de noche y debe de estar muy oscuro; corro para alcanzarla.
De pronto ella se detiene antes de poder cruzar los primero arboles y se sienta.

La miro extrañada y ella por fin eleva su cabeza para fijarse en mi.

    —Sientante— sonríe. Me siento enfrente de ella y Amber me hace dar la vuelta, quedando al lado mirando al frente.— Este es mi lugar favorito, desde aquí hay una increíble
vista— mira hacia arriba y la única palabra que viene a mi mente es...

               Maravilloso.

     —Es hermoso— digo anonadado.

Un perfecto modo de ver las estrellas.

Amber ríe suave y yo me doy vuelta hacia ella.

     —¿Por qué me muestras tu lugar?— preguntó extrañado.

     —Porque fuera de todas inútiles peleas que tenemos, me agradas— mi mirada esta en su rostro.

     —¿Alguna vez se lo habías mostrado a alguien mas?—pregunto volteándome a ver de nuevo la vista frente a mi.

    —No— responde más para ella que para mi.

   —Sabes... en realidad no conozco nada de ti —digo calmado observando todo mi alrededor, cambiando radicalmente de tema.

—No soy tan interesante...—susurra sin mirarme.

—Por ahí si me dejaras conocerte...—ella ríe leve, el mejor sonido que pude escuchar en mi maldita vida.

«¿De verdad Aaron?
          Ught que patéticas palabras cliché»

   —Ya me conoces, Aar— le corto.