Las complicaciones de enamorarte © |Completa| (editando)

Capítulo 52

Amber.

Habíamos subido al auto hace diez minutos y todavía nos faltaban algunos más para llegar al instituto.
La tension se había ido, pero no por completo.

Las palabras que había dicho antes habían quedado en mi memoria, marcadas como si de un tatuaje se tratara.
Sabia que estaba arrepentido, pero aún así, me había dolido.

Cuando aparcamos me bajé y sin saludar a nadie, me adentre a la primera clase.

La profesora no había llegado pero uno que otro compañero de ubicaba en sus asiento.

Aaron no me había seguido, creo que había comprendido que necesitaba pensar un poco.

Unas manos en mis hombros hacen que me exalté.
Me doy la vuelta.
Jason, quien no había visto hace bastante, me dedica una pequeña sonrisa.
Sonrío con todos mis dientes al ver que no seguía enojado.

—Jason...— mis mejillas se sonrojan furiosamente ante la vergüenza que siento en ese momento.

—Para que sepas, ya no estoy enojado contigo...—achino un poco lo ojos— Realmente, nunca lo estuve— se corrige.

La profesora entra, indicándonos que nos sentemos.

Así lo hacemos.
Yo en el anteúltimo asiento y Jason en el ultimo.

Siento un susurro en el oído.

—Estas más linda que de costumbre—una pequeña sonrisa se forma en mis labios y me reprendo ante eso.

<<¿Qué diablos Amber? ¡Tienes novio!>>

Me doy la vuelta y lo miro.
Sonríe tímidamente pero se que es solo una mascara.
Jason no es nada tímido, lo había comprobado.

—Tengo novio—¡Lo había dicho en voz alta! ¡Él había sido la primera persona en saberlo, además de mi papá!

Su sonrisa se borra de golpe, y es remplazada por una linea tensa.

Sonrío en forma de disculpas.
Parece que reacciona y solo asiente, bajando la cabeza.

Vuelvo a mirar al frente.
La profesora no tenia que dar las clases, pero el director nos tenia que entregar la boleta de calificaciones y la invitación de la graduación.

Otro tema que me tenia bastante alterada era ese.
Tenia primero el viaje con Mia, luego el recital y por ultimo la graduación.
Luego planeaba irme a estudiar a otro lado, pero esos planes los había dejado de lado.
Mi papá había ahorrado para pagarme la universidad que yo quisiera en Nueva York, pero lo había decidido.
Mi lugar era acá, con Aaron.
Buscar una carrera que se acoplara con la de él, así no tendríamos una relación a distancia. Sabia que muchas veces no funcionaba, y no estaba dispuesta a perderlo por un capricho.

[...]

El timbre de la quinta hora suena.
No había visto a Aaron en toda la mañana por lo que decidí buscar yo su boleta y su invitación para pasarme por su casa y dársela.

—¡Amber! ¡Espera!— miro a mi costado y veo a Mia, quien corre con sus libros.
—¡Te voy a matar!— Mike corre detrás de ella tratando de impedir que se tire encima mío.

Siento un peso caer contra mi y a mi mejor amiga mirándome acusadoramanente

—¡Me declaro culpable!— cierro los ojos, esperando un golpe, pero solo siento una pequeña risa.