Las complicaciones de enamorarte © |Completa| (editando)

Capítulo 23

Amber.

Cerré la puerta luego de que termináramos de salir, mientras veía a mi papá subir a su habitación silbando.

—¿Por qué le dijiste eso a mi padre?— suspiro irritada.—Ahora se va a creer que quieres ligar conmigo.

  El no pronuncia palabra y parece absorto en sus pensamientos.

Nos subimos en silencio y arranca a valla saber donde me lleva.

Mientras íbamos andando, el viento abrazaba mi rostro, y podía ver que no nos dirigíamos a la ciudad.

Los faroles que iluminaban Seattle, iban haciéndose más pequeños a medida que salíamos de allí.

Mi mente vagaba hacia los posibles lugares para cenar que podrían haber a las afueras, pero solo había uno.

Mi preferido.

No es posible que Aaron me esté llevando a mi restaurante favorito ¿O si?

[...]

Sí, definitivamente estaba equivocada.

Estábamos acá, en  "midnigth Cusp".

Por dios, para ser mi lugar favorito para comer, hace mucho que no venia.

Baja de su increíble moto y él me ayuda a hacerlo a mi.

—¿Te gusta?— río porque este, es exactamente el lugar donde quería venir.

Asiento distraída mirando el restaurante, que parece haber sido reformado.

Nos adentramos y sentamos en el casi vacío lugar. Unos minutos de silencio se instalan entre nosotros; a lo que procedo a hablar.

—Este es mi restaurante preferido ¿Lo sabias?— parece sorprendido, y ahora yo lo estoy aún más.

—Este es el lugar donde solía venir con mi madre y mi padre antes de que toda la mierda pasara— murmura.

—Entonces digamos que...¿Este lugar
te gusta?— pregunto interesada.

—Si, es uno de mis dos lugares favoritos

—¿Y cuál es el primero?

—Luego te lo mostraré— ríe.

Una mesera nos interrumpe y solo puedo mirar para otro lado cuando veo como le brillan los ojos al momento de atender a Aaron.

—Buenas noches ¿Qué desean ordenar?

—Buenas noches—contesta Aaron distante—Si, quería la especialidad.... ¿Y tu?—Pregunta Aaron mientras sigue mirando el menú, sin importarle que la mesera este haciendo un charco de baba al lado de él.

—Lo mismo— le sonrío amable pero aún así mis palabras salen más tajantes de lo que deberían.

—Entonces así será.—se marcha con una sonrisa en la cara y yo me dedico a mirar a Aaron con una ceja alzada.

—¿Será tu ligue de una noche?—pregunto como de costumbre.

—Tengo otr..— el sonido de una llamada entrante, interrumpe a Aaron.

Él me da una mirada de disculpa y yo solo asiento.

—¿Hola?— pronuncia Aaron distraídamente.

Parecen contestarle a lo que el abre los ojos sorprendido.

Tapa el parlante del celular y me mira.