Las complicaciones de enamorarte © |Completa| (editando)

Capítulo 35

Amber.

La lluvia caía y con eso las ganas de matar a Aaron aumentaban.

Si no fuera por el y su gran boca no estaría acá, mojándome, tratando de convencer a Jason de que todo lo que había dicho Aaron era una mentira.

¿Pero...Cómo podía hacerlo, si básicamente tenia un poco de verdad?

Sigo tratando de que Jason no se valla y pongo las manos en su ventanilla del auto.
No quiero que el se enfade conmigo.
Bastante personas me han puesto en su lista negra para que otra mas lo haga, y encima por culpa de Aaron.

Veo como murmura algo impaciente, pero solo se dedica a bajar la ventana.

  —Ya basta Amber, vas a enfermar, vuelve adentro del local—lo miro con suplica y el vuelve a hablar mirando detrás mio— Parece que alguien te necesita, yo me voy— me doy la vuelta y miro.
Aaron se encuentras sin su chaqueta con la intención de acercarse a donde estamos.

  —Jason por favor, tu me caes bien como amigo, prométeme que no te enojaste— el rueda los ojos y mira hacia el frente mientras arranca el auto.

  —Si Amber, no me enoje... Amiga— la ultima palabra la soltó con un toque de ironía y yo solo me dedico a mirar para abajo.

Bajo las manos de su ventana cuando el me sigue mirando impaciente y veo como arranca a toda velocidad, para irse.

Me doy la vuelta y sin no fuera por la lluvia se que mi rostro estaría ardiendo de la furia.

Me acerco hasta Aaron quien esta mojándose también y cuando estoy lo suficientemente cerca hablo.

  —Eres un idiota, el era mi amigo— se que esta arrepentido cuando baja la mirada, pero aun así habla.

  —El tenia que saberlo, se estaba haciendo falsas ilusiones— pasa su chaqueta por mis hombros y cuando me quiero dar cuenta, me atrae hacia el—Perdóname, vamos al auto, no quiero que te enfermes— me río irónica.

—Como si te importara— aun asi, me dejo la chaqueta por que el frio cala mis huesos.

—Si me importas— no replico mas y me dejo llevar por Aaron, quien nos conduce hacia su auto.

No pienso en despedirme de mis amigos, por que la lluvia y el viento me lo impiden.
Cuando Aaron saca sus llaves, abre la puerta para mi y me subo. Lo veo correr hasta su puerta de piloto y pronto, lo tengo alado mío.

Conduce en silencio y así lo prefiero.

[...]

Después de que le termino de mandar un mensaje a Mia de que estoy bien y que me ido, veo como Aaron se desvía del camino de mi casa.

Me vuelvo hacia el.

  —¿Qué haces? ¿Dónde vamos?—pregunto extrañada.

  —A mi casa—responde simple mientras me mira por un breve segundo.

  Asiento.
¿Esperen...¡¿Qué?!

  —¿Qué? ¡No!— lo miro horrorizada y el solo niega con la cabeza mientras suelta una risita.

—Vamos Morocha, si sabes que mi casa queda mas cerca— ruedo los ojos.