Las complicaciones de enamorarte © |Completa| (editando)

Capítulo 16

Amber.

Cuando veo que falta poco para que Mia decida pasar a buscarme, me adentro a mi habitación y busco algo para ponerme.

Me decido por unos shorts de jeans, una blusa negra y obvio, mis adoradas zapatillas.

  Dejo todo arriba de mi cama y entro al baño.
Cuando me termino de bañar, me visto y me maquillo lo mas natural posible.

       El timbre suena.

            «Justo a tiempo, Amber»

   Bajo las escaleras corriendo y abro la puerta que deja ver a mi mejor amiga con unos jeans que le quedan mejor que a nadie y un top sencillo blanco.

La fundo en un abrazo y ella empieza a quejarse ya que la dejo sin oxigeno.

    —Amb, Mike fue a buscar a Aaron y ya están viniendo para acá—Dice Mia mientras chilla alegre.

    —Se te nota bastante emocionada—le digo riéndome de su actitud.

    —Creo que solo me pone feliz que vayas a salir con un chico después de largas ¿semanas?—habla mirándome con una sonrisa picara.

   «Que exagerada...»

   —Espero que sepas que ni muerta estaría con Aaron—Le digo mientras la miro.

   —Aaron no te mira como a las demás—Eso de alguna manera logra despertar cierta calidez en mi pecho, pero antes de que pueda darle nombres a esta rara sensación, el timbre suena por segunda vez.

    —Llegaron—susurra mi amiga más emocionada que nunca.

    —Nosotras tenemos una conversación pendiente—Le recuerdo mientras me alejo.
               
Abro la puerta.

Mike y Aaron entran, el primero va directo a saludar a Mia.

     —Nos volvemos a ver, morocha—Aaron habla mientras pasa un brazo por mis hombros, gesto que hace bastante seguido y yo siempre termino sacando su brazo.

   Para su sorpresa, hoy no lo hago.

   —Si... —respondo sin saber que decir o hacer.

   —Amb, al final decidimos ir a la fiesta de David hoy—habla mi amiga con una gran sonrisa.

   —Yo no tengo ganas de ir—le digo a mi amiga mientras hago una mueca de desagrado.

   —Por supuesto que iras—me mira con el ceño fruncido.

   —Déjala, las chicas como ellas no van a esas fiestas—dice Aaron mientras me mira burlón.

  —¿Cómo... las chicas como yo?—pregunto mirándolo serio.

  —Miedosas—¿Qué?

¿Acaso me acaba de decir que tengo miedo?

  —A lo único que tengo miedo es que alguien que ni siquiera conozco, vomite en mi ropa—le sonrió con sarcasmo.