Las complicaciones de enamorarte © |Completa| (editando)

Capítulo 15

Amber.

    —¿Hola?—Contesto distraída y camino hacia Rosa con el nuevo pedido.

    —¡Hola, mejor amiga!—Una voz chilla del otro lado del teléfono me hace sujetar mi cabeza.

   —¡Mia!—Digo riendo por su tono.

   —¿Cómo estas?

   —Bien, ya sabes... en el nuevo trabajo—Digo con una sonrisa.—Espérame un segundo—Pido, mientras tapo el parlante del celular

  —Rosa, aquí tienes el pedido de aquella
mesa—Aviso.

  —¡Dale!—Me dice sonriente, como siempre.

«De verdad...¿cómo hace para estar siempre feliz?»
             Me alejo.

   —Ahora si ¿Para qué llamas?—Digo rápido, ya que tengo que seguir atendiendo.

   —Oh si, acuérdate que te paso a buscar a las ocho, después hablamos, adiós—habla tan rápido que apenas le llego a entender.

   —Pero ¿qu—El sonido que indica que la llamada finalizó, me interrumpe.

«Cierto, los bolos.»

Guardo el celular en el bolsillo de el delantal como estaba entes, y agarro la bandeja que Rosa a dejado para la mesa de las rubias.

Por suerte, Olivia se había encargado de los otros clientes.

Camino a paso firme hasta la mesa y dejo el pedido en la misma.

    —La próxima no demores con el celular por que, que yo sepa, en horarios de trabajo no se puede usar—Dice mientras agarra su café y me mira de arriba a abajo con desprecio.

   —Tus uñas me demuestran cuanto sabes de trabajar—Respondo mientras le sonrió de la peor forma.

Abre y cierra la boca tratando de contestar algo pero lastimosamente no lo hace.

Mi respuesta la a dejado muda, sonrío ante eso.

    —No juegues conmigo, Amber—Se para y se inclina, susurrándomelo en la cara.

Me acerco a su oído y susurro de la misma forma.

   —Ya lo hice madame—Y con eso, me inclino haciendo una reverencia estupida, molestándola; y me doy la vuelta para decidir ignorarlas.

[...]

  Después de unas horas, Rosa espera un momento para que la cafetería, por fin, quede vacía y pone el cartelito de "cerrado" en la puerta.
Luego se da la vuelta y habla.

    —Hoy lo hiciste muy bien Amber—Me regala una de sus típicas sonrisas—Y tu también Olivia.—Finaliza mientras mira a la chica.

   —Gracias—Respondo amable.

   —Si, muchas gracias—habla Olivia.

Rosa se va a la cocina.

   Las dos nos damos vueltas al mismo tiempo cuando sentimos el ruido de la campanita.

Antes de que pueda decir algo, Olivia se adelanta.

   —Disculpe, pero la cafetería esta cerrada—río al ver la cara que pone Aaron, pero mi sonrisa se borra al ver como la mira descaradamente de arriba a abajo.
  
«celosa?»
No, ¡Claro que no!
«Oh, si que lo estas, Amber»