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–no sabes lo dura que es mi vida, sin ti, mi amor, por favor donde quiera que estés, vuelve conmigo ¿sí?. —
Escuche que se abrió la puerta de la habitación y me di la vuelta encontrándome con la cara de Allison.
Había pasado ya dos meses, la bebé ya estaba conmigo en casa, claro con un enfermera las 24 horas del día, pero al fin en casa.

–hola, ¿como estas? — limpie las lágrimas que tenía en mis mejillas y sonreí.

–Hay vamos, ¿como estas tu? —pregunte.

–Justin, me iré... Otra vez, ella es mi mejor amiga, pero yo ya no tengo nada aquí, digo... Ella esta... Esta, no sé como decirlo sin lastimarte... —mire sus ojos y bajo la mirada, sabía lo que quería decir, pero me negaba a aceptarlo, mi princesa va a despertar.

–despertará, lo sé, lo hará, sólo... Sólo necesita tiempo, esta descansando —dije viéndola y sonrió negando con la cabeza.

–Justin, los doctores lo dijeron... Tu lo haz escuchado, cada día esta más débil, la estas obligando a que luche, estas obligándola a que se quede aquí, ellos dijeron que la sacarías de su miseria si la desconectaran.

–¿¡estas loca?! —exclamé, con las lágrimas ya saliendo. –ella despertará, lo sé, algo dentro de mi me lo dice, ella va volver conmigo, no puede dejarme, no puede irse de mi lado... La amo, Allison, la amo y la necesitó conmigo. —
Ella comenzó a llorar, se acerco a mi y me abrazo.

–quería contarte algo antes de irme, no hables solo escucha... —estábamos sentados enfrente de su cama, ella estaba apoyando su cabeza en mi hombro. –le conté la verdad a Maddie, le explique que Matthew y yo nunca nos acostamos, en realidad él nunca le fue infiel, cuando ella creyó verlo sonreír conmigo y creyó que él me miraba a mi de la manera en que la mira a ella era sólo porque él estaba borracho, pensó que yo era ella, dejame explicarte. Fue una noche en un club, él estaba solo, así que me acerque a él, pero me rechazo, después de unos minutos estaba tan borracho que logre persuadirlo para que fuera conmigo, claro él creía que yo era Maddie y ella nos encontró juntos, desnudos y besándonos, pero nunca paso más, ella solo vio eso y yo vi como se fue —término de hablar y se separo de mi, la mire y bajo la mirada nuevamente.

–¿por qué hiciste eso?

–quería vengarme, quería hacerlos sufrir, pero después me di cuenta que no, que en realidad no quería ver sufrir a nadie, que solo quería ser feliz y estar con mi mejor amiga, pero... No sé, algo dentro de mi, hizo que yo hiciera eso y después me arrepentí. —dijo.
Se levanto, para irse. No sabía si creerle, por la expresión en su cara podía deducir que si era verdad, aunque no tenía idea, en estos momentos solo tenia tiempo para pensar en mi princesa. –adiós, me avisas cualquier cosa. —me dio unas pequeñas palmadas en el hombro y se fue.
Mire otra vez a _____, mi niña. Se veía tan apagada, se veía tan débil, tan frágil.

Sin darme cuenta me quede dormido, apoyando mi cabeza en su pierna. Al despertar Maddie estaba ahí. Sonrió al verme.

–no has dormido, en días, en semanas...

–Maddie dame un peine —dije y ella buscó en su bolso.

–toma.—
Lo agarre y comencé a peinar el cabello de mi princesa. Estaba despeinada y aún así se veía perfecta, siempre con esa belleza que deslumbraría a cualquier hombre.
–sabes que esta... Esta... Bueno tu me entiendes, en este momento no importa lo despeinada que ande. —

–dejame, sólo quiero imaginar que en cualquier momento va a despertar y que estará conmigo, siempre.

–a veces pienso que nunca despertara, pienso que estará así hasta que la desconecten —dijo Maddie y parecía increíble, pero por dentro, muy en el fondo, yo sentia lo mismo, sentía que ella no despertaría, sentía que me dejaría, que no volvería conmigo, no esta vez.

–yo pienso lo mismo...

–vamos Justin, tienes que ir a darte una ducha, ir a comer y dormir un poco. Por favor, hazlo por ella, hazlo por su hija.

–de acuerdo, vamos. Ya vengo mi amor, regresaré pronto.—bese la mano de mi reina y nos fuimos, cerré la puerta, echando un vistazo por última vez, seguía dormida y tal vez así seguiría, quien sabe hasta cuando.

Además, eso era lo que quería pensar, que estaba dormida y que tal vez pronto despertaría. Aunque muy en el fondo, sabia que no sería así.

Just A Dream {SIN EDITAR}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora