Toda la noche di vueltas en la cama como salchicha en aceite de lo nervioso que estaba con respecto a la situación entre Joana y yo.
Tuve que hacer una rápida videollamada.
—Mamá —digo desesperado apenas contesta—. ¡Ayuda!
—¿Qué pasa, amor? —ríe.
—Tengo un problema.
El lugar luce un tanto oscuro, con poca luz de fondo, y tal parece que está en su habitación.
—¿Problema? —ríe—. ¿De qué se trata ahora?
—Sobre Joana.
—Qué novedad —escucho los pasos de sus botas para el frío—. ¿Por qué me llamaste a esta hora? Debe ser algo importante, seguramente. Du ringer bare meg når du trenger noe.
—Eso no es cierto —excuso—. También llamo para saludar, a veces. Pero, necesito un consejo.
—¿Qué clase de consejo?
—Vale, uhm... —desvío la mirada, nervioso, un tanto colorado para poder cruzar la calle—. Es de esos que... vale, requieren una especie de, uhm... ¿confesión? ¿Declaración?
—Madre mía, hijo —exclama contenta—. ¿Te le vas a declarar a Joana? ¡Hvor spennende! —de pronto, el ruido de una silla recorriéndose hacia atrás con fuerza se escucha—. ¡Héctor! ¡Héctor, ven! —grita.
—No, mamá —digo nervioso—. ¡Mamá!
—¡Héctor, que Rubén necesita un consejo de hombre a hombre!
—¿Qué pasa? —escucho a lo lejos.
—¡Ven, rápido, que necesitamos tu ayuda!
Hostia... Y yo que quería ser discreto con la situación. Continúo arreglando mi escritorio para cuando mi amiga llegue y encuentre un tanto más en órden.
—¿Aló?
—¡Padrino! —saludo con emoción para ocultar mis nervios y vergüenza—. ¡Eeeehhh!
—¡Hola campeón! ¿Cómo va todo?
—Hola, hola, hola —río—. Todo bien. Está todo bien aquí. ¿Qué tal allá?
Tan sólo imaginar a Joana sentada sobre mi cama me pone a dar vueltas el estómago de una manera nerviosa y emocionada.
—Por acá todo bien —abraza a mi madre por el hombro—. Esta mujer de aquí, que se la pasa gritándome siempre.
—Quiere declararle su amor a una chica —interrumpe, inquieta, con una sonrisa del tamaño de sus mejillas.
Abre sus ojos, grandes, llenos de sorpresa ante el tema de conversación.
—Hmm, buena pregunta. Supongo que debes iniciar con la propuesta en sí, me refiero a que, debes tener un lugar en mente para decírselo, ¿no?
—Sí, sí —respondo—, pero, ¿y yo qué digo, o, qué hago? ¿Cómo debo decírselo?
—Así; sólo dilo y ya, amor —añade mamá—. No es tan difícil. Si te dan nervios, solo respira, y suéltalo cuando sea el mejor momento. Invítala a cenar, eso siempre ayuda.
—¡Sí! Invítala, a un lugar bonito. Sólo sé tu mismo campeón, si realmente sientes que esta chica es para ti, podrás con ello. No necesitarás cientos de flores ni chocolates; con mirarla a los ojos lo sabrás. Sentirás este cosquilleo, y las manos te van a sudar, y pues, eso.
ESTÁS LEYENDO
Peor Que Un Gato [Rubius Fanfic]
Fanfiction⚠️⚠️[NOVELA EN PROCESO DE REVISIONES/CORRECCIONES/EDICIONES]⚠️⚠️ Alejandra Melgar tiene muchas preguntas. ¿Por qué sus días son una rutina constante? ¿Cuándo pasará algo interesante? ¿Está conforme con su vida, o sólo ya no le importa? ¿Continúa hac...