Me levanto temprano, con la idea de que puedo convencer a mi madre por medio de su estómago; le estoy preparando un desayuno profesional.
Han pasado tantas cosas en este último mes que no sé por donde iniciar.
Estas vacaciones han sido intensas y extrañas; nunca había tenido un verano como este. Probablemente porque siempre éramos Jamie, mi madre y yo, pero, ahora, con Toncho, Joana y Rubén, supongo que las cosas pintaron a favor. No quiero contar mi último mes por ahora. Quisiera que las cosas fueran más fáciles.
Quisiera no ser yo tan complicada.
Debo concentrarme en el desayuno. Al fin y al cabo, sólo es una tarea que debo entregar para el final del verano para mantener mi promedio intachable. Pronto acabará. Pronto acabaremos todos, y entonces yo...
No. No pienses en eso justo ahora. Concéntrate en picar bien la cebolla, sin pedazos grandes.
De pronto, una imagen del abrazo de ayer llega a mi cabeza. Seguramente quedé como tonta al lanzarme hacia él. Quiero decir, pude haberlo tirado; soy muy pesada y, él luce apenas capaz de cargar cosas no tan pesadas.
Qué tonto de mi parte. Qué ridícula. Debí haberme lanzado hacia el sillón. Debí haberme controlado mejor, pero, incluso si lo digo así... Me gustó. Sentí, lindo, como, cuando sueltas una bolsa muy pesada de tu mano, y sientes que la sangre vuelve a circular por todo el brazo. Desde la primera vez que me abrazó, no dejo de pensar en el sentimiento que sentí, y el que, justamente ayer se volvió a repetir, en un efecto de unidad con él, como si nuestra distancia física no existiera. No. No me arrepiento, pero, desearía hacerlo. ¿Qué demonios? ¿Por qué pienso en ese tonto?
¡Aaahhh! ¡El huevo!
Lo volteo con rapidez, para percatarme de que lo he salvado por apenas.
Debería enfocarme en el presente. Ayer por la noche me encargué de limpiar toda la cocina, así como la sala, y de prepararle una buena cena ligera a mi madre. Debo ser valiente y pedirle permiso, verme tranquila. Debo mantener la mente abierta.
Llamada entrante. Jamie.
—¡Aleee! ¡ALEEEE! —grita emocionado, por lo que me retiro un poco el móvil de la oreja—. ¡My father said yes! ¡HE SAID YES! ¡Oh, my God!
—¿Tan pronto? —pregunto, nerviosa—. ¿Cómo le hiciste?
Anoche, cerca de las nueve de la noche, me mandó un sin fin de mensajes diciéndome lo emocionado que estaba por ir de viaje con nosotros, y que hoy temprano le pediría permiso a su padre. No me sorprendería que la señora Sweeney también aprobara esa idea pero, a pesar de todo, es su niño adorado y su más grande amor.
—No lo sé —dice, masticando algo—. Sólo, fui a su estudio y, hablé con él pacefully, so, me dijo que sí, y le mostré el plan.
—Guau —volteo una última vez el huevo—. Ojalá fuera así de fácil conmigo.
—¿Ya le has preguntado a tu mamá?
—No...
—¿Por qué? ¿Te das cuenta de que faltan cuatro días?
—No me estás ayudando...
—Right...
—Intentaré preguntarle ahora. Sólo... necesito suerte —apago la estufa y busco un plato.
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Peor Que Un Gato [Rubius Fanfic]
Fiksi Penggemar⚠️⚠️[NOVELA EN PROCESO DE REVISIONES/CORRECCIONES/EDICIONES]⚠️⚠️ Alejandra Melgar tiene muchas preguntas. ¿Por qué sus días son una rutina constante? ¿Cuándo pasará algo interesante? ¿Está conforme con su vida, o sólo ya no le importa? ¿Continúa hac...