Entre cartas y dinero. Parte dos.

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Casi todos los hermanos estaban reunidos en la mesa

-¿Santiago, vas a cenar?- me preguntó alek

- no, de hecho voy a salir.  ¿Denis me prestas tu auto ?-

- claro , las llaves están sobre la mesa de la entrada - respondío el enano

- ¡espera ! Te acompaño - habló roman inmediatamente - no puedes salir solo. No sabemos si haya alguien buscándote o un amigo del mono -

- no es necesario roman. No creo que queden seguidores de ese hombre- respondí tranquilo

- Santiago , creo que es mejor que Roman te acompañe . No sabemos quien puede estar esperándote . Enemigos tenemos en todas partes y es mejor que entre nosotros ,como manada nos cuidemos. Así estaremos más tranquilos. Estaré más tranquilo- las palabras de aleksey me convencieron. Aunque no de buena gracia.

- está bien - bufé - regresaremos pronto- les dije antes de salir.

Sabia también porque lo hacían . La última vez que me dejaron solo ,no regrese en más de una semana . Querían tener de todas formas un ojo en mí. No es que fuera a consumir, pero era lógico que ellos ya estuvieran predispuestos a suponer lo.

- ¿ A dónde vamos ?- pregunto roman subiendo al asiento del copiloto.

- a un casino -

-¿ vas a apostar?- me preguntó sorprendido el lobo

- No. A visitar a un viejo amigo -

Media hora después estábamos entrando al famoso casino de wrotervill. Propiedad de cambiaformas zorros. De hecho era la única manada de zorros en más de dos estados. Hacía años que yo me pasaba por aquí para cambiar dinero.  Con el tiempo me conocieron y poco a poco comencé a venderle al alfa algunas dosis para sus amigos humanos que querían tener una "noche loca".

Roman a mi lado no había dicho nada. Traía el ceño fruncido, y su mano cerca de mi espalda. Como si me fuera a escapar o me fueran a robar de su lado. No me molestaba su protector gesto. Así que seguí mi camino pasando de largo por las mesas de apuestas y la barra. Sabia que muchos de los aquí presentes no me reconocían. Pero habían unas cuantas caras que no habían cambiado y me miraban sorprendidos. Bueno. Estaba muerto hacia mas de quince años y luego aquí aparecía como si nada.

Eso era motivo suficiente para estar "sorprendido".

En la puerta que daba a las instalaciones del hotel del casino había un gran hombre. Un lobo por su forma de pararse y mirar detenidamente antes de olernos.

- avísale a Estefan que hay un hombre llamado Santiago en su casino - le dije al hombre que solo me miró con una ceja alzada.

- es para hoy - le recrimine . El hombre solo bufo antes de llamar y dar aviso.

Podía notar lo tenso que estaba roman con esta situación.

- tranquilo, no va a pasar nada - le susurré , al notar el estrés que estaba cargando en sus hombros. Sé que estábamos llamando la atención de muchos en el lugar. Pero no era para que estuviera así

- hay algo que no me gusta. Hay demasiadas miradas. Y hay muchas de disgusto- dijo cerca de mi oído

- no les hagas caso-

Mi mirada de dirigió al imponente hombre que salía del ascensor. El alfa Estefan . Hacía años que no lo veía.  Y no había cambiado en nada. Seguía igual de elegante.

- ¡estás loco ! Santiago ¿Cómo se te ocurre llegar así ?- fue su saludo.

- hola ¿Cómo estás ? Yo muy bien. Me alegra verte vivo, pues no sé, en mi tiempo se saludaba- espete algo molesto

Relatos De La Manada Rusa Del Este Donde viven las historias. Descúbrelo ahora