Relatos De La Manada Rusa Del Este

La estafa

Manejaba con dirección a la mansión más custodiada de la ciudad. Bueno. Más llena de lobos y hombres armados. Me sudaban las  manos y el corazón pensaba que se me iba a salir de lo rápido que lo sentía latir en mi pecho . Respire profundo tratando de entrar oxígeno a mi pulmones y calmar los nervios que se revolvían en mi estómago.

En otro auto detrás de nosotros iban Denis y salvatore . Siguiéndonos con cautela .

Ví cuando el auto paró una cuadra antes de la entrada de la propiedad. Dejando el auto camuflado con una pared , de esta manera nadie sabría que ellos estarían ahí esperando.

Por mi lado , iba con alek y el capturado en la parte posterior del auto .

Justo al llegar a la entrada. Hice que mi olor a morti se sintiera. Ví como tres hombres pararon mi auto . Bajé la ventanilla.

- vengo a ver a su jefe - dije seriamente

-¿ quién eres ?- habló el hombre , al que reconocí como uno de los lobos pardo .

- eso no te interesa. Dile al mono  que hay un morti que le trae un precioso regalo de cabello rojizo. Y que no me gusta esperar - dije bruscamente.

Para mí buena suerte. Denis ve muchas películas, cosa que nos hizo usar a Alek y a mi  ropa negra estilo militar y un tapabocas con estampados. El mío tenía una sonrisa maniaca y el de alek era de una calavera.

Al menos con esto nos veíamos un poco más rudos. Y no como dos chiquillos que nos​ temblaban las piernas.

El hombre pardo ,mando a sus hombres a revisar el auto y después de un llamado por su radio. La gran puerta de rejas se abrió ,dando me pasó a la propiedad.

Recorrimos más de diez metros hasta la entrada de la casa. Diez metros en que ninguno​ de sus hombres nos pudo visualizar.

Estacioné al frente de la gran puerta de la mansión. Necesitaba fuerza para hacer esto. Sabía que me iba a dar algo de los nervios. Tome el pequeño recipiente de acero que tenía en mi saco y tome un sorbo de sabor amargo , que raspó con calor mi garganta. Un trago de whisky no caería mal para este momento.

Abrí la puerta para salir

- solo puede ir uno de ustedes, al jefe no le agradan los mortis - dijo el hombre. Yo solo asentí y mire a Alek .

Este solo me miró con el ceño fruncido. Con mis ojos mire la guantera . Alek solo voltio y miro feo al lobo pardo. Este chico sabía actuar muy bien .

Salí del auto  y abrí la puerta trasera ,sacando al " presente " .
Me sorprendió mucho cuando recogimos a Santiago en el hotel . Yo me imaginaba a un chico loco , de mi edad y más informal. Pero en cambio nos encontramos con un chico que aunque joven , parecía ser un hombre que había visto mucho en su vida. También traía puesto un traje hecho a la medida. Unos zapatos de charol nuevos lustrados y un reloj imposible de no notar en su muñeca.

Sinceramente su forma de hablar no se asemejaba a su apariencia.

Mi capturado traía una bolsa de lana oscura en su cabeza y las manos atadas. Obviamente había abierto un roto en su nariz para que pudiera respirar.

El plan era sencillo. Compraría la libertad de los lobos. Mi pago sería Santiago , pero si el mono no aceptaba. Le cortaría la garganta y le dejaría la cabeza de su chico a los pies de su cazador.

Los pasillos eran largos y en cada esquina veía a varios lobos echados. Algunos​ me gruñían , otros​ solo observaban con detenimiento. Jamás me agradaron los pardos. No eran confiables. Se vendían fácilmente al mejor  postor.