Sylvie, el regalo que siempre hemos añorado.

Navidad

Hace unos pocos instantes atrás había llegado junto a Sylvie a casa después de visitar el mercado en su compañía, en ese lugar habíamos hecho las compras de insumos y alimentos correspondientes a la semana. Mientras ordenábamos las cosas noté a Sylvie pensativa y absorta en sus pensamientos. Me acerqué a ella y le pregunté lo que le sucedía.

— ¿Sylvie te notó muy pensativa? ¿Te sucede algo?

Mi pequeña señorita de manera pensativa me dijo:

— No Amo estoy bien, sólo que me resulta muy extraño como está siendo adornado el pueblo en estos momentos por los habitantes que viven en el...

Con un tono amable de voz mencione:

— Es verdad, Sylvie había olvidado comentarte que en estas fechas del mes de diciembre se celebra Navidad. En esta festividad la gente se preocupa de decorar sus casas con diferentes adornos que embellecen las afueras de sus hogares, ellos usan un pino y lo decoran con lienzos multicolores, sumado a cascabeles y bolitas de diversos colores en las puntas de cada rama.

Sylvie me escuchaba atenta. Notaba en su expresión un leve asombro. Por su parte me percaté que nueva información se integraba a sus conocimientos.

Sylvie se dirigió a mí nuevamente y me dijo:

— ¿Así que todo lo que hace la gente del pueblo trata sobre esto? ¿Amo usted celebra la navidad?

Con una leve tristeza en mi tono de voz dije:

— A decir verdad, desde que llegue a vivir en las cercanías del pueblo, no la he celebrado.

Sylvie con una mirada apenada pronuncio:

— Ahhh...entiendo Amo...

Por mi parte antes de conocer a Sylvie, era una persona demasiado solitaria. En el pasado había recibido invitaciones de algunas familias del pequeño pueblo para compartir con ellas de esta festividad que sólo se celebra una vez al año, pero siempre inventaba una excusa para no asistir y acompañarlos en su celebración de navidad.

Medite un poco más sobre si debía celebrar esta especial festividad, después de unos segundos de reflexión decidí que esta era una buena oportunidad para darle a conocer a Sylvie lo bonito que es vivir navidad acompañado de alguien especial para ti.
En estos momentos no estaba solo, tenía la suerte de tener la grata compañía de Sylvie a mi lado y mi pequeña señorita celebraría junto a mí su primera navidad.

Me dirigí nuevamente a Sylvie y le dije:

— ¿Sylvie qué te parece si tenemos nuestra celebración de navidad juntos?

Mi pequeña señorita con una sonrisa en su rostro menciono:

— Si el Amo tiene ganas de celebrar navidad, me sumaré gustosamente a ayudarlo para que pueda hacerlo.

De manera cariñosa acaricie con cuidado el sedoso y lindo cabello de Sylvie.

— Que bueno. Podemos encontrar en la ciudad todo lo referente a adornos y lienzos. Sobre el pino, deberé ir al bosque y cortar uno pequeño que se adapte al tamaño de nuestro hogar...

Sylvie se veía muy animada escuchándome, sus ojos brillaban. Esto para ella era un nuevo evento de lo que desconocía cualquier detalle.

Con la ayuda de Sylvie nos preocupamos de ordenar y limpiar cada rincón de nuestra casa. Después de un par de horas cada uno de nosotros se ducho y se vistió con ropas adecuadas. Ya con todo listo nos dispusimos a salir de casa para cumplir con las tareas que debíamos hacer para celebrar navidad.

Primero que nada le pedí a Sylvie que me acompañará al bosque para poder cortar y obtener un pino adecuado para nuestro hogar. Después de dar algunas vueltas en el bosque, logré encontrar el pino adecuado en dimensiones y tamaño, con un hacha de una mano me dispuse a cortarlo, me costó un poco, su tronco estaba demasiado grueso y duro. Todas mis acciones eran miradas desde cerca por Sylvie. Puse la parte inferior del árbol en una maceta y a su alrededor lo rellené con piedras para que le diese estabilidad, al final cubrí los huecos que dejaban las piedras con arena. Ubiqué el árbol en una de las esquinas de la sala del comedor.

Ya con nuestro árbol de navidad erguido, me dispuse a ir a la ciudad con Sylvie para obtener los adornos y lienzos. Los lienzos pude conseguirlos en la tienda de Aurelia. Hice que Sylvie se quedara con Aurelia mientras que ella terminaba de confeccionarlos.

Los cascabeles y bolitas de colores pude encontrarlos en una pequeña tienda de camino a la cafetería donde trabajaba Nephy. Le compré a Nephy un pastel de navidad y también una caja de bombones de chocolate que le regalaría a Sylvie como presente por navidad.

Volví a la tienda de Aurelia, Sylvie me esperaba en la entrada de este lugar con el pedido listo, los lienzos de colores hechos por la bella mujer de cabellos dorados estaban distribuidos en dos bolsas. Ya con todo listo, junto a Sylvie nos dispusimos a volver a casa.

Mi pequeña señorita me ayudó a decorar nuestro árbol de navidad, a los pies de el coloque la caja de bombones de chocolate ya envuelta en papel de regalo. Nos dispusimos a ordenar la mesa para nuestra cena y en el centro coloqué el pastel que le había comprado a Nephy en la cafetería. Sylvie ahora estaba en la cocina preparando todos los alimentos que comeríamos en nuestra cena de navidad.

La cena estaba lista, nos sentamos en las sillas que estaban en los costados de la mesa del comedor y nos pusimos a degustar de los ricos alimentos preparados por Sylvie. Después de terminar de cenar me paré de la mesa y fui en busca de una de las botellas de vino de ciruela que le había comprado a Ferrum, esta la coloqué encima de la mesa y me dispuse a abrirla con un destapador de corchos.

Sylvie en un inicio me miro con molestia al saber que bebería alcohol, pero yo le mostré que solo tomaría una pequeña cantidad de una copa. Mi cara se sonrojo levemente después de beber este líquido. Mi pequeña señorita me miraba con algo de curiosidad al ver mis mejillas con un leve rubor, Sylvie con sus ojos brillosos me decía que ella también quería probar el sabor de esta bebida alcohólica. De mi lado deguste una segunda copa de vino para llamar más la atención de mi pequeña señorita, me di cuenta que la graduación de alcohol de este licor no era demasiado alta como yo pensaba.

Atendí a la petición de Sylvie y en un pequeño vaso diluí un poco de vino de ciruela con agua. Le cedí el vaso a Sylvie. Ella hizo un gesto raro y gracioso en su cara al probarlo, mi pequeña señorita se percato de la acidez que tenía el vino por ser de ciruela. No pude evitar reírme un poco al ver su tierna reacción. Sylvie se sonrojo demasiado, ella tenía mucha pena y vergüenza.

Con cariño acaricie levemente la cabeza de Sylvie, ella se acerco a mí y apego su cuerpo al mío, ambos mirábamos nuestro árbol de navidad y estábamos muy contentos por compartir este momento juntos.

La hora de abrir los regalos de navidad llegó.

Le entregue a Sylvie su regalo y ella me sorprendió regalándome una bufanda que había confeccionado Aurelia por petición de ella. Había olvidado comentarle a Sylvie el aspecto de que las personas se regalaban obsequios en esta celebración.

Por suerte Aurelia logró comentarle este importante detalle a mi pequeña señorita mientras confeccionaba los lienzos para nuestro árbol de navidad. Sylvie al saber esto tomó la iniciativa de hacerme este especial regalo para mí.

Estaba agradecido con Sylvie por este lindo detalle de su parte, ella como siempre resultaba ser muy atenta conmigo.

Mi pequeña señorita con entusiasmo abrió mi obsequio. Sylvie me dio un gran abrazo para agradecer su regalo de navidad. Ella tomó su caja de bombones, la abrió y sacó un bombón de chocolate con su mano derecha, Sylvie me lo ofreció, bromee un poco y le dije si ella podía poner el bombón en mi boca, de manera apenada ella me dijo que sí, me gustaba ver como mi pequeña señorita se ruborizaba.

Nuestraprimera Navidad junto a Sylvie ha sido maravillosa, siempre atesorare mislindos y valiosos recuerdos con mi pequeña señorita en lo más profundo de micorazón.