Reflexión

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Este ha sido un buen día, el flujo de pacientes en mi consulta médica se mantiene constante. Estoy agradecido de mi suerte y aunque suene un poco cruel de mi parte, es bueno que haya personas enfermas en el pueblo a diario, ya que esto provoca que ellos necesiten de mis servicios. Esto es bueno para mí, lo complicado de ahora es mi relación más íntima con Sylvie, ahora somos novios. Es verdad, no estoy soñando, esta es mi realidad actual. Acabo de besar a Sylvie, no una sola vez, sino que varias veces en el día de ayer.

Ella buscaba este resultado de su parte con todas sus acciones realizadas con anterioridad, pero yo tendría que haber sido más cauto y precavido, me he dejado llevar por mi impulsividad e instintos básicos. Sylvie es sólo una niña de apenas quince años de edad, tiene toda una vida por delante, el tema central aquí es que ella se siente comprometida conmigo, ya que yo he cambiado su vida para mejor.

Su anterior dueño le mostró el infierno en la misma tierra, por mi parte yo le mostré que todavía hay un mundo amable con personas bondadosas y generosas.

¿Pero ese es motivo suficiente para que ella profese estos sentimientos de amor y acciones de novios a favor de mí?

No lo entiendo muy bien, a veces pienso que mis sentimientos me engañan a mí mismo, yo siento un gran afecto por Sylvie, ¿pero ese afecto lo podría considerar como amor?

Para mí ha sido gratificante ayudarla en que vuelva a confiar en las personas, en especial que crea en mí.

¿Pero yo en mi posición actual estoy aprovechándome de la inocencia y devoción de mi pequeña señorita?

En mi pasado siempre vi desde lejos a las chicas que me gustaban, por miedo y vergüenza no me acercaba a ellas ya que no tenía confianza en mí mismo. Yo no quería tener una sucesiva lista de fracasos amorosos a mis espaldas, al final mi indecisión y cobardía me hizo caer en la desesperación. Un día me llené de entusiasmo y tuve el valor de confesarme a una chica que me gustaba de la universidad donde estudiaba medicina, pero ella me rechazó. Después de eso pensé que nunca llegaría a establecer una relación amorosa con una mujer.

¿Ahora trato de compensar todo eso con la entrega y convicción de mi pequeña amada?

Esto es extraño y confuso, ya he cruzado la línea, no puedo permitirme ir más allá de estos sucesos, debo mantenerme firme, pero no deseo que Sylvie sienta rechazo de mi parte. Esto es complicado, no quiero dañar a mi pequeña señorita con mis acciones y decisiones.

Vuelvo a mi realidad, estoy sentado en la silla de mi escritorio en mi consulta médica. Dos manos pequeñas tocan las mejillas de mi cara, el rostro de mi hermosa pequeña señorita toma mucha cercanía con el mío, recibo de parte de ella un agradable beso. No puedo evadirlos, me resulta imposible no querer recibir esta muestra de amor de parte de ella. Nuestros labios se separan y puedo observar la belleza de mi pequeña amada. Ella con cariño me dice:

— Ha sido un largo día Mero, te has esforzado mucho en el trabajo. Espero haber sido de ayuda en el día de hoy para ti.

Con un tono alegre de voz pronuncio:

— Si has sido de mucha ayuda como siempre, muchas gracias Sylvie.

Mi pequeña señorita me sonríe con ternura. Ella después me dice:

— Que bueno Mero. Iré a mi habitación para cambiarme de ropa. Le prepararé una deliciosa cena a mi lindo novio. Te quiero mucho cariño.

Sylvie me dio un gran abrazo y se dispuso a ir a su habitación. Yo me quedé un rato más en mi consulta médica ordenando unos papeles y verificando que insumos se habían ocupado en el día de hoy. Me saqué mi bata blanca y la dejé apoyada en el respaldo de la silla de mi escritorio. Muevo mis hombros y mis brazos para estirar un poco mis músculos superiores.

Tomé rumbo en dirección a la cocina, llegué hasta ella y me senté en una de las sillas de la mesa del comedor. En la superficie de esta hay una fuente ovalada de vidrio con tapa, la levantó y saco dos bombones de chocolate de ella. Siento pasos que se acercan en la dirección donde estoy. Mi pequeña señorita ya se ha cambiado de ropa, adicionalmente se ha puesto su delantal de cocina para no manchar su vestido.

— Ya estoy lista Mero, deseo preparar para ti una rica sopa de res con algunos agregados de vegetales. No demorare mucho. Por mientras te serviré un té con galletas. Espérame un poco, bueno cariño...

De manera amable digo:

— Eso suena muy delicioso Sylvie. Esperaré pacientemente, no te preocupes. Estoy agradecido por tus atenciones.

Sylvie me sirvió un té con un acompañamiento de galletas. Ella lucia muy alegre y entusiasmada preparando la cena. Me alegraba verla así, pero de todos modos en mi corazón tenía un sentimiento de culpa y pensaba que no estaba llevando de buena forma las cosas entre nosotros dos. Nuestra promesa de esperar tres años se estaba viendo quebrada y sobrepasada, era inevitable, los encantos, atenciones y belleza de Sylvie me tenían completamente embobado.

Apenas me daba cuenta que la distancia entre nosotros dos era demasiado corta no dudaba en acercarme a ella y la besaba de improviso. Esto se volvió un juego entre nosotros dos, el besarnos cuando el otro estuviese despistado y con la guardia baja. En estos momentos generalmente ganaba Sylvie, ya que yo estaba bastante inmerso en mis ideas y pensamientos en estos días.

Transcurrieron unos treinta minutos, mi pequeña señorita ya tenía lista la cena. Ella desplegó todo lo necesario en la mesa de nuestro comedor y nos pusimos a disfrutar de los ricos alimentos cocinados.

De manera agradecida le dije a mi pequeña señorita.

— Esta muy rica la sopa que preparaste Sylvie, me gusto mucho.

Mi pequeña señorita con un tono coqueto de voz me dice:

— Que bueno que te gusto la comida que preparé Mero. Me hace muy feliz saber que fue de tu agrado.

A pesar de todo, de los prejuicios, de nuestra diferencia de edad. Decidí imponerme a mi confusión personal, yo sabía que nuestro futuro junto a Sylvie como novios nos dejaría en la incertidumbre, pero cada recuerdo hecho al lado de ella lo valoraba con todo mi corazón. Sylvie y yo, el futuro, lo que sucedería más adelante con nosotros, no era el momento de preocuparme por eso, mi presente junto a ella era lo más importante, mis temores y dudas se desvanecían ante lo agradable que era el tener su compañía y apoyo. Sin darme cuenta, poco a poco mi convivencia diaria a su lado había provocado que me enamorase de ella. Antes deseaba que ella fuera feliz, ahora yo deseaba que ella fuera feliz a mi lado. Un sentimiento de pertenencia se había incrustado en mi corazón a favor de Sylvie.

Con mi pequeña señorita limpiamos todo lo ocupado en la cena. Dejamos ordenada la cocina y la mesa de nuestro comedor. Después nos dirigimos a nuestra habitación, ya en este lugar nos dispusimos a cambiarnos nuestras ropas para poder descansar.

Mi atención se centro en los hombros desnudos de Sylvie mientras ella se desvestía. Mis sentimientos e instintos se desbordaron, no aguanté más, de forma delicada tendí a Sylvie sobre mi cama y comencé a besarla con mucha efusividad. Ella cerró sus ojos y se dejó llevar por mis acciones. Entre en razón y me detuve en mi impulsivo actuar.

Sylvie alzó su brazo derecho y acaricio mi mejilla izquierda. Ella me dijo:

— Estoy muy feliz de recibir tu cariño y amor Mero. Tú has cambiado completamente mi vida. Resultaba imposible que no me enamorará de ti, estoy agradecida por tu compañía, me has hecho sentir como a una princesa. Pero más allá de eso, yo deseo ser tu mujer. Deseo ser la mujer amada de Mero. Yo no imaginó un futuro sin estar a tu lado. Yo no podría vivir si no estoy a tu lado.

Despuésde escuchar las lindas y decididas palabras de Sylvie. Ya no podía dudar enestos cruciales momentos, por mi parte debía declarar de forma abierta ysincera mis sentimientos por mi pequeña señorita.

Sylvie, el regalo que siempre hemos añorado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora