Sylvie, el regalo que siempre hemos añorado.

Alter-ego

Mero, Sylvie y William volvieron a la habitación de destino. Johnn, Anastasia y Alfred ya no estaban esperándolos en ese lugar. William se despidió de la pareja de enamorados y se dispuso a ir a la habitación de "Sir Johnn". Ya eran las 10 de la noche, el sueño invadió tanto a Mero como a Sylvie. Mero le dijo en forma de broma a su pequeña amada:

— En esta habitación tenemos disponible dos camas, deberíamos dormir por separado, ¿no es así?

— ¡¡¡De ninguna manera!!! Espero que haya sido una broma de tu parte mi amado Mero. ¿No me hagas sentir mal bueno, Cariño?

— Perdón no quise que lo tomarás de ese modo, las camas son un poco estrechas para dos personas, te parece bien mi amada Sylvie?

— No tengo problemas con ello, así podré dormir muy cerca de mi amado Mero.

Mero y Sylvie se sacaron sus ropas y se acostaron en una de las dos camas para poder dormir.
Lentamente los párpados de Sylvie lograron cerrarse gracias a la tranquilidad que le daba tener su cabeza apoyada en el pecho de su amado novio.

De un momento a otro Sylvie sintió que despertaba de manera repentina, pero para sorpresa de ella, la pequeña señorita de la "Familia Earl Lang" estaba ubicada en un paisaje verde de un lindo campo en un día soleado, sus pies pisaban un armonioso y bien cortado césped. De pronto a los oídos de ella llegaron los ecos de una voz, este sonido la llamaba y le instaba a que se acercará a su origen. Sylvie caminó un trecho largo a campo abierto. Después de mucho andar llegó hasta el destino de aquella voz. Ante los ojos de Sylvie se presentó una sombra humanoide pequeña de color gris.

Esta desconocida forma de vida le mencionó algunas palabras a la pequeña señorita.

— ¡¡¡Hola!!! Acércate no tengas miedo. Ven y siéntate conmigo. La brisa está muy fresca en el día de hoy.

Sylvie con un tono de voz preocupado dijo:

— ¡¿Quién eres tú?! ¡¿Dónde estamos en estos momentos?! ¡¡¡Mi amado Mero!!! ¡¿Dónde estás Cariño?!

De forma burlona el ente gris mencionó algunas palabras.

— Jajaja, eres muy graciosa Silver. Si en realidad eres muy graciosa.

Sylvie comenzaba a impacientarse debido a la situación actual en la que se encontraba. Ella le dijo al ente gris algunas palabras de forma alterada e impulsiva.

— ¡¡¡Respóndeme!!! ¡¡¡Respóndeme!!! ¡¿Qué es este lugar?! ¡¿Quién eres tú?!

— Tranquila, tranquila, como te dije anteriormente no soy una amenaza para ti. Podría decir que soy tu aliada, ambas convivimos en este mismo cuerpo, en palabras simples podría decir que soy un ente escondido en tu subconsciente, por favor llámame "Arian Earl Lang".

— ¡¿"Arian Earl Lang"?!, ese es mi verdadero nombre.

— ¡¡¡No seas arrogante Silver!!! ¡¡¡Ese nombre me pertenece solamente a mí!!!

— Esto es muy extraño, no logro entender nada. Hace algunos minutos me dormí en el regazo de mi amado Mero.

— ¡¡¡Querrás decir de nuestro amado Mero!!!

— Esto debe ser alguna clase de pesadilla... ¡¡¡Deseo despertar!!! ¡¡¡Deseo despertar pronto!!!

El ente gris calmo su temperamento y le dijo algunas suaves palabras a Sylvie para calmarla.

— Perdón, perdón, tranquila pequeña. No es mi intención asustarte, no seas tímida ven a mi lado.

La apariencia de la sombra gris cambió, ante Sylvie se presentaba una niña igual a ella en cuanto a todas sus características físicas. Pero esta niña no poseía cicatrices en ningún lugar de su cuerpo.