Sylvie, el regalo que siempre hemos añorado.

Nueva alianza

La conversación entre William y Anastasia había quedado en un punto muerto. El joven contador-auditor se encontraba con su moral por el piso, el temple en su rostro se veía apagado y su piel mostraba mucha palidez.

La distinguida señorita de la "Familia Earl Lang" le preguntó de forma preocupada.

— Te ves un poco pálido William, ¿estás bien?

— No se preocupe señorita Anastasia, debe ser una baja de presión repentina solamente.

— Eso es algo de cuidado, por favor permíteme que llame a Mero para que revise tu estado de salud, ¿bueno?

La intención de William no era el de molestar a Anastasia, pero que viniese Mero a visitarlo junto a Sylvie le ayudaba bastante. Esta era su oportunidad para poder hablar con la hermana menor de Anastasia sin problemas.

Por otro lado Mero y Sylvie disfrutaban del rico té y galletas que le había traído hasta su habitación Cristy. La puerta de su habitación nuevamente fue tocada sutilmente. Los causantes de estos golpes resultaban ser "Johnn Earl Lang" acompañado del mayordomo Alfred.

— Con su permiso Mero y Arian. No aguante la lejanía con mi pequeña hermanita y decidí venir a verla. Deseo hablar también con ustedes dos sobre algunos asuntos.

Mero contesto de forma amigable.

— No te preocupes Johnn eres siempre bienvenido. Dime que necesitas de nosotros y te ayudaremos sin demora alguna.

Sylvie contesto de forma amigable también.

— Es un gusto tener tu compañía hermano mayor. Dime que necesitas de nosotros y te ayudaremos en lo posible.

"Sir Johnn" junto al mayordomo Alfred se sentaron en uno de los dos sillones disponibles en la habitación. Ambas parejas de personas quedaron frente a frente mirándose. Sin más demora, Johnn comenzó a enunciar su discurso ante todos los presentes.

— Bueno el motivo de mi visita es para saber el nivel académico de mi querida hermanita menor. De aquí para adelante mi Madre te pondrá a prueba en sus reuniones de negocios. Quiero que estés preparada para poder enfrentar a otras personas de buena manera. He pedido de la ayuda de Alfred por este motivo. Él te ayudará con todo el protocolo necesario y también te brindara estrategias de persuasión.

— Entiendo hermano Johnn, por mi parte también debo demostrar mi valía y debo ser digna ante los ojos de mi Madre. Te agradezco mucho por tu iniciativa de ayuda. Por favor comencemos lo antes posible con las clases de protocolo.

— Me gusta tu actitud mi querida hermanita. Bien empecemos sin demora. ¿Estás listo Alfred?

— Por supuesto mi caballero. Estimada señorita Arian, por favor lea detenidamente estos documentos que tengo en mis manos. Después que haya terminado de entenderlos y comprenderlos de buena forma, comenzaremos a realizar pequeñas pruebas para valorar su exposición de ideas en público.

De forma decidida y amistosa Sylvie mencionó algunas palabras.

— Agradezco mucho tu ayuda Alfred. Daré mi mejor esfuerzo. Si estoy junto a mi amado Mero todo lo puedo hacer sin problemas.

Mero respondió de inmediato ante las palabras de su pequeña amada.

— Te estaré apoyando en todo lo que necesites mi amada Sylvie.

Cristy se encontraba en el vagón del tren que había sido asignado como la cocina-comedor. Su semblante era muy colorido, ella se sentía muy feliz por haber logrado la proeza de haber abrazado a su querido Mero. De un momento a otro llegó su hermana pequeña Mary. Ella se sintió muy extrañada por la actitud de su hermana mayor.