Sylvie, el regalo que siempre hemos añorado.

Punto de quiebre

Mía y Cristine reunieron a todos los bandidos en el frente de la casa abandonada que usaban anteriormente como su escondite. Cristine se preocupó de sedar a todos los agresores de Mero y estos quedaron inconscientes al cabo de unos minutos.

Mía suspiraba con un leve tono de tristeza mientras miraba desde lejos a Mero, él caminaba de lado a lado impasible, una gran preocupación se dejaba ver en toda su expresión corporal.

El novio de Sylvie estaba muy nervioso y alterado debido a su nueva realidad. Él era el nuevo objetivo de "Miss Abigail" y de todos los malhechores que ella contrataría a futuro para eliminar su existencia.
El primer ataque de la Líder de la "Familia Earl Lang" en contra de Mero resulto fallido gracias a la intervención oportuna de las gemelas Elosky, pero los atentados en contra del novio de Sylvie recién estaban comenzando. La seguridad del ingenuo Doctor de pueblo siempre estaría en peligro de ahora en adelante.

Mero comenzó a divagar entre sus propios pensamientos de manera nerviosa y temblorosa. Él hablaba en voz alta mencionando:

— Tengo que volver al lado de Sylvie, tengo que volver al lado de Sylvie, ella debe estar muy nerviosa y triste, me preocupa mucho mi pequeña amada.

Cristine se acercó hasta el lado de su hermana gemela menor. Ambas se pusieron en frente de su amado Mero.
Mía comenzó a interpelar a Mero por sus actitudes impulsivas y nerviosas.

— No puedes volver al lado de Sylvie y tampoco puedes regresar con los demás integrantes de la "Familia Earl Lang". Tu vida corre peligro al lado de ellos. ¡¿Lo entiendes?! ¡¿Entiendes la gravedad de tu propia situación en estos momentos?!

Mero comenzó a tocar su cabeza con ambas manos mientras movía el cabello de esta con cierta brusquedad. Él le respondió a Mía:

— Lo sé, lo sé, pero mi corazón me duele demasiado. Necesito ver a Sylvie, necesito estar a su lado, la extraño. Por favor chicas tengo que volver a estar con ella. Mi pequeña señorita será mi futura esposa, ¡¿lo entienden no es verdad?!

Las palabras dichas por Mero molestaron de sobremanera a Mía. Ella mencionó:

— ¡¡¡Es doloroso que nos digas eso!!! ¡¡¡Tú sabes que mi corazón y el de Cristine son tuyos también!!! ¡¡¡Nosotras te amamos Mero!!!

— ¡¡¡Yo amo a Sylvie chicas!!! No tengo ojos para otra mujer que no sea ella. Estoy agradecido de su ayuda en estos momentos de hostilidad, pero yo siempre las consideraré como unas buenas amigas para mí.

Mía suspiro con desgano y resignación. Cristine estaba en silencio sin decir ninguna palabra al lado de su hermana menor.
Mía miró a los ojos a Mero y le dijo:

— Es la primera vez que nos levantas la voz y expresas abiertamente tus sentimientos de esta forma. Sabemos que tu pequeña señorita es muy especial para ti, tenemos entendido que es tu gran amor, pero ante todo nosotras velaremos por tu seguridad a toda costa de ahora en adelante.

Mero sintió que sus palabras habían logrado convencer a sus dos salvadoras. Él se llenó de entusiasmo y dijo:

— Bien chicas llévenme de vuelta con "Sir Johnn" y Anastasia. De esta forma podré estar al lado de Sylvie nuevamente. No se preocupen, estaré bien.

Sin que se diese cuenta, Cristine se acercó de manera silenciosa por la espalda de Mero, ella le dijo a su oído sutilmente.

— Lo lamento Mero, tendré que ocupar algo de fuerza para controlar tus impetuosas actitudes.

Cristine pinchó de forma precisa y eficaz uno de los brazos de su amado con un tranquilizante y sedante. Con esto Mero cayó nuevamente inconsciente en el suelo.