Sylvie, el regalo que siempre hemos añorado.

Nos amamos

Sylvie despertó en plena madrugada sin recordar nada de su introspección mental reciente. Ella comenzó a admirar a su amado novio que estaba presente a su lado.

Los pensamientos de "Sylvie" se pronunciaron en su mente.

— Mi amado Mero se ve muy lindo al estar dormido. Es tan tierno, me gusta acariciar su cabello con mis pequeñas manos, tocar sus ásperas mejillas me provoca leves cosquillas en las palmas de mis manos. Estar enamorada de él genera que mi corazón este lleno de alegría.

De forma inesperada Mero estornudo y despertó bruscamente. Él le mencionó algunas palabras a su pequeña amada.

— ¡¡¡Ahhh!!! ¡¡¡Ahhh!!! ¡¿Qué hora es Sylvie?!

— Hola mi amado Mero, son las tres de la madrugada.

— Es bastante temprano, tú ya estabas despierta mi amada Sylvie.

— Si mi amado Mero, al parecer soñé una especie de pesadilla y desperté de improviso, pero no recuerdo nada del mal sueño que tuve.

— Eso es natural, no te preocupes. A la mayoría de la gente le pasa lo mismo.

— Ya veo, entiendo Cariño, me estaba preocupando por nada. Después de esto me quedé despierta y quise velar tu sueño por algunos momentos.

— Entiendo te doy gracias por eso. A mí también me encanta verte cuando estas durmiendo mi amada Sylvie.
Por cierto necesito hablar contigo algunos temas importantes que me están preocupando un poco.

— ¡¿He hecho algo malo?! Por favor no te molestes conmigo, no podría soportar tu enojo. Dime lo que hice mal y lo corregiré de inmediato.

— Tranquila Sylvie, no te preocupes. No te pongas a la defensiva antes que te pueda comentar algo. Te amo Amor.

— Lo lamento, yo también te amo Mero. Por favor explícame lo que deseas comentarme.

— Bueno Sylvie, lo que me preocupa de nuestra actual relación amorosa es tu obsesivo apego a mí. No es bueno para ti esto. Debes tratar de ser más independiente de cierto modo.

— ¿Es malo que mi razón de existir seas tú?

— Mi amada Sylvie me encanta tu devoción hacia mí, pero debes establecer límites. O si no todo puede salirse de control.

— ¡¿Salirse de control?!

— Así es. ¿Tú deseas hacerme daño?

— Por nada del mundo se me pasaría por mi cabeza el atentar algo contra ti mi amado Mero. Yo te amo con todo mi corazón, deseo que seamos felices los dos en nuestro diario vivir.

Mero retomó su discurso nuevamente.

— Necesito que demuestres más autonomía contigo misma. Tú eres increíble Sylvie. Yo confío plenamente en ti.

— Me esforzaré al máximo mi amado Mero en cumplir lo que me dices, seré una mujer digna de ti a futuro. Te amo mucho cariño.

— Yo también te amo mucho Sylvie.

Los pensamientos de "Arian Earl Lang" se pronunciaron en la conciencia de Sylvie.

— Será necesario más que tú voluntad para poder silenciar mi voz mi pequeña amiga...

Sylvie se sintió extrañada por la repentina voz que escucho sutilmente en su mente. Mero le preguntó de forma preocupada si estaba bien.

— ¡¿Te sucede algo Sylvie?! Tu mirada se quedo muy pensativa hace algunos momentos.

— Estoy bien mi amado Mero, no te preocupes Cariño. Durmamos para que podamos descansar de buena manera. Mañana llegaremos a la gran región de "Elmecer".