Maldición

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El Padre moribundo vio lentamente como su querida hija le daba la espalda, la verdad era dolorosa, la mentira se había preocupado de incrementar el daño y el tiempo nunca volvería atrás. "Sir Robert" se sentía muy culpable por sus crueles acciones, pero ya era demasiado tarde para lamentarse por eso, el daño ya estaba hecho. Él había decidido comportarse como un despiadado demonio, los agradables recuerdos que Anastasia tenía de él se desvanecían estrepitosamente. La falsedad, la falsedad de sus palabras calaban hondo en el corazón de su pequeña Annie.

Lágrimas comenzaron a brotar de los ojos cansados del líder de la "Familia Earl Lang", esta era la primera vez que él lloraba delante de uno de sus hijos. La firme apariencia de "Sir Robert" se desmoronaba y sus suplicas se dejaron escuchar.

— ¡¡¡Mi pequeña Annie no te vayas!!! ¡¡¡No me dejes solo!!! ¡¡¡Necesito de tu compañía!!! ¡¡¡Por favor quédate a mi lado!!!

El grito desgarrador de "Robert Earl Lang" se dejo escuchar por toda su solitaria habitación. Hace unos minutos atrás Anastasia ya había abandonado el lugar donde descansaba enfermo su progenitor.
Con cada día que pasaba "Sir Robert" se quedaba más solo. Primero él había perdido el amor y la confianza de su fiel esposa "Abigail Earl Lang", después de haberle contado la verdad sobre el nacimiento de su cuarta hija. El bebé había nacido sano y salva, pero "Sir Robert" se preocupo de alterar esta verdad delante de los ojos de todas las personas que vivían en su mansión.

"Sir Robert" había sido bendecido con un peculiar sexto sentido que le permitía tomar siempre las mejores opciones en cuanto a los negocios. Él también poseía una habilidad increíble para manipular a la gente para su gusto y conveniencia. Pero sus certeras dotes se vieron mermadas cuando él quiso concretar su descendencia sobre las tierras que él reinaba.

Sobre los hijos de la "Familia Earl Lang" recaía una leve pero sublime maldición. Cada hijo tenía que cargar a sus espaldas con uno de los siete pecados capitales.

Desde el nacimiento de su primer hijo, "Sir Robert" tuvo la intuición de saber el pecado capital que cargaría cada uno de los hijos de su descendencia.

"Robert Earl Lang" estuvo presente en todos los partos de sus hijos, él deseaba estar al tanto de que pecado capital llevaría cada uno de ellos. Era algo extraño y extraordinario de explicar, desde el primer llanto del bebé, en la mente de "Sir Robert" se mostraría la palabra del pecado capital que cargaría su hijo.

Nació "Johnn Earl Lang" y la intuición del padre dejó a la vista la palabra "Soberbia".

Nació "Anastasia Earl Lang" y la intuición del padre dejó a la vista la palabra "Gula".

Nació "David Earl Lang" y la intuición del padre dejó a la vista la palabra "Ira".

Nació "Arian Earl Lang" y la intuición del padre dejó a la vista la palabra "Lujuria".

El último nacimiento de su hija menor dejo un mal sabor de boca para "Robert Earl Lang", una de sus hijas tenía que lidiar con el pecado capital que él mas detestaba, la "Lujuria".

"Sir Robert" se sintió decepcionado e impulsivamente tomó la peor decisión posible.

— ¡¡¡Esta muerta!!! ¡¡¡El bebé nació muerto!!! ¡¿Dios porque me haces esto?!

Él se preocupó de callar el primer llanto de su pequeña bebé tapando la boca de este indefenso ser con la palma abierta de su mano derecha.
A los pocos instantes él llamó de forma rápida a una de sus criadas y le dio la orden de que ocultara al bebé recién nacida en una habitación cercana. "Sir Robert" se acercó a su esposa y la consoló de manera hipócrita. Su cara mostraba sentimientos falsos que no estaban presentes en su corazón.
En estos momentos era cuestionable decir que "Sir Robert" tuviese un corazón latiendo en el lado izquierdo de su pecho.

"Miss Abigail" cayó rendida por el cansancio de las contracciones del trabajo de parto y al cabo de unos minutos se durmió plácidamente. "Sir Robert" reacomodo el cansado cuerpo de "Abigail Earl Lang" sobre la cama y la arropó de forma delicada. Él se despidió de ella con un beso en su frente.

"Sir Robert" abandonó la habitación donde estaba su esposa y se dirigió a la sala central de su mansión. Él llamó a todos los sirvientes de su mansión y mencionó el siguiente discurso a viva voz.

— Esta es una noche muy triste para toda la "Familia Earl Lang", estoy muy apenado y acongojado, mi cuarta hija y la menor de toda mi descendencia ha nacido muerta. Esto es un hecho que rompe mi corazón en mil pedazos, no poder ver la sonrisa de mi querida "Arian Earl Lang".

Por favor recen para que su alma descanse en paz en estos momentos.

Todos los sirvientes presentes en la habitación cerraron sus ojos y llevaron sus manos al centro de su pecho para suplicar por el alma de la pequeña desafortunada criatura que habían fallecido hace unos minutos atrás, ellos deseaban que el alma del inocente bebé descansara en paz en estos tristes momentos.

Después de esta increíble actuación teatral del líder de la "Familia Earl Lang", todos los sirvientes atendieron a marcharse de la habitación central y volvieron a ocupar sus puestos de trabajo correspondientes al instante.

"Sir Robert" se dirigió rápidamente a la habitación donde había escondido a su pequeña hija. La criada ya había limpiado el cuerpo de la bebé y esta pequeña criatura estaba ahora envuelta en una suave manta rosada. El corazón frío de su progenitor ni se inmuto por la dulce sonrisa que le entregaba la pequeña bebé a su Padre.

"Sir Robert" se preocupó de darle una orden irrevocable a su sirviente.

— Esta niña será criada para que sea una leal sirvienta de mi familia. Su educación y enseñanzas serán brindadas por tu mano. Ella podrá recorrer la mansión ocultando su cabello y nunca deberá mirar a nadie a los ojos en este lugar.

La sirvienta del líder de la "Familia Earl Lang" al instante respondió a la orden de su amo al decir:

— Entendido "Sir Robert", su orden será cumplida al pie de la letra por mi parte.

"Robert Earl Lang" con un tono firme de voz pronunció:

— ¡¿Esta es una orden irrefutable y espero que la cumplas, entendido Mónica?!

"Miss Mónica", la encargada de todas las criadas de manera respetuosa dijo:

— Por supuesto "Sir Robert", confíe plenamente en mí. Cumpliré con su orden sin falta. Solo me basta preguntarle el nombre que le dará al bebé.

"Sir Robert" con un tono de voz despectivo pronunció:

— Ella ha perdido su nombre que le corresponde por la sangre de la "Familia Earl Lang". Ella nunca podrá llegar a ser un oro que resplandece en la alta sociedad, pero yo seré gentil con ella cediéndole el título que está por debajo de lo dorado de nuestra excelencia. Silver, ese será el nombre para una desafortunada muchacha como ella.

"Miss Mónica" hizo una reverencia delante de su amo para después decir:

— Entendido "Sir Robert", el nombre de la niña será Silver.

El cruel progenitor abandonó la habitación donde estaba su hija recién nacida. La criada que estaba a cargo de Silver estaba muy contenta, ella había sido castigada por la vida y no podía tener hijos al ser estéril.
"Miss Mónica" asumió la responsabilidad dada con todo su corazón, esta era la oportunidad que le había dado la vida para ser Madre. Ella se negó a cumplir la orden de su amo en su totalidad. La criada renombro a Silver de manera cariñosa y afectuosa al decir:

— Eres mi pequeña bebé hermosa, te llamaras Sylvie. Serás una hermosa niña.

Los añospasaron y la pequeña bebé llamada Sylvie creció saludablemente. Su madreadoptiva estaba muy orgullosa de ella, ya que su hija era muy inteligente,linda y de buenos sentimientos.

Sylvie, el regalo que siempre hemos añorado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora