Sylvie, el regalo que siempre hemos añorado.

Primera vez

Hace poco he escuchado y he sido testigo de los verdaderos sentimientos de mi pequeña señorita, ella ya no era una niña sino una mujer con sus intenciones y objetivos bastante claros.

Incorporé mi cuerpo y me senté en mi cama, hice que Sylvie se levantase de donde estaba recostada e hice que se sentase a mi lado derecho mientras la abrazaba. Alcé mi brazo izquierdo un poco y con mi mano toque su delicada mejilla, nuestras miradas se encontraron. Resultaba ser el momento indicado de confesar mis sentimientos por ella.

Con un tono tranquilo de voz mencione:

— Desde el momento que llegaste a mi vida Sylvie todos los días son más amenos y agradables. Ya no me siento solo con tu grata compañía. Soy muy feliz al compartir mi tiempo a tu lado. Primero mis ojos te veían como a una niña pequeña que debía proteger y hacer feliz, pero ahora mis sentimientos e instintos se desbordan por ti, para mi eres la mujer que amo. Sylvie yo te amo, no puedo evitarlo, me he enamorado completamente de ti.

De los ojos de Sylvie salieron algunas lágrimas, pero estas no eran de tristeza sino de inmensa felicidad.
Mi mujer amada acerco su cara a la mía y me dio un ferviente beso. Por algunos minutos nos perdimos en el tiempo debido a todos los besos que nos brindábamos. Una pausa surgió y yo le mencione a mi novia de cabellos plateados.

— Por el momento solo podemos llegar hasta estas muestras de cariño y amor entre nosotros Sylvie. Tú todavía eres menor de edad ante las leyes.

Con un tono tierno de voz mi pequeña amada me dijo:

— ¿Entonces Mero cuando uno es considerado mayor de edad?

De manera explicativa pronuncie:

— Eso es relativo en cuanto al país y continente donde vivas. En gran parte del mundo la edad a partir de la cual un individuo se considera plenamente capaz o mayor está comprendida entre los dieciséis a los veintiuno años. En la mayoría de los países occidentales se alcanza a los dieciocho o veintiuno años.

Sylvie con una firme mirada me dijo:

— Si es así Mero, yo consideraré que mi mayoría de edad es a los dieciséis años de edad, ya que estamos en un país oriental. Ya llevamos más de un año viviendo juntos, solo esperaré un año más y no tendrás motivos para negarte ante mí, así podremos concretar nuestra intimidad entre nosotros dos. ¿Estas de acuerdo mi amado Mero?

Con nerviosismo mencione:

— ¿Esto quiere decir que deseas modificar los términos de nuestra promesa de tres años a dos años?

Sylvie de manera caprichosa y alzando su tono de voz dijo:

— ¡¡¡Eso es lo que quiero Mero!!! No aceptaré ninguna queja de tu parte, ¡¿entendido?!

Con una cálida sonrisa en mi rostro pronuncie:

— Esta bien mi amada Sylvie, no tengo ninguna queja con respecto a eso.

Mi linda novia de cabellos plateados se arrimo con fuerza a mi costado derecho para después decirme:

— Tú eres completamente mío... ¡¿Lo sabes Mero?! No dejaré que nada ni nadie se interponga entre nosotros dos... ¡Deberás asumir la responsabilidad de haberme enamorado!, ¿bueno cariño?

Las últimas palabras dichas impulsivamente por Sylvie me dejaron anonadado. ¿Ella estaba obsesionada conmigo?, eso me preocupaba un poco. De todos modos le respondí rápidamente al decir:

— Claro Sylvie no te preocupes por eso, yo solamente te amo a ti, mi lealtad yace contigo.

Sylvie con un tono de voz alegre me dijo: