Sylvie, el regalo que siempre hemos añorado.

Libro secreto

Sylvie se preocupó de buscar entre su equipaje lo que le había prometido entregar a su hermana mayor. Después de buscar entre algunas de sus cosas la pequeña señorita de la "Familia Earl Lang" encontró lo que buscaba. Ella se dirigió nuevamente donde se encontraba Anastasia y le dijo:

— Bien Anastasia este libro que tengo en mis manos te ayudará en los temas que te comenté hace algunos momentos. Tómalo te servirá de mucho. A mí me ayudo bastante en favor de conquistar el corazón de mi amado Mero como te lo dije anteriormente.

La distinguida señorita de la "Familia Earl Lang" estiró sus brazos y recibió en sus manos el libro que le había entregado Sylvie.

— Estoy muy agradecida de ti mi pequeña hermanita.

— No te preocupes, para mí es un gusto ayudarte en lo que necesites.

La puerta de la habitación de Mero y Sylvie fue golpeada pausadamente desde el exterior. Quien llamaba en la entrada desde afuera era Cristy, ella traía una bandeja con dos tazas, una cafetera y algunos bocadillos dulces que había preparado hace algunos minutos Tomás en el vagón cocina-comedor. Cristy de manera respetuosa dijo:

— Con su permiso señorita Arian y Anastasia. Les traía este pequeño tentempié.
Según los comentarios del maquinista de este tren, estamos a una hora y media de llegar a nuestro nuevo destino la región "Winelles".

De forma cordial y amable Anastasia respondió a las palabras dichas por Cristy.

— Es un gusto para mi que traigas estos dulces para nosotras. Te doy las gracias por ello. También es una excelente noticia que lleguemos a nuestro próximo destino prontamente.

Cristy se acercó a las dos hermanas de la "Familia Earl Lang", ella colocó en la mesa de centro todos los alimentos que había traído en la bandeja. La vista de Cristy se centró en el libro que sostenía en sus manos Anastasia, ella se sonrojó bastante al ver la portada y leer el título de aquél escrito.

Algunos recuerdos se pronunciaron en la mente de Cristy. Memorias de una noche pasada en la habitación de las gemelas Elosky se dieron a relucir.

Mary se encontraba en este momento feliz y complacida. Ella mencionó:

— Los besos que nos dio Mero, aunque hayan sido robados fueron muy encantadores y dulces.

— Estoy de acuerdo contigo Mía, pero nuestros métodos para conseguirlos no fueron los más adecuados.

— No le des mas vuelta a ese asunto Cristine. Lo hecho, hecho está. Los arrepentimientos a estas alturas de la partida no nos sirven para nada.

— Tienes razón, entiendo Mía, pero en estos momentos tengo algunas dudas con respecto a un tema en específico.

— ¿Cuáles son las dudas que tienes Cristine?

— ¿Una pareja de enamorados que hace adicionalmente de besarse, pasear y tener citas?

Una cara de duda se propago por todo el rostro de Mary, ella había sido muy precipitada en su actuar.
Las gemelas Elosky eran ingenuas y no tenían conocimientos en cuanto a las acciones que realizaban una pareja de enamorados con mayor grado de intimidad.
Las actitudes osadas que habían tenido Mary y Cristy en contra de Mero eran lo máximo que ellas podían llegar a realizar en estos momentos.

Mary tosió un poco, ella respondió lo siguiente.

— Yo lo desconozco Cristine, no lo sé, no sé que hace una pareja de enamorados con un mayor grado de intimidad.

— Esta bien Mary, desde pequeñas solamente nos enfocamos en nuestra carrera de convertirnos en unas excelentes espías. No tuvimos tiempo de reconocer las actitudes de parejas de enamorados. Es más nuestra lealtad y amor a nuestro querido Mero nos impedía tomar experiencia con respecto a ese tema.