Hermana mayor

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Nuestro regular lugar de encuentro junto a Sylvie, la cafetería "Ray-k", se había convertido en un escenario lleno de tensión e incertidumbre. Mi pequeña amada mostraba una cara con mucho nerviosismo y miedo. Me acerqué rápidamente a Sylvie y le susurre al oído:

— Te amo Sylvie. No permitiré que nada malo te suceda de ahora en adelante. Conserva la calma, ¿bueno amor?

Sylvie dio un leve suspiro y comenzó a relajar de a poco todos los músculos de su cuerpo, ella fue bastante fuerte y firme ante la amenaza que estaba delante de ella.

Anastasia nos miró con extrañeza y curiosidad a ambos debido a nuestras caras de latente preocupación. El miedo y tensión se rompió por despreocupadas dichas por la distinguida señorita que se mostraba ante nosotros.

— Ohhh, ohhh, Doctor Mero los dulces que pidió su linda acompañante se ven muy deliciosos y llamativos. Mmm, mmm, me gustaría probarlos. Jajaja, jajaja, perdón, perdón, donde están mis modales. Hola pequeña me llamo Anastasia, ¿puedo preguntarte cuál es tu nombre?

Sylvie tomó confianza en sí misma y respondió cordialmente a la pregunta de Anastasia al decir:

— Es un gusto conocerla señorita Anastasia, mi nombre es Sylvie.

Anastasia tomó más cercanía y se sentó al lado de Sylvie. Mi pequeña amada se sintió extrañada por las actitudes de la distinguida señorita de la "Familia Earl Lang".

— El gusto es mío Sylvie, eres muy bonita, tus rasgos son muy delicados, me encanta el vestido de Lolita Gótica que llevas puesto, se ve muy bien en ti ese atuendo. Perdona si soy indiscreta y confianzuda, pero me darías una pequeña cucharada de cada uno de los postres que estas probando. Me gustaría degustar el estilo de repostería que practican en este lugar.

Regularmente Sylvie era muy mezquina al compartir sus dulces, hasta conmigo mismo, a mi me parecía muy graciosa esta actitud por parte de ella. Siempre que yo le pedía una cucharada ella terminaba haciendo un puchero de niña malcriada en su rostro, pero cumplía mi petición de igual forma. La actitud de Sylvie con Anastasia fue la misma, después de ceder a la petición de ella, mi pequeña amada mostro un leve puchero en su rostro.

Anastasia dio un gran suspiro, se levantó con prisa de su asiento y dijo en voz alta:

— ¡Estos dulces son deliciosos!, ¡muy deliciosos! ¡Esta es una cafetería sorprendente! Estoy gratamente complacida. Llevaré un dulce para cada uno de mis leales sirvientes. Ellos merecen probar estas exquisiteces conmigo.

Todos los presentes en la cafetería "Ray-k" fijaron su atención en el llamativo anuncio hecho por la distinguida señorita. Anastasia le agradeció a Sylvie por su amabilidad, ella flexionó y alzó su brazo derecho levemente llevando su mano hasta su cara para tocarla. Ella se pregunto a sí misma.

— ¿Leales sirvientes?, ¿el motivo de mi visita al Doctor Mero? ¿Por qué fue? ¿Por qué fue? Es verdad, ¡¿por qué lo olvide?! ¡Alfred!, ¡Alfred!, ¡tenía que encontrar un médico para ayudar a Alfred!

Junto a Sylvie nos miramos extrañados. Anastasia resultaba ser una señorita muy vivaz y olvidadiza al parecer. Nuestra nueva conocida ordenó sus ideas y nos dijo:

— Le pido que disculpe mi actitud tan descuidada y también por interrumpir su cena. Necesito de su ayuda Doctor Mero, mi fiel sirviente necesita de sus atenciones, él sufrió una lesión mientras conducía mi carruaje, él ahora esta esperándome en el centro de este lugar.

Con amabilidad mencione:

— No te preocupes Anastasia, por favor guíame hasta donde esta él para poder ayudarlo.

Sylvie, el regalo que siempre hemos añorado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora