Sylvie, el regalo que siempre hemos añorado.

Negación

Una semana transcurrió desde que Mero, Sylvie y compañía habían regresado al pequeño pueblo. Sólo restaban siete días más para que la pareja de enamorados pudiese concretar su compromiso en la lujosa mansión de "Anastasia Earl Lang".

"Miss Mónica" y Julios se despidieron de todos, ellos abandonaron el pueblo y se dirigieron en dirección donde vivía la distinguida señorita de la "Familia Earl Lang". Ellos tendrían que ayudar a Anastasia en los últimos preparativos de la boda de Sylvie y Mero.

Por su parte Tomás y Mía desempeñaban sus labores en la cafetería "Ray-K" de muy buena forma, ellos se ganaron la admiración de Nephy por completo por su excelente servicio y dedicación a la hora de trabajar. La mesera de movimientos estrafalarios fue atrevida y sin dudarlo asumió una postura coqueta con su nuevo empleado, ella deseaba tener un amorío con Tomás.

En estos momentos Tomás estaba siendo seducido en la cocina donde él trabajaba, su atacante resultaba ser la bella mesera que lo había contratado un tiempo atrás.

— Señorita Nephy siento que su cuerpo está muy cercano a mí.

— ¿Tomás acaso te molesta que tomé esta actitud atrevida y coqueta delante de ti?

— Para nada, para nada. Pero hace poco tiempo que cerramos la cafetería y aún sigue estando Mía en este lugar. Soy sincero al decir que no me siento cómodo en mi situación actual.

— No seas aburrido Tomás, ¿acaso no te gusto?

— Tú me gustas mucho Nephy, pero me gustaría que nuestra relación se desarrolle de forma pausada.

— Eres demasiado tímido Tomás.

Nephy optó por tomar lejanía con Tomás, ella sintió algunos pasos que venían desde el comedor hacía donde estaban ellos. Pasados unos minutos la presencia de Mía ingreso a la cocina.

Mía se despidió amablemente de sus dos compañeros de trabajo.

— Adiós Tomás y Nephy, nos vemos mañana.

El nuevo cocinero de la cafetería "Ray-K" respondió de manera amable.

— Hasta luego Mía, nos vemos mañana.

De igual forma Nephy dijo de despedida.

— Buen trabajo Mía, descansa y nos vemos mañana.

Mía salió de su lugar de trabajo y se dispuso a ir en busca de su hermana mayor. Ella dio algunos pasos y llegó hasta la boutique de ropa de Aurelia. La pequeña gemela Elosky golpeó la puerta y pidió permiso para ingresar a la tienda. En estos momentos Cristine y Aurelia preparaban en secreto el vestido de novia que usaría Sylvie para su matrimonio. La cara de Mía mostró en su delicado rostro asombro y pena, era inminente que su querido Mero en algunos días más se casaría con su rival de Amor. Ella llamó a un lado a su hermana mayor y le dijo:

— ¡No puede ser!, ¡no puedo creer esto Cristine!, ¡¿estás ayudando a Aurelia para hacer el vestido de novia que usará la señorita Arian?!

Cristine respondió de manera tímida y tranquila.

— Mía debes entender que ya es tarde para nosotras dos, Mero ya ha elegido a la señorita Arian sobre nosotras, sería cruel de nuestra parte que nos interpongamos en la felicidad de la señorita Arian y Mero.

Mía no podía disimular su enojo, ella estaba muy molesta y furiosa.

— Debo entender que has decidido rendirte en cuanto a nuestro plan de conquista, tú ya no quieres ser amada por el corazón de nuestro querido Mero, ¡¿no es así Cristine?!