Culpabilidad

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Me siento mal conmigo mismo, no puedo negarlo, he traicionado a Sylvie. Su confianza, su amor y su entrega. Estos besos que me ha robado Mía han hecho flaquear mi propia voluntad. Tengo un sentimiento extraño naciendo en mi corazón. Esto no me gusta para nada, estoy cediendo inevitablemente a los encantos de Mía.
Soy un ser despreciable, un traidor, he roto mi juramento de lealtad con mi linda novia.

Todos los momentos hermosos que he compartido al lado de mi pequeña amada los estoy despreciando con mi silencio y propia inseguridad de no ser sincero con Sylvie. No puedo decirle a ella que me gusta Mía.

Han sido con estas dos veces en las que me he besado con Mía. La primera vez fue cuando Cristine me dejó inconsciente en el tren de transporte de la "Familia Earl Lang", en esa ocasión me inyecto un líquido sedante, después ella comenzó a seducirme y besarme al lado de Mía.

La segunda vez Mía me tomó desprevenido en la entrada de mi casa y me brindó un apasionado beso que ha hecho que no deje de pensar en ella.

Por lo que entiendo Cristine ya ha dado un paso al lado y ahora ella desea solo ser mi amiga, pero con Mía es una historia completamente diferente. La pequeña gemela Elosky no quiere renunciar a mí por nada del mundo.

La insistencia de Mía ha hecho mella sobre mí, estoy encantado de sus hermosas facciones corporales, de su linda sonrisa. Ella aún lleva sobre su cabeza una peluca de cabellos negros brillantes, unas lentillas de contacto de color café ocultan sus preciosos ojos verdes. Según lo que me ha comentado Mía, ella no desea llamar la atención por el color verdadero de sus cabellos y ojos. Ella siempre está atenta para ayudarme en lo que necesito. Mía ha demostrado ser una servicial y jovial mesera en su forma de comportarse al trabajar en la cafetería "Ray-K".

No puedo mentirte más a mí mismo. Me gusta Mía, estoy encantado de ella, pero de mi lado yo soy el novio de Sylvie, yo la amo también. Mi pequeña amada será mi futura esposa.

En estos momentos mi corazón de divide en dos.

De un momento a otro Sylvie despierta y acaricia mi rostro con una de sus manos. Ella me dice:

— ¿Te sucede algo Cariño? Tu cara muestra mucha preocupación en su semblante.

Trato de forzar una sonrisa de confianza en mi rostro para decirle a mi linda novia.

— No te preocupes Sylvie, estoy bien. En unas horas más debemos emprender nuestro viaje a la mansión de tu hermana mayor, en esta lograremos sellar nuestro compromiso. Me siento muy nervioso por este motivo mi pequeña amada.

— Te comprendo Cariño, yo también me siento muy nerviosa, pero estoy muy feliz de emprender este bello compromiso a tu lado.

— Es lindo escuchar tus palabras mi amada Sylvie.

— Mi amado Mero declaró hace un tiempo atrás que él sería solamente para mí. Tus besos, tu pasión, tu compañía.

Las palabras dichas por Sylvie hacen que mi corazón tiemble. Me siento muy mal conmigo mismo debido a la inseguridad de mis propios sentimientos. De mi boca salen para afirmar lo dicho por mi amada novia.

— Eso es verdad mi amada Sylvie. Yo te prometí que yo sería completamente tuyo.

Mis palabras no dejan de demostrar falta de entusiasmo y convicción. Sylvie se da cuenta de ello y me dice lo siguiente.

— Si mi amado Mero no cumple con su promesa conmigo yo quedaría totalmente destruida. Tú lo eres todo para mí Cariño, debes entender eso...

De forma firme y resuelta le doy un gran abrazo a mi linda novia. Esto logra calmar sus temores y preocupaciones. Acercó mi cara a la de ella y le brindó un cálido beso. De forma suave pongo una de mis manos en su cintura, esta delicadamente comienzo a deslizarla a su parte más íntima. Una gran decepción se propaga en todo mi cuerpo, mi novia no está lista para mí y tampoco siento ni un leve deseo de parte de ella por querer amarme. Finalizó mis acciones y recuesto mi cuerpo en nuestra cama. Sylvie me abraza y se disculpa conmigo. Ella me dice:

Sylvie, el regalo que siempre hemos añorado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora