Desenlace de emociones

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Mientras que Sylvie, Mía y Mero huían en silencio de la lujosa mansión de Anastasia en una sombría madrugada, por otro lado una pareja de enamorados comenzaba a demostrar sus afectos entre ambos en estos precisos momentos. O se podría decir más bien que una caprichosa muchacha estaba complaciendo sus propios deseos de placer.

Nephy se había preocupado de seguir a Tomás hasta su habitación. Ella sin pedir permiso ingreso con su novio a este lugar. En estos instantes la excéntrica mesera estaba actuando de acuerdo a sus propios instintos de lujuria.

Tomás se sentía muy nervioso debido a las impulsivas actitudes de la chica que había declarado ser su novia. Él de forma insegura mencionó:

— Señorita Nephy no creo que sea adecuado lo que estamos haciendo ahora...

— Ya no podrás escapar más de mí Tomás. Te he declarado abiertamente que quiero tener un contacto íntimo contigo que va más allá de caricias y besos. Y por favor no seas tan cordial, ya somos novios, ¿no es así?

— ¿Nephy tú me has seguido hasta mi cuarto en esta lujosa mansión por este caprichoso motivo?

— ¡Basta de palabras Tomás!, ya estoy en el interior de tu habitación. Ya no me contendré más contigo, he recibido demasiadas excusas de tu parte para posponer este momento...

Nephy se acercó de forma agresiva hasta el lado de su novio, ella tendió bruscamente el cuerpo de Tomás sobre la cama disponible en ese lugar. La excéntrica mesera comenzó a despojarse de sus vestimentas de una por una hasta quedar completamente desnuda. El tímido cocinero no pudo cerrar sus ojos ante el espectáculo de belleza y sensualidad que estaba delante de su campo visual.

Nephy de manera sensual mencionó:

— ¿Te gusta lo que ven tus ojos mi adorable Tomás? Al parecer te gusta mucho, puedo ver claramente como tu pequeño amigo está haciendo presión en la parte frontal de tu pantalón. Deja que te ayude para dejarlo salir...

Nephy se sentó encima del cuerpo de Tomás y comenzó a frotar su parte más íntima en la parte alzada de la cintura del pantalón de su novio. La caprichosa mesera comenzó a mostrar una cara de placer que iba en aumento cada vez que hacía sus eróticos movimientos sobre la cintura de su novio. Tomás no se resistió más a sus impulsos, él se sentó y comenzó a lamer con su lengua los prominentes pechos de Nephy. Una seguidilla de suspiros y jadeos comenzaron a surgir de la boca de la caprichosa mesera. Ella sin previo aviso soltó la correa del pantalón de su novio y a los pocos segundos ella deslizo la ropa inferior de Tomás hacía abajo. Nephy tomó con sus manos el miembro viril de su novio y comenzó a manipularlo con cierta brusquedad. El tímido cocinero no se quedó atrás y con su mano derecha atacó a la parte más sensible de su novia. Tomás uso sus dedos índice y anular para acariciar los suaves pliegues de piel húmedos de la parte más íntima de su impulsiva novia.

Nephy entre suspiros y jadeos dijo:

— Ya estoy lista para ti, ya estoy lista para ti mi adorable Tomás...

De forma decidida Tomás respondió lo siguiente.

— No te haré esperar más Nephy...

La excéntrica mesera se sentó de forma implacable sobre la cadera desnuda de su novio. La unión de cuerpos de ambos enamorados dio inicio. Un gran suspiro de placer se genero entre la pareja de amantes. Nephy apoyo sus manos en el pecho de Tomás mientras que ella movía sus caderas con mucha intensidad de arriba hacia abajo. El tímido cocinero en estos momentos acariciaba con sus dos manos el curvilíneo trasero desnudo de su novia. Después de unos minutos de intensa pasión de enamorados, Nephy y Tomás lograron concretar un excitante orgasmo entre ambos. El cuerpo de la caprichosa mesera cayó encima del pecho de su novio.

Sylvie, el regalo que siempre hemos añorado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora