La impresión de Mero fue grande al ver los cuerpos en ropa interior de Sylvie, Mía y Cristine. Cualquier hombre quedaría embobado y encantado ante tal espectáculo de sensualidad y belleza. Mero vio la mirada apenada de su pequeña amada, pasados unos segundos el cerró sus párpados y la visión de sus ojos se interrumpió por completo.
Sylvie gritó a viva voz en la tienda de ropa de Aurelia.
— ¡¡¡Cierra tus ojos!!! ¡¡¡Cierra tus ojos!!!
Mero respondió de forma asustada y temblorosa.
— ¡¡¡Los tengo cerrados!!! ¡¡¡Los tengo cerrados!!!
Cristine no podía disimular su vergüenza. Ella de manera impulsiva tomó un maniquí cercano a ella y se lo lanzó con mucha fuerza a Mero. El novio de Sylvie recibió el impacto de forma certera en el centro de su cuerpo, él perdió el equilibrio cayendo al suelo y quedó aturdido en el piso de este lugar.
Mía le interpelo a Cristine por su agresiva actitud.
— ¡¡¡Que has hecho Cristine!!! Has sido muy violenta con nuestro querido Mero.
Cristine respondió de forma apenada.
— Es que yo...no quería que nuestro querido Mero...nos viese en ropa interior.
Cristine quedó paralizada y perdida en sus propios pensamientos, ella sin desearlo había dañado a su amado.
De su lado Sylvie y Mía fueron de forma rápida hasta el lugar donde estaba tendido en el suelo su querido Mero, ellas preguntaron de forma preocupada al mismo tiempo.— ¡¿Estas bien mi amado Mero?!
— ¡¿Estas bien mi querido Mero?!
El novio de Sylvie incorporó su cuerpo de a poco con la ayuda de sus dos bellas doncellas, Mero respondió de manera amable.
— No se preocupen chicas estoy bien. Miren mi cara, tengo mis párpados cerrados, no veo nada.
Sylvie y Mía comenzaron a soltar algunas lágrimas mientras abrazaban con mucho cariño a Mero. Los cuerpos semi-desnudos de ambas bellas doncellas rozaban la parte central del cuerpo del novio de Sylvie.
El perfume y cuerpos tibios de ambas jovencitas no eran algo que se podía ignorar, Mero se sentía muy incómodo, sus instintos básicos lo agobiaban por completo.Mero hizo que Sylvie y Mía lo soltasen, él se levantó y quedó en pie nuevamente. Aurelia se disculpo con su mejor cliente por su caprichosa broma.
— Lo lamento Doctor, no creí que las cosas llegarían hasta este punto de incomodidad para usted.
Mero respondió de forma amable.
— No se preocupe señorita Aurelia. Su broma fue muy graciosa. Por mi parte me dispondré a salir de su tienda y esperaré a que Sylvie, Mía y Cristine vuelvan a vestirse. ¿Me puede llevar a la entrada por favor?, no quiero abrir mis ojos por nada del mundo.
Aurelia tomó de la mano a Mero y lo guió hasta la puerta de salida.
— Por supuesto, permítame acompañarlo hasta la salida de mi lugar de trabajo.
Mero volvió a salir de la tienda de ropa de Aurelia. Cristine comenzó a llorar de manera apenada, Mía se acercó a ella y le dio contención.
— Tienes que estar tranquila Cristine. Nuestro querido Mero está bien. Para la próxima vez controla tus acciones, ¿bueno?
Cristine respondió de forma arrepentida.
— Fui demasiado agresiva. Les pido disculpas a todos.
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Sylvie, el regalo que siempre hemos añorado.
FanficMero es un Doctor que evita ser sociable con los demás, el motivo de esto son algunos hechos desafortunados que ocurrieron en su pasado. Es un hombre tímido que solo establece relaciones de cordialidad con las personas que lo rodean. Él decidió ten...