Viaje inesperado

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El festejo que organizó "Sir Johnn" en el centro de eventos de la mansión de la "Familia Earl Lang" fue entretenido, estaba agradecido de su amabilidad y cercanía hacía mí. Me sentía contento por mi pequeña amada, ella había conseguido el apoyo y cariño de dos increíbles hermanos mayores.

De vez en cuando volvían a mi mente los recuerdos del pequeño pueblo donde vivíamos antes con Sylvie, me pregunto cómo le iban las cosas a Aurelia con las ventas en su boutique de ropa femenina. Nephy seguiría sorprendiendo en su modo de atender a la clientela que asistía a la cafetería "Ray-k" al hacer sus característicos movimientos de equilibrista al llevar dos bandejas en cada una de sus manos.

Por otro lado a veces mi mente divagaba con la idea de cómo la vida de Sylvie se habría desenvuelto si su Padre no la hubiese rechazado desde bebé.

¿Cómo sería su personalidad? ¿Me pregunto si nuestros caminos de todos modos se hubiesen entrelazado?
Eso me intrigaba demasiado. ¡¡¡Cielos!!!, ¡¿Por qué le doy tantas vueltas a este asunto?! ¡¡¡No lo sé!!! ¡¡¡No lo sé!!!

Lo que resultaba ser de mi preocupación era la alta dependencia de mi pequeña amada hacia mí, no podíamos estar más de diez minutos separados, al pasar ese lapso ella se ponía muy nerviosa y tensa, algunas veces leves lágrimas salían de sus lindos ojos. Ella preguntaba con nerviosismo lo siguiente:

¡¿Donde está mi amado Mero?!

¡¿Por qué demora tanto en volver?!

Esta inseguridad de Sylvie me preocupaba bastante, esto sería una traba y obstáculo para que ella pudiese sociabilizar adecuadamente con los demás. No podía mentirme a mí mismo, esta actitud de mi pequeña amada también me agradaba, me hacía sentir que yo era indispensable para ella. Este era un hecho totalmente obsesivo, pero de todos modos estaba feliz por la devoción de Sylvie.

¿Qué tiene de malo ser el todo de otra persona?

Es un asunto de egoísmo y ego, pero mi devoción hacia ella también era la misma. Sylvie había provocado que mis días de soledad terminasen, su compañía y amor eran un regalo muy preciado para mí.

Debería establecer límites de todos modos, si límites para que esto se desenvuelva de buena forma, límite, límite, empiezo a despertar levemente, estoy llegando a mi límite, ¡¡¡estoy llegando a mi límite!!! Siento una agradable sensación que recorre todo mi cuerpo, esta ha provocado un leve temblor en todos mis músculos.

Estoy acostado, si estoy acostado, mi vista se centra en la parte inferior de mi cuerpo, mi falo está siendo succionado por la pequeña boca de Sylvie, ella sutilmente esta tragando toda la descarga de mi reciente libido expulsado, puedo oír el leve sonido de su garganta al ingerir mi libido, los excesos derramados en mi parte más íntima los toma con sus dedos, cada uno de ellos los comienza a lamer de forma muy sensual con su lengua, ella no desea desperdiciar ninguna gota, mi pequeña amada se percata que ya estoy despierto, Sylvie me saluda de forma muy amorosa.

— Buenos días Cariño, espero que te haya gustado la forma en que te desperté, te doy gracias por la comida...

Otra vez he sido víctima de los ataques furtivos de amor de mi pequeña amada. De forma precipitada le respondí lo siguiente a mi novia.

— Por Dios Sylvie, despiértame desde el inicio de tus muestras de amor para que no me pierda ninguna de las sensaciones desde el comienzo, ¡¿bueno?!

Sylvie me mira de forma extrañada y asombrada. Su anterior actividad me había dejado muy excitado, todo mi ser me pedía que concretara mi unión con ella. Hice que mi pequeña amada subiese desde su actual posición hacia la parte superior de la cama, tendí su cuerpo de frente mirando el techo de nuestra habitación y abrí sutilmente sus piernas, acerqué mi cadera hasta la suya, comencé a frotar mi miembro viril en su parte más íntima, ella ya estaba demasiado húmeda en ese lugar, ingrese nuevamente en su interior, una de mis manos acariciaba las pequeñas areolas de la parte superior de su cuerpo, mi otra mano tomaba su cintura de forma sutil y firme, comencé a mover mi cadera y mis embates fueron subiendo de intensidad poco a poco.

Sylvie, el regalo que siempre hemos añorado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora