Nadie Se Mete Con La Nerd

Capítulo 2

¿Que?

Otra vez no me puede estar pasando.

Por descuidada volví a chocar con otra persona, pero esta tenía una figura muy grande y fuerte.

Por el choqué y porque yo soy una debilucha caí de culo al suelo por segunda vez.

¡Genial!

Mi día esta siendo pésimo.

— DAMN! encore une fois le même jour ne peut pas l'être! Chloe haine, et ma propre vie. Je serais mort et non son... [maldición! otra vez en el mismo día no puede ser! Odio a Chloe, y a mi propia vida. Yo debería haber muerto y no ella]— empecé a maldecir en francés.

¿Que? Mi mamá era francesa. También se Italiano, Ruso, Mexicano (que es Español con algunas palabras típicas de ese país) Español, Alemán y Chino. Aunque no lo crean. Uno nunca sabe cuando te puedas encontrar con alguien de otro país, por lo menos yo no iba a pasar el ridículo y no entender.

Y además a mi me gusta estudiar. Aunque eso ya lo saben. Y tengo una capacidad muy buena para aprender distintos lenguajes.

—¡¿Que?!— preguntó confundido el chico con el que choque.

Ven, yo no quería quedar de esa manera si me pasara algo igual.

Lo mire y era muy lindo. Alto -aún que todos son altos a la par mía- aproximadamente 1,91, con cabello castaño oscuro y ojos marrones, era guapo, se le podía ver como se le marcaban sus musculos por la camisa apretada que llevaba, con una mirada penetrante y...

Concentraté Maddie.

—Nada— dije levantándome y sacudiendo mi ropa. Acomode mis anteojos y lo mire —Lo siento, no me fije por donde caminaba.

—Tranquila estoy bien, para la próxima ten mas cuidado de no volver a chocar a propósito— me miro arrogante.

¿Que dijo?

¿Acaso estas sorda?

Shhhh...

¡¿Este egocéntrico dijo que lo choque a propósito?!.

—No fue a propósito, estaba distraída— respondí enojada.

—Si claro— rodó los ojos divertido —A todas las chicas le gustaría chocar conmigo por distraídas— dijo burlón.

A no. No puedo haber dicho eso.

—Quizás todas las chicas menos yo— lo mire mal —¿Acaso te crees el centro del universo? Pues te digo que no es así

Ahora él me miró mal —De hecho yo soy el rey de Stanford, nena— sonrió egocéntrico.

—¿Y? Eso no cambia nada. Sigo pensando que no eres el centro del universo.

Me miró con furia —No sabes con quien te metes— me señalo.

—No, tu no sabes con quien te metes— agarre mis maletas y camine esquivando su mirada de odio.

Pero ¿este que se cree? Es un imbécil.

Creo haber conocido al hermano gemelo de Megan.

[...]

—Señorita, ¿Ya eligió?— preguntó el director.

Me encontraba en la dirección hablando con el señor Sherman sobre en que fraternidad viviría.

Lo se, su apellido es gracioso pero él no es el del dibujo animado.

Mi adorado padre hizo de las suyas. Mando una carta al director para que yo solo entrará en las mejores fraternidades, cosa que no sabía.