Nadie Se Mete Con La Nerd

Capítulo 6

Estacione el auto y entramos a la casa. El viaje fue silencioso. Me sentía algo culpable al verle los lastimados que tenía Logan. Después de todo se los hizo por defenderme.

—¿A donde vas?— pregunte cuando lo vi subir las escaleras.

—A mi habitación, dah— rodó los ojos.

—Primero debo curar tus heridas y después te vas— dije cruzando los brazos.

—No es necesario, yo puedo hacerlo sol...

—Dije que yo lo haría— lo interrumpí —Sientate que buscare mi botiquín.

Él bufo.

—Eres muy mandona— lo fulmine con la mirada —Se te esta haciendo costumbre el interrumpirme— ambos reímos.

Wowowo este chico se ríe y conmigo. Impresionante.

—Lo se.

Logan bajo y se sentó en el sofá. Yo subí hasta mi habitación y saque mi botiquín que compre para practicar. Ya que voy a estudiar medicina debo estar preparada, ¿no?.

Baje y me encontré con un Logan recostado en el sillón, sin remera y con los ojos cerrados.

Por Dios que vista.

¿Te estas babeando?

No, solo es que mira ese cuerpo tan estructurado. Tan bien trabajado y...

—¿Te gusta lo que ves?— dijo sin abrir los ojos.

¿Como sabe que estoy aquí sin haberme visto?

—No, claro que no— dije acercándome.

Te crecerá la nariz como pinocho.

Sin comentarios.

—Ajam— se río —Haré como que te creo— rodé los ojos.

—Callate— me sonroje.

—Eres fácil de hacer sonrojar— largo algunas carcajadas —Eres muy tierna.

—Dejame desinfectarte— cambie de tema. Él se sentó y empecé con el algodón.

—No es necesario— se quejo y tomo mi muñeca.

—No seas llorón— me miró mal —Luke me dijo que querías estudiar medicina ¿Es verdad?— él asistió —Entonces deberías saber que debo hacerlo.

—Esta bien— rodó los ojos —Pero puedo hacerlo yo solo, no te necesito.

—Ya lo decidí y no vamos a discutir— grite.

—Mandona— susurro pero lo alcance a oír.

—¿Como me dijiste?— arque una ceja.

—Mandona ¿Por que?— se me acercó.

Le di un golpe en la nuca.

—No me digas así— él volvió a reír —Callate y dejame trabajar.

—No te enojes, nena— me guiño un ojo.

Agh, sera una larga noche.

[...]

—Y termine— sonreí orgullosa.

Me pase media hora aguantando las quejas de Logan mientras lo curaba.

Es tan llorón que no se aguanta nada.

—Gracias gruñoncita— respondió burlón.

Ah si, en este tiempo que paso él encontró un nuevo apodo para mi.