Pasaron los meses y las cosas cambiaron un poco. Los chicos sabían toda la historia con mi ex novio y se lo tomaron dentro de todo bien, las cosas eran normales, Logan no era el mismo cuando me veía con Allen, no soportaba esa idea de ser mejores amigos. James, Jack y Thomas sentían amenazado su puesto, otros también lo sentían así y tuve que calmarlos. En tanto a Patrick, él si cambio completamente, ya no es apegado a mi, si puede ignorarme es mucho mejor. No me trata mal pero con su indiferencia basta para que duela como los mil demonios, preferiría que me dijera mil insultos que estar así.
En fin, sigo acostada con los ojos cerrados sintiendo ruidos en mi habitación desde hace rato pero no me muevo. Se de quien se trata, los chicos no saben hacer las cosas callados, se ríen de todo.
—Es sábado, se va a enojar si la levantamos temprano— susurro Matt. Me alegra que alguien entre en razón.
—No importa— susurro emocionado James —Uno, dos y tres, ahora.
—¡FELIZ CUMPLEAÑOS!— gritaron todos produciendo que abrirá rápidamente los ojos.
Y no, no era porque me despertaba asustada sino porque había olvidado completamente que hoy era el día.
Hoy era mi maldito cumpleaños número 18.
Mire mi habitación, estaba llena de globos azules, fucsias y morados. Mis colores favoritos. Los chicos tenían cada uno un regalo y James una torta de chocolate con golosinas. Todos me miraban sonrientes. Los únicos que no estaban eran Dylan, Thomas, Emily y Patrick.
De mi hermano lo entiendo, siente lo mismo que yo, Thomas también lo sabe y tampoco vive aquí. Emily sería raro si estuviera y Patrick es un caso perdido.
Los chicos comenzaron a cantar el cumpleaños feliz mientras que de mis ojos brotaron lágrimas.
Hoy era 18 de marzo.
—¡BASTA!— grite horrorizada y todos callaron para verme confundidos mientras yo lloraba —Quiero... Quiero que saquen todo esto de aquí— los mire con rabia.
¿Como se atreven a festejar este día?
—Pero Mad...— interrumpí a Andy.
—¡SAQUEN TODO DE AQUÍ AHORA!— grite levantándome de la cama —Cuando salga de bañarme no quiero ver nada ni nadie.
Me encerre en el baño y me puse a llorar descontrolada. Nadie podía abrir la puerta si yo no lo quería, estaba sentada con la espalda apoyada en la pared abrazando mis piernas. Me arrastre hasta la ducha. Apoyándome de la pared me levanté como si fuera algo doloroso, abrí la ducha y sentí el agua tibia en mi cuerpo. No me había sacado el pijama pero no me importaba, yo solo lloraba descontrolada.
*Flashback*
—¿Crees que sea una buena modelo así como tú?— le pregunté mirándola fijamente.
—Yo creo que serías buena en cualquier carrera que eligieras, y admiro que quieras seguir mis pasos— me miro un micro segundo, no podía despegar la vista del frente —Aunque cuando llegas a mi edad te haces una pregunta, o quizás sólo yo me la hice.
—¿Cual?
—¿Que hice para ayudar a las personas?— dijo con un tono serio pero amable como solo ella podía hacerlo —Siempre me pregunto eso, a veces quisiera volver el tiempo atrás y poder ayudar personas con mi carrera.
Eso me dejo pensando.
—¿Crees que me pase lo mismo?— le pregunté.
—No lo sé— sonrió —¿Tú quieres ayudar a las personas, cariño?
—Por supuesto— sonreí ampliamente —Pero no se que carrera seguir.
—Solo tienes 14 años recién cumplidos, tienes mucho tiempo para pensar— dobló en la esquina.
Hoy era mi cumpleaños e íbamos a buscar algunas cosas que nos faltaban para la fiesta de mi mellizo y mía.
—¿Me ayudas a buscar una carrera?— pregunté emocionada.
—Claro, cariño— íbamos a una velocidad normal, mamá no era de conducir rápido nunca —Veamos que te gusta.
—Ammmm...— me puse a pensar, paramos en un semáforo en rojo —¿Policía?
—Mmm no lo se— negó ella —¿Abogada?
—No me gusta— el semáforo se puso en verde, mamá arranco el auto y empezamos a cruzar, no se porque lo hice pero mire por el lado de la ventanilla de ella y el impacto fue imposible de impedir.
Nuestro auto dió vueltas y quedó hecho trizas. Ambas teníamos el cinturón puesto pero ese auto chocó directo del lado de mamá provocándole daños a su cuerpo y que un vidrio perforace su pulmón. Ella se estaba ahogando con su sangre y se quedaba sin aire.
Logre salir por la ventana con ayuda de la gente que estaba cerca, también sacaron a mi mamá.
—¡Llamen a una ambulancia! ¡Necesita un médico!— grite desesperada.
Camine soportando el dolor tanto como pude, me arrodille a su lado y ella con su último aliento me sonrió y susurro "Mi vida". Los malditos doctores no se apuraban y todo me pareció mas claro.
—Mamá quiero decirte algo— mis lágrimas caían desesperadamente —Medicina... Quiero estudiar medicina para salvar la vida de todos aunque no pueda hacerlo ahora.
—Serás una excelente doctora, estoy orgullosa de ti— me sonrió.
—Mamá, no me dejes, por favor resiste— suplique con la voz quebrada y con mis ojos llenos de lágrimas.
—Tranquila mi pequeña, todo estará bien— me dijo casi susurrando. Creó que se intentaba convencer a si misma.
—Mamá, no te vallas.
—Maddie, nunca olvides que te quiero, a ti y a tus hermanos, siempre voy a estar con ustedes...— fue cerrando los ojos.
—Mamá— lloré sobre su cuerpo que se iba muriendo poco a poco.
*Fin flashback*
Los médicos tardaron, llegamos tarde al hospital y no hubo nada más que hacer.
Fue mi culpa, era mi cumpleaños, si yo no hubiera nacido ella no tendría que salir ese horrible día.
Mi padre siempre nos culpo de eso y la verdad lo entiendo. Solo soy un desastre en la vida de todos.
Camine hasta el espejo y mire mi reflejo en él. ¿Que había conseguido? Ser una chica inofensiva que no hace nada bien, estaba decepcionando a mi madre, mi vida no valía nada, la de ella si. Yo debí morir, hubiera preferido eso a vivir con esta carga sobre mis hombros que me perturbara por siempre.
Grite muy fuerte y clave mis puños rompiendo el cristal. Sentí gritos detrás de la puerta pero los ignore, tome un pedazo del espejo y volví a la ducha.
Me senté en el suelo aún con el agua cayendo sobre mi cabeza, estire mi mano izquierda y con la otra sostuve el objeto sobre mi piel.
¿Que importaba si lo hacía o no? Mi vida es una oscuridad.
Bajo el agua no se ven mis lágrimas desesperadas como bajo la mirada de todos no se ve mi sufrimiento.
Hice presión con mi mano el objeto sobre mi piel, soy una cobarde por hacer esto, pero no encuentro salida.
La puerta se vino abajo y entró corriendo alguien, miro la sangre que desprendía mi muñeca pero yo no me atreví a levantar la mirada, seguí en lo mío hasta que ese alguien me arrebato el vidrio de la mano y me pego a su pecho mientras él también lloraba.
Logan había impedido mi decisión.
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Nadie Se Mete Con La Nerd
Novela JuvenilMadison Cooper es una chica muy inteligente de 17 años. Ingresa a Stanford y por una decisión de su padre termina por inscribirse en Zeta Phi Beta. Donde están los chicos más guapos, divertidos y mujeriegos. Sin mencionar que son los mas populares d...